Él es Daniel Jiménez, un goleador de pura cepa. Nació en Rafaela el 4 de diciembre de 1970 y tuvo su debut profesional en 1992, jugando para Peñarol de su ciudad. Pasó por muchos clubes, pero si en alguno de ellos dejó una marca importante es Instituto Atlético Central Córdoba, en donde tuvo tres pasos. Se ganó un lugar en el corazón de los hinchas y el título de segundo máximo goleador de la institución: 89 goles en 174 partidos, quedando a cuatro goles del máximo artillero Oscar Dertycia (93 goles en 221 encuentros).

Luego de meses complicados en la institución en los ámbitos político y financiero, como lo fueron los últimos del año pasado y los primeros del presente (aunque en la actualidad permanecen), en lo deportivo Elvio Agüero no lograba buenos resultados. Con la llegada de la nueva dirigencia y la renuncia del ex entrenador de arqueros, se tomó la decisión de que el ídolo rafaelino sea el nuevo DT.

El 5 de Marzo se produjo la presentación de Daniel Ángel Jiménez como responsable del plantel profesional. Tres días más tarde tuvo su primer partido en el Monumental de Alta Córdoba. Su debut personal y en el club, ocupando ese cargo, empezó con un empate 2-2 frente a Atlético Tucumán. La Gloria había comenzado con un 2-0 y, con más suerte que merecimiento, el Decano lo igualó. Ese día, desde las tribunas del Juan D. Perón, bajaban los cantos al son de "Jiménez, Jiménez...", la gente estaba feliz porque el ídolo estaba en su casa. Más allá de terminar la etapa sin lograr el ascenso, el objetivo primordial eran los 60 puntos de los que tanto dependía el Albirrojo para no complicarse en el descenso, y se los alcanzó.

En lo que va del Torneo de Transición Nacional B 2014, Instituto empezó con el pie izquierdo y no puede levantar cabeza aún. En las primeras fechas demostró buen juego pero falta de contundencia, pero en los últimos tres partidos no logró hacer pie. Hasta el momento lleva 3 puntos de 15 disputados y Miliki ya se puso un plazo: si no gana el domingo ante Boca Unidos, es posible que abandone su puesto.

Desde su asunción, junto a Dertycia como ayudante de campo, disputaron 21 partidos de Nacional B: 7 victorias e igual cantidad de empates y derrotas. Además disputó 4 partidos de Copa Argentina: dos triunfos (sobre Chacarita y Arsenal), un empate (que luego venció en penales 5-4 sobre Patronato) y uno perdido que implicó la eliminación (ante Estudiantes de Caseros).

Miliki tendrá unos días para trabajar y tratar de darle vuelta la cara al equipo y ganar el domingo. La imagen del ídolo es algo que los hinchas no confunden ni manchan, por eso quieren su continuidad. El simpatizante glorioso y la dirigencia, más allá de cualquier resultado, lo banca.