Después de un año que terminó complicado, el 2013 llegó al mundo Boca con mucha alegría y esperanza. Después de ocho años, Carlos Bianchi aceptó volver a sentarse en el banco de suplentes de La Bombonera y era nuevamente el Director Técnico del Xeneize. Para iniciar su tercer ciclo, el Virrey sumó el mejor refuerzo que el club podía tener: Juan Román Riquelme. Tras seis meses sin jugar, el diez azul y oro se replanteó su retirada y se puso a disposición de Bianchi. Vueltas, reencuentros, el torneo local, Copa Argentina y la anhelada Copa Libertadores. Motivos para la ilusión sobraban pero el destino tenía pensados algunos sinsabores que harían un año muy fuerte en lo emocional y muy flojo en los resultados. 2013 en Boca: el año en el que el Virrey perdió el número del celular de Dios.

Primer semestre: La vuelta de Carlos Bianchi

Carlos Bianchi volvió a pisar La Bombonera luego de ocho años (Foto: La Nación)

Con la vuelta de Carlos Bianchi al xeneize, comenzaba un torneo en el que el mundo azul y oro se llenaba de ilusiones y sueños de campeonatos. Para argumentar semejantes expectativas y con la Bombonera que explotaba, la primera fecha Boca remontó un partido complicado frente a Quilmes y lo ganó 3 a 2. El equipo de Bianchi no había jugado bien pero si había conseguido un buen triunfo, aunque a partir de allí el nivel fue decayendo y no se pudieron obtener resultados óptimos. Por la segunda fecha empataría sin goles con Tigre en Victoria en muy partido muy malo de parte de los dos equipos. Las derrotas comenzaron a llegar y parecían ser moneda corriente ya que Boca no podía encontrar el rumbo y fue por eso que no sorprendió que perdiera 2 a 0 con All Boys en Floresta, aunque sí trajo sorpresa la derrota de local con Unión por 3 a 1. Las señales de alarma se encendían por el flojo rendimiento del equipo, pero todos sabían que el real objetivo era la Copa Libertadores. Llegó la mitad del Final 2013 con mucha preocupación y una sola victoria, en la primera fecha. Se obtuvieron cuatro puntos producto de cuatro empates: Atlético de Rafaela (1-1), Argentinos (1-1), Independiente (1-1), Lanús (0-0).

La fecha 9 será por siempre una mancha en la historia del club y sobre todo una de las peores derrotas en la carrera de Carlos Bianchi. Boca visitaba el Estadio Hilario Sánchez con la misión de volver a la victoria y alejar los malos resultados, pero lejos se estuvo de eso y se sufrió una tarde horrible en la que si otra hubiese sido el Técnico del xeneize habría traído consecuencias irreversibles. San Martín de San Juan fue superior los 90 minutos y hasta le perdonó la vida ya que el resultado podría haber sido más abultado. San Martín 6-1 Boca, el marcador habla por sí solo.

Una semana después el conjunto azul y oro tuvo la revancha frente a Belgrano, pero no supo aprovecharla y aunque si se mejoró el nivel, se conformó con un 0-0 con sabor a poco. Antes del superclásico, llegó otra derrota y la situación se volvía extremadamente preocupante. En La Plata, Estudiantes ganó 1 a 0.

Boca recibía por primera vez a River luego del descenso sufrido por el equipo de Nuñez y de antemano los hinchas prometían mucho color en las tribunas. El equipo de Matías Almeyda sorprendió primero y Manuel Lanzini marcó el gol con el que los Millonarios se ponían arriba en el resultado. Antes que finalizara el primer tiempo, en una gran jugada colectiva Walter Erviti asistió a Santiago Silva que selló el empate.

En el segundo tiempo, Boca fue superior pero en el mejor momento de los dirigidos por Carlos Bianchi el encuentro fue suspendido varios minutos por los fuegos artificiales y las bengalas que salían desde las tribunas y terminó en un opaco empate en uno. En la fecha siguiente, San Lorenzo fue el encargado de golear a un equipo perdido y sin rebeldía: 3-0 en el Nuevo Gasómetro.

