Ubaldo Matildo Fillol o más bien el Pato, como se lo llama cariñosamente en el ámbito del fútbol. Es aquél que nació 21 de Julio de 1950 en la localidad de San Miguel del Monte, provincia de Buenos Aires.

Sus comienzos

Fue en el club de su ciudad natal donde forjó sus primeros pasos como guardameta del deporte que más ama, desde 1960. Allí pasó cuatro años jugando en una categoría amateur, la cual sería la base para empezar a cumplir su sueño como profesional.

Ocho años después debutó en primera, con apenas 18 años (en 1969). El club que tuvo la suerte de ver crecer profesionalmente al mejor arquero de la historia argentina fue el Quilmes Atlético Club, a donde había llegado en 1965 en compañía de un amigo de la infancia. Aquel 1 de Mayo, Ubaldo no tuvo el comienzo esperado ante Huracán, en cancha de Boca Juniors, luego de que su equipo cayera por 6 a 3. Estuvo un año en el banco de suplentes aunque su rendimiento no haya sido el motivo principal, sino el servicio militar.

Quien lo llevaría nuevamente a la titularidad sería Carmelo Faraone, en una gira que realizó por América Central. Desde entonces, el Pato fue figura indiscutida del plantel a pesar que allí vivió su primer y único “fracaso” deportivo: el descenso a la segunda división del fútbol argentino. Luego retornaría a la máxima categoría para seguir sobresaliendo en su posición. Su imponente físico y su afán de ganar todo, fueron la primera impresión que dejó en la cabeza de quienes pudieron verlo en cancha.

Su llegada al Racing Club

En 1972 llegaría a Racing. Todos los clubes importantes de primera (y algunos del exterior) se peleaban por tenerlo, pero los de Avellaneda ganaron el duelo. Con 21 años debutó en uno de los clubes grandes de Argentina y supo defender la camiseta con gran eficiencia y eficacia. Atajó seis penales en una misma temporada, consiguiendo así el récord que aún permanece a su nombre. Ese año la Academia fue subcampeón, detrás del mejor San Lorenzo en la década del ’70.

River y los logros

En 1973, Ubaldo Fillol pasó a formar parte del Club Atlético River Plate. De la mano de Labruna, asume su titularidad en el equipo en 1975 logrando, desde allí, siete campeonatos. Fueron cuatro metropolitanos (cortando con una racha, para el club, de 18 años sin lograr uno): 1975, 1977, 1979 y 1980. Y tres torneos nacionales: 1975, 1979 y 1981.

El Pato logró un nivel inalcanzable y fue convocado a la Selección Nacional para disputar tres mundiales. El final de su carrera en el Millonario fue en 1983, luego de una pelea con el Presidente Aragón Cabrera.

El mejor arquero del mundo

Aunque en 1970 formó parte del seleccionado juvenil y en 1973 pasó a la mayor, el Fillol que quedó en el recuerdo fue cuando, en 1974, fue convocado a la Selección Argentina para ser el tercer arquero (detrás de Daniel Carnevali y Miguel Ángel Santoro) en el mundial de Alemania. Su debut se dio el 3 de Julio ante el país organizador, con el marcador finalizado 1 a 1.

En 1978, logró salir campeón en el Mundial de Argentina y es elegido, además, como el mejor portero del planeta. Este fue el año consagratorio de Ubaldo Matildo Fillol en su trayectoria deportiva.

Posteriormente disputó la Copa del Mundo de España 1982, donde el plantel nacional no llegó bien preparado aunque el guardameta demostró una vez más su firmeza para defender la camiseta.

El 30 de Junio de 1985 disputó su último partido con la Albiceleste, en el empate 2 a 2 ante Perú. Jugó todos los partidos de eliminatorias para México ’86 pero, sin explicaciones, Carlos Bilardo lo excluyó del equipo que posteriormente logró el título.

Su paso por el exterior

Luego de un fugaz paso en 1983 por Argentinos Juniors, pasó a ser parte del Flamengo de Brasil. Su performance fue impecable y logró quedarse en el corazón de los simpatizantes como un ídolo más. Allí logró la Copa Guanabara en 1984.

A los 35 llegaría su ida a Europa. El Atlético de Madrid fue el club que pudo adquirir al guardameta argentino. Hizo valer su compra a pesar de haber jugado pocos partidos (17).

Vuelta a Argentina

En 1987 se produce su vuelta al país. Nuevamente para defender la casaca del Racing Club. Aunque Rosario Central se había interesado en él, el Pato regresó a su amado club por ser uno de los ídolos y por Alfio Basile (DT de la Academia en aquel entonces). Aquí consiguió ganar la primera SUPERCOPA Sudamericana, y la Interamericana.

En 1989 pasa a Vélez Sarsfield de la mano del mismo técnico que lo había convencido de volver anteriormente a Avellaneda.

Finalmente, en 1990, el mejor arquero de la historia argentina se retira en el equipo de Liniers. Le negó el campeonato a River Plate luego de atajarle un penal para conseguir el título de “récord de penales atajados en el fútbol argentino” (26), compartiéndolo con el loco Hugo Orlando Gatti.

Las atajadas del Pato

En la revancha entre Argentina y Holanda, luego de la final de 1978 en la que nuestra selección se consagró campeona del mundo por primera vez, Fillo le contuvo tres penales a los europeos.

Las mejores atajadas