El Kazajo, GGG, quien busca el interés y tercera pelea contra “Canelo”; en la noche de ayer demostró por que es uno de los mejores libra por libra que hay en una lucha bien estrujada en donde tuvo que ir hasta el final con el ucraniano Derevyanchenko. El primer hombre mencionado de 37 años de edad es el que ostenta un récord de 40 triunfos (35 KO), 1 derrota y 1 empate en donde pugnó contra un vigoroso antagonista de 33 años que tiene 13 victorias (11 por nocaut) y sólo 2 caídas (la preliminar se proporcionó en octubre del año pasado ante Daniel Jacobs también por el título vacante FIB de la divisional).
Golovkin y Derevyanchenko se emprendieron en una de las luchas enternecedoras de la carrera de Triple G en una guerra de 12 rounds en el Madison Square Garden de Nueva York. Ambos púgiles sobrellevaron daños faciales que los facturaron a no asistir a la conferencia de prensa posterior a la pelea.
Sin lugar a duda para el múltiple campeón fue la más dura hasta ahora, pese a sus tropiezos contra el astro de México, porque aun así se pudo ver a un contrario que conectó más golpes de los que había recibido en toda su carrera al recibir 230 de 738 intentos (31%), mientras que él solo enlazó 243 de 720 (34 %). Pues ahí claro está que no le fue fácil al pugilista con más “peso” por el hecho que en el primer round derribó a su antagonista y cortó parte facial en la siguiente ronda; para posteriormente irse a una guerra que lo tuvo en aprietos.
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Pese a que Gennady sufrió para llegar al final, fue justo ahí en esas últimas rectas de la lucha (round 10,11 y 12) que finiquitó mejor porque Sergiy no pudo sostener su ritmo del todo al verse complicado con los cortes generados, por lo que al momento de llegar a una decisión por parte de los jueces fue con tarjetas de 115-112 (por parte de Frank Lombardi y Eric Marlinski) y de 114-112 (por parte de Kevin Morgan).
El resultado fue apretado pero por decisión unánime se consagró nuevamente campeón de peso mediano, pero por la FIB, Golovkin tiene un nuevo capítulo que escribió para validarse de pedir nuevamente una tercera pelea con Álvarez.