Recién en la Fecha 14, Boca volvió a sonreír. En un partido jugado sin público (debido a los fuegos artificiales que hubo contra River) los dirigidos por Bianchi le ganaron 1-0 a Colón de Santa Fe con el gol de Juan Manuel Martínez. Al pasar de instancias en la Libertadores, el recambio de jugadores no tardó y en algunos partidos no jugó con ninguna de sus figuras. Fue razonable entonces, la goleada que sufrió en Rosario frente a Newell´s Old Boys que luchaba por el título y que finalmente sería el campeón. Con la cabeza en la otra competencia, no podía encarrilar el nivel en el Torneo Final y no llegaban los buenos resultados. Empate en uno frente a Vélez y una durísima derrota en Avellaneda frente a Racing por 2 a 0. Si bien el resultado no era resonante, el xeneize fue superado como pocas veces en el campeonato.

El lamento de Martínez, y de Boca, porque las cosas no salían (Foto: Youtube imágenes)

En los pasillos del club había mucha inquietud por la posición en la tabla y el hecho de pensar que se podía terminar último traía pánico. La calma llegó en las últimas dos fechas ya que se consiguió una victoria frente a Arsenal de Sarandí (1-0) y un empate en Mendoza frente a Godoy Cruz (1-1). Boca cerró un Torneo Final muy malo que lo ubicó en la posición 19 con 18 puntos. Nadie, ni el más pesimista, imaginó que la vuelta de Carlos Bianchi sería en estas condiciones. Pero lo peor ya había pasado, ahora vendrían aires de cambio.

La obsesión de siempre: La Copa Libertadores de América

La gran deuda del conjunto de Carlos Bianchi fue sin dudas hacerse fuerte como local. Comenzó el camino hacia la obtención de su séptima copa el 13 de febrero de local y ante el Toluca de México. Había mucha ilusión en el hincha, ya que Boca venía de ser finalista la pasada edición. Pero fue derrota por 2 a 1, y así el equipo sufría el primer traspié en el que sería un año plagado de caídas.

Siete días después, el xeneize vencía a Barcelona de Guayaquil como visitante por 2 a 1 y volvía a acomodarse en el grupo, aunque luego de local volvería a caer -esta vez ante Nacional de Uruguay-.

La clasificación de Boca a la próxima ronda pendía de un hilo. Sin regularidad y con dos derrotas como anfitrión en el bolsillo, los dirigidos por Bianchi se encontraban al borde de una catástrofe como lo sería para un equipo con seis Copas Libertadores en su haber no pasar una primera ronda.

Pero con dos victorias consecutivas, y logrando su primera como local, el xeneize lograba clasificarse a los octavos de final en la segunda ubicación, con 9 puntos - producto de 3 victorias y 3 derrotas -, y un punto por debajo de Nacional. El equipo, de todas maneras, debía lavar su imagen si quería aspirar a lo más alto.

Llegaría el turno de enfrentar a Corinthians por los octavos de final, una revancha tras la caída sufrida con el equipo brasileño en la final de la Libertadores de 2012. Fue victoria en la Bombonera con gol de Nicolás Blandi, y empate en uno en el Pacaembú con un inspirado Juan Román Riquelme.

Así llegaría el ansiado partido ante Newell´s, por ese entonces líder y sensación en el fútbol argentino.

Fue una serie pareja y cualquiera de los dos equipos que hubiese avanzado habría sido totalmente justo. Fue 0 a 0 en el global, pero en los penales, la fortuna estuvo del lado rosarino y de esta manera el xeneize caía desde los doce pasos por 10 a 9. Tan cerca pero tan lejos, el sueño de un nuevo título internacional de la mano de Carlos Bianchi se desvanecía.

El goleador de Boca en esta edición de la Copa Libertadores fue Nicolás Blandi con 3 tantos, seguido de Juan Román Riquelme, autor de 2 conquistas.

