¿Cuántas veces sucedió en el fútbol que un jugador le convierte a su ex equipo? Muchas, seguro. Es por eso que a esta situación se la nombra como la ley del ex. Pero en el básquet también puede pasar, ya que en la Liga Nacional hay constantes transferencias.

Uno de esos casos es el de Juan Manuel Rivero, quien disputó la temporada pasada en Boca Juniors y fue a Gimnasia para reemplazar a Leonel Schattmann (lesión en las costillas).

Aunque no es fácil llegar a un equipo que ya está armado y entrar en el lugar de una ficha clave, el Pitu fue una de las figuras en el encuentro contra el Xeneize. Tal es así que con un triple, su especialidad, le dio el partido a los comandados por Gonzalo García. No lo gritó, pero por dentro se llenó de gol y felicidad. El resultado fue 75-72 y todo Comodoro festejó abrazando al escolta.

Hablando del match, ninguno de los dos pudo sacarse gran ventaja en el marcador. A pesar de que el dueño de casa lideró en los números, el juego fue parejo y se definió todo en el final. Lotanna Nwogbo marcó un doble-doble con 21 puntos y 11 rebotes y, a su vez, Mccullough aportó 16 tantos. Los dos extranjeros fueron fundamentales a la hora de atacar la pintura boquense. Por el lado de la visita, Fotios Lampropoulos fue el máximo anotador con 22 puntos y 12 rebotes, seguido del base Lucas Pérez con 16 unidades y ocho asistencias.

Pero volviendo al protagonista del cotejo, Pitu Rivero, con 11 puntos (3/5 desde el perímetro), se llevó todas las miradas del estadio y hasta el saludo de Lucas Gargallo, quien fue su compañero en el Xeneize.

De esta manera, Gimnasia consiguió su cuarta victoria al hilo y se ubicó tercero en la Conferencia Sur. Boca, jugando mejor y peleando hasta el último minuto, se quedó con las manos vacías y todavía no puede ganar fuera de la Bombonerita.

En la próxima jornada, los de Comodoro se enfrentarán al recientemente ascendido, Hispano Américano, y Boca recibirá a Bahía Basket.