De local Boca cayó en dos ocasiones, empató una vez, y obtuvo dos victorias. Como visitante en cambio, su record fue de dos victorias, dos empates y tan sólo una derrota - en México ante Toluca -.

Boca Juniors dejó en esta edición de la Copa Libertadores de América dos datos más que particulares. El primero, fue que nunca logró vencer por más de un gol a su rival, pero a la vez en ninguno de los 10 partidos disputados cayó por dos goles o más, mostrando el nivel parejo que mostró la competición, como así también la falta de gol.

El otro, es que sólo teniendo en cuenta la fase de grupos, el xeneize fue víctima de tres penales en contra, con un promedio de un penal cometido cada dos encuentros. Ese déficit, es algo que padecería el equipo de Carlos Bianchi durante todo el año calendario.

Copa Argentina

En la edición 2013 de la Copa Argentina, Boca debía defender el título obtenido el año anterior pero los resultados no fueron los esperados. La primera instancia donde le tocó jugar fue en 16avos de Final, el estadio fue el Centenario de Chaco y el rival Excursionistas. Sin arriesgar a todos sus titulares, el xeneize goleó por 4 a 0 al equipo de la Primera C demostrando las grandes diferencias entre uno y otro. Los autores de los goles fueron Lucas Viatri, Pablo Ledesma y Nicolás Blandi en dos oportunidades. El próximo rival sería el difícil All Boys de Pepe Romero.

Nicolás Blandi aprovechó su oportunidad para demostrar que podía ser el nueve de Bianchi (Foto: CopaArgentina.org)

Ya ubicado en Octavos de Final, el rival fue de su misma categoría y Boca sufrió demasiado ya que nunca pudo ser el protagonista del partido. El planteo inteligente del Director Técnico de All Boys, Romero, superó durante todo el encuentro al equipo de Bianchi y no llamó la atención la pronta eliminación. Fue 2 a 1, el descuento lo hizo Pablo Ledesma aunque de poco sirvió. La peor manera de cerrar este triste semestre fue ser eliminado de una Copa que brindaba la posibilidad de clasificar a la próxima Libertadores.

Boca nunca encontró la manera de poder vencer a All Boys y fue eliminado con justica (Foto: CopaArgentina.org)

Boca Juniors era dueño de un pésimo presente a nivel local, torneo en el que finalizaría en la 19° posición a solo un punto del último en la tabla. De los 10 partidos que el xeneize disputó en la Copa Libertadores 2013, logró cuatro victorias, tres empates y tres derrotas (todas en fase de grupos).

Los cambios en la plantilla:

El Xeneize parecía arrancar de la mejor manera la primera parte del año, con la contratación de Carlos Bianchi, que volvía a dirigir a Boca después de 8 años, y con la disputa de 3 torneos distintos el panorama del conjunto de la Ribera era todo color de rosa, pero con el correr de las semanas el equipo fue en picada, con un torneo local flojo, una Copa Libertadores que no pudo pasar mas de Cuartos de Final y en una Copa Argentina que fue eliminado también en la misma instancia. La realidad de Boca le dio una cachetada a ilusión de todos los hinchas que se habían esperanzado con la llegada de Carlos Bianchi como nuevo técnico Xeneize: las lesiones y los bajos rendimientos, hicieron que Boca tenga un primer semestre para el olvido. A continuación pasamos en limpio el mercado de pases de Boca en la primera mitad del año.

Altas:

Damián Escudero: Volvió del Atlético Mineiro, (Brasil), que estuvo a préstamo, pero en Boca jugo poco y nada sin brillar.

Claudio Pérez: Llegó a Boca tras su paso por Belgrano, jugó varios partidos alternando buenos y malos encuentros.

Juan Manuel Martínez: Vuelve a la Argentina luego de un paso frustrado por el Corinthians de Brasil, su primera etapa en Boca no fue de las mejores, le costó mucho volver a adaptarse al fútbol argentino, le faltó ritmo y restó físico, producto de una mala pretemporada.

Ribair Rodríguez: El uruguayo llegó a préstamo del Siena, (Italia), tuvo un buen primer semestre, cuando le tocó jugar cumplió y entregó su máximo potencial al equipo.

Lisandro Magallán: El juvenil surgido en Gimnasia de La Plata, jugó muy pocos partidos en ese primer semestre, donde no logró afirmarse en la primera de Boca.

Bajas:

Rolando Schiavi: El defensor Xeneize, que ya había puesto la fecha de vencimiento a su carrera como futbolista, recibió una oferta muy ostentosa del Shangai Shenhua F.C., (China), y decidió alargar por unos meses más su carrera como profesional.

Matías Jiménez: Sin lugar en Boca y al no ser ni siquiera tenido en cuenta el volante se fue a jugar a Huracán.

Sebastián Battaglia: Luego de muchos problemas con su lesión en la rodilla, el jugador tendría pensado en retirarse definitivamente como profesional, esta decisión la iba a terminar tomando en la segunda mitad del año.

Cristian Chávez: Con muchos altibajos el volante de Boca decidió irse a jugar a Lanús.

Segundo semestre: Gago y Gigliotti le daban vida a un Boca en coma

La presentación de los refuerzos de cara al Torneo Inicial (Foto: Clarín)

Después de terminar un primer semestre impensado, Boca tenía que levantarse y volver al ser el que fue. Con la eliminación de la Copa Libertadores y el nefasto Torneo Final, el xeneize se enfocaba en la obligación de ganar el campeonato. A lo largo de la primera mitad del año ocurrió una particularidad que se repitió en los últimos seis meses, las constantes lesiones en el plantel. Hubo fuertes críticas hacia el preparador físico Juan Manuel Alfano, aunque también se atacó a los futbolistas ya que no se cuidaban como deberían. Los refuerzos subían el nivel del plantel e invitaban a todo el pueblo boquense a soñar con el ansiado título.

En las dos primeras fechas hubo una incoherencia en relación a la producción futbolística y el resultado. Boca debutó en la segunda fecha contra Belgrano en Córdoba y ganó 2 a 1 en un partido que mereció mejor suerte para los cordobeses. El xeneize se fue con los tres puntos de una plaza difícil como lo es el Pirata en su casa. Por el postergado de la primera fecha, el equipo de Bianchi recibía al conjunto que lo había eliminado de la Copa Libertadores y que era el campeón vigente del fútbol argentino: Newell´s Old Boys. A diferencia de lo que pasó en Córdoba, Boca jugó en un buen nivel pero pagó carísimo las distracciones defensivas y perdió 3 a 2. Esa mejoría que se había visto volvió a desaparecer y vino una victoria frente a Atlético de Rafaela (2-1), gracias a una genialidad de Juan Román Riquelme, y una dura derrota frente a Estudiantes (2-0). No sobraba nada y se ganaba con lo justo pero cuando se salía de La Bombonera, costaba el doble.

Fernando Gago volvió a vestir la camiseta azul y amarilla y fue determinante (Foto: TyC Sports)

Con la vuelta de Fernando Gago, y la ausencia de Riquelme, Boca jugó uno de los mejores partidos del año y venció a Vélez (2-1). El gran nivel del exvolante del Real Madrid hacía soñar con una futura dupla con Román y el título se sentía cerca, pero una vez más los partidos de visitante dolían. El conjunto azul y oro fue hasta Bahía Blanca para seguir por la senda ganadora y recibió un traspié doloroso. Fue 3-0 para Olimpo y confirmó la certeza de que este equipo sin Gago ni Riquelme no podía apostar a nada. La recuperación no tardó en llegar, y otro gran partido del xeneize, le ganó con mucha categoría a Racing por 2 a 0. El segundo gol sería de Emmanuel Gigliotti, el delantero pedido por Bianchi que empezaba a demostrar el porqué de su contratación.

En el club se respira un aire triunfal y los resultados ayudaron a creer posible el título, el empate sin goles frente a Argentinos en La Paternal y la victoria frente a Quilmes (2-0) lograban que Boca llegara al superclásico de la mejor manera.

La imagen del Superclásico: los jugadores de Boca festejando solos (Foto: Infobae)

Por la Fecha 10, se jugó en Nuñez el partido más importante de Argentina: River - Boca. Las lesiones eran moneda corriente en ese momento y el Virrey tuvo que rearmar el equipo poniendo a jugadores en posiciones no habituales. A los 23 minutos del primer tiempo y cuando dominaba River, apareció el goleador Emmanuel Gigliotti y convirtió el gol que produjo el silencio en el estadio riverplatense. A partir de ahí, el conjunto boquense se aferró al tanto y defendió con mucho esfuerzo y corazón el resultado. Los dirigidos por Ramón Díaz no supieron cómo superar a Boca y con el correr de los minutos claudicó su búsqueda.

Con el envión de la victoria frente a River llegó una racha de partidos que trajo resultados que no se esperaban. Frente a Rosario Central parecía una nueva victoria pero se terminó empatando 1 a 1 y con Godoy Cruz se rescató un punto sobre el final gracias a que Claudio Pérez convirtió el penal que marcó el dos a dos final. Una vez finalizado el partido se desataron hechos de violencias entre jugadores que mancharon la buena imagen de los dos equipos. Se volvió a la victoria frente a un hundido Colón de Santa fe (2-0) y así se llegaba un poco mejor a un partido clave para definir para que estaría el equipo de Bianchi en el torneo.

Boca visitaba el Bajo Flores para jugar frente a San Lorenzo sabiendo que una derrota lo hacía perder mucho margen ya que el equipo azulgrana era uno de los animadores del campeonato. No importó el resultado, sino la forma en la que se perdió semejante partido. La actitud mostrada de uno y otro equipo le dio cierta lógica al marcador: San Lorenzo 1-0 Boca. Cerca estuvo de la heroica (como en Mendoza) Claudio Pérez pero erró un penal cuando finalizaba el partido aunque un empate no hubiese tapado lo mal que se había jugado. El xeneize no estaba muerto, pero sus chances de lograr el campeonato entraban a terapia intensiva.

El Chiqui Pérez falló el penal y Boca comenzó a despedirse del título (Foto: Olé)

Esa dura derrota frente a San Lorenzo caló hondo pero aun así con muy poco seguía con chances de salir campeón ya que sus rivales directos perdían puntos todas las fechas. El épico triunfo por dos a uno frente a Tigre volvía a meter de lleno al xeneize en la lucha y se renovaba la ilusión. El conjunto azul y oro sabía muy bien esa historia de encarrilarse en las últimas fechas y obtener títulos impensados. Para mantener viva la llama de la esperanza había que reflejarlo en el campo de juego, pero, una vez más, los golpes pondrían a los de Bianchi contra las cuerdas. Boca cayó nuevamente en una instancia crucial, fue 3 a 2 con Arsenal de Sarandí y puso en jaque su sueño, que a esa altura más que un sueño era una utopía.

El golpe de nocaut el xeneize lo recibió frente a All Boys, por la Fecha 17. La Bombonera latía con el corazón de sus hinchas que nunca abandonaron aunque parezca que el título era una quimera, pero los hinchas poco saben de razones sino que saben de amores. Todo parecía normal y Boca era protagonista de un partido que necesitaba ganar como fuera hasta que promediando el primer tiempo, Juan Román Riquelme sufrió un desgarro y dijo adiós. Los jugadores boquenses vieron salir a su máximo estandarte y se derrumbaron en plena batalla. Los de Floresta supieron aprovechar ese desconcierto, casi infantil, de los jugadores de Bianchi y le hicieron precio al ganarles sólo por dos a cero. Mientras tanto, sus rivales siguieron dándole chances a Boca para poder luchar hasta el último round que tuviera el Torneo Inicial 2013.

La derrota contra All Boys fue un golpe de nocaut para los jugadores (Foto: Minuto Uno)

Nunca fueron conscientes los jugadores que frente a Lanús (que jugó con un equipo muleto por sus compromisos por la Copa Sudamericana) se iría la última oportunidad de pelear por lo imposible. En un partido de ida y vuelta empataron dos a dos y ahí sí, se escribió la fecha en que se rompió la ilusión. A pesar de todas las oportunidades que tuvo, se quedaba afuera de la definición del Inicial.

Sólo para la estadística fue el último encuentro frente a Gimnasia (1-1) en el que los hinchas se manifestaron a favor de Carlos Bianchi más allá de los malos resultados deportivos. Se cerró un año de emociones fuertes, de reencuentros, de ilusiones, de desazón. Una mezcla constante de sentimientos que fue el fiel reflejo de lo que transmitió el equipo dentro del verde césped.

Cambios en la plantilla: Nuevos aires para un equipo en baja

En la segunda mitad de año, hubo una limpieza de plantel para cambiar el panorama y la imagen de lo que fue la primera mitad de año, pero en definitiva esta segunda mitad fue algo similar a la primera, con muchas lesiones en total 60 sumando los dos semestres, a esto se le suma flojos rendimientos de los jugadores, el no haber clasificado a la Copa Sudamericana, el cuerpo técnico que esta en la cuerda floja por la cantidad de lesiones que sufrió el plantel y por no tener respuesta física. Lo positivo de este segundo semestre, es que pese a las dificultades que padeció el plantel no tuvo tan mal torneo término 5º y estuvo en la pelea del titulo hasta las ultimas fechas, pero esto fue producto de la actitud que demostraron los jugadores no por el rendimiento que fue paupérrimo. En esta segunda mitad de semestre el mercado de pases se movió de la siguiente manera.

Altas:

Claudio Riaño: Llego proveniente de San Martín de San Juan, tuvo buenas actuaciones cuando ingresó.

Franco Cángele: Se desvinculó a principios de año del equipo turco donde estaba jugando, pasó los primeros 6 meses entrenando en Boca, luego en el segundo semestre fue fichado por el xeneize y de esta manera quedó habilitado para jugar, no tuvo buen desempeño y no pudo aportar nada a su equipo.

Emmanuel Gigliotti: El goleador llegó de Colón y pagó con goles su llegada a Boca, tuvo actuaciones muy buenas y goles importantes, el más sobresaliente de todos fue el que le hizo a River en el Monumental y que le dio la victoria a su equipo.

Daniel Díaz: El defensor volvió al club donde brilló luego de su paso por el Getafe y Atlético de Madrid, con Boca en este semestre tuvo buenos y malos partidos, dependió siempre de la velocidad rival que tenía enfrente, tendrá que trabajar más en lo físico en la pretemporada para que esto no le vuelva a pasar.

Emanuel Trípodi: El arquero llegó de Quilmes, apenas jugó 3 partidos vistiendo la camiseta de Boca, con la mala fortuna que en todos los encuentros que atajó le hicieron varios goles y su equipo no ganó.

Fernando Gago: Llegó a préstamo del Valencia, durante el semestre jugó muy poco con el xeneize producto de las lesiones que padeció el jugador, pero cuando tuvo que jugar fue muy importante para el equipo y lo hizo en gran nivel.

Jesús Méndez: Volvió a Boca luego de su préstamo a Rosario Central donde consiguió el titulo de la B Nacional, el técnico lo utilizó tanto como volante por izquierda como por derecha y también improvisándolo como lateral derecho en más de una oportunidad, en todas las funciones en que lo puso Bianchi a Méndez en ninguna rindió, siempre le faltó algo para redondear una actuación aceptable, deberá que trabajar mas en la marca y en la proyección.

Emanuel Insúa: El defensor regresó de Godoy Cruz, jugó varios partidos luego se lesionó, volvió a falta de 2 fechas para que termine el torneo, no aportó nada al equipo y al regresar de la lesión se lo vio falto de ritmo y estado físico.

Sebastián Vidal: Volvió luego de su préstamo a Patronato, pero en Boca no pudo jugar.

Joel Acosta: Otro que volvió después de estar a préstamo en Almirante Brown, en Boca recién pudo jugar unos minutos en los últimos partidos del Torneo, no puedo demostrar nada importante el volante.

Bajas:

Cristian Cellay: A mitad de Campeonato rescindió el contrato con Boca, por no tener continuidad.

Walter Erviti: El volante dio por finalizada su etapa en Boca y pidió ser vendido, ahora el volante, exjugador San Lorenzo entre otros equipos está jugando en el Atlante, (México).

Santiago Silva: El delantero de flojo rendimiento en Boca y ante la desaprobación del público y con poco aval del cuerpo técnico decidió seguir su carrera en Lanús.

Oscar Ustari: El arquero al no ser tenido en cuenta se volvió a Europa para tener continuidad, en el conjunto español Almería.

Clemente Rodríguez: Flojo rendimiento del defensor no aportó nada fue de lo peor de la defensa xeneize en el primer semestre, por eso Clemente fue vendido a San Pablo, (Brasil).

Leandro Somoza: Fue perdiendo terreno a manos de Erbes, por eso el volante decidió seguir su carrera en Lanús.

Franco Sosa: Terminó su contrato y fue vendido a Gimnasia Jujuy.

Exequiel Benavides: Al no tener lugar en el equipo fue cedido a préstamo a All Boys.

Ricardo Noir: Otro que no tuvo lugar en el plantel, pero este fue vendido a Banfield.

Orlando Gaona Lugo: Fue cedido a préstamo a Olimpo, debido a que no sumó minutos en el equipo de Bianchi.

Emiliano Albin: Al uruguayo se le venció el préstamo y regresó a Nacional, (Uruguay).

Lautaro Acosta: Al delantero surgido en Lanús también se le venció el préstamo y volvió a Lanus

Las figuras del año xeneize:

Agustín Orión: El arquero xeneize estuvo a la altura de lo que es el club, fue responsable bajo los 3 palos y también a la hora de salir a contar los centros. Su seguridad, su templanza, su carácter, su compromiso con el equipo hicieron que hoy Agustín sea el tercer arquero de la selección nacional, aunque para muchos tendría que ser el titular indiscutido para defender el arco argentino. Las pocas veces que no pudo atajar en el xeneize se lo extrañó en demasía, es un pilar importante y no puede faltar en el conjunto de Bianchi por todo lo que le brinda al equipo.

Emmanuel Gigliotti: El Puma, como ya le dicen los hinchas, llegó a Boca como un delantero temible, su cariño con la gente se lo ganó con el hambre de gol que tiene este atacante del gol. Empezó como suplente ni bien llegó, pero a fuerza de goles, esfuerzo y pura garra hizo que se convirtiera en el delantero titular, relegando a Blandi. A lo largo del semestre fue el goleador del equipo con 7 gritos, uno de los goles más importantes que hizo Gigliotti fue en el Monumental, con su gol Boca ganó 1 a 0 y con eso grito de gol el Puma se terminó de ganar el cariño de la gente.

Fernando Gago: Pese a las lesiones que mal trajo al jugador, las veces que jugó rindió y muy bien. Demostró que si esta bien es una pieza mas que clave en el equipo, con su elegancia, entrega y visión del campo de juego, puede ser fundamental en el medio campo, para absorber la presión de sus compañeros y hacer jugar al equipo.

Juan Román Riquelme: Si bien es fundamental en el campo de juego por todo lo que puede llegar a rendir, al absorber presiones y hacer jugar al equipo, también hay que decir que las lesiones lo tiene a mal traer al enganche del equipo y otro de los problemas de Román es el físico, en este semestre no se lo vio de la mejor forma física, se lo notó cansada, falta de ritmo. Por eso es que necesita de una gran pretemporada, para volver a ser el Román que todos los hinchas conocen y que tan feliz hace con sus lujos, gambetas, asistencias y golazos, a todo el pueblo xeneize.

Las mejores atajadas de Orion:

Los goles de Gigliotti en Boca: