El clásico, o mejor dicho el Superclasico siempre tiene una historia en particular. Los Boca y River son vistos en todo el mundo y son de esos partidos que nadie se quiere perder. A la altura de los Barcelona - Real Madrid.

En el 2004 se iba a dar una historia en particular. Boca y River se enfrentarían en la semifinales ni más ni menos que de la Copa Libertadores. Boca llegaba de ganarla a Sao Caetano y por su lado, River de vencer en los Cuartos de Final al Deportivo Cali.

La ida se disputó en la Bombonera, en el templo Xeneize. El partido, como se esparaba fue de esos encuentros en donde los roces prevalecerían. Roces de un lado y del otro, incluyendo golpes de puño como los que propicio Ameli a Vargas y a Barijho. El marcador lo abriría Boca, con gol del Flaco Schiavi de cabeza.

Pero los roces previos en el partido, pasarían a un grado mayor en el momento en que Cascini y Gallardo (actual DT de River) fueron expulsados por el arbitro: Claudio Martin, en el medio de esas expulsiones se pudo observar las tiradas de pelo de Ameli al Pato Abbondanzieri y el insólito arañazo de Gallardo al arquero Xeneize. En el partido, hablando de situaciones, mucho más no iba a pasar; si recordar la expulsión de Ariel Garce.

Resumen del partido de ida en la Bombonera:

La vuelta fue el en el Monumental, en el impecable billar que dispone la institución de la banda. El partido iba a ser no apto para cardiacos: fue infartante, no le falto nada, sobraron emociones.

Poco para destacar de la primera parte, y mucho para destacar de la segunda. Ni bien arrancaba la segunda etapa, a los 20 segundos, se iba expulsado Vargas en Boca. Minutos después llegaría la alegría para River, Lucho González puso el 1-0 con un extraordinario disparó de afuera del area. Ese resultado forzaba la definición desde los penales.

Por el lado de Boca el mellizo Guillermo Barros Schelotto, comenzaba a hacer de la suyas, en principio era agredido por hinchas de River que le tiraban de todo. Por su parte River iba a sufrir en primera instancia la lesión que sufría Rojas, quien se rompió los ligamentos y por haber hecho previamente los 3 cambios, obligaba a River a continuar con 10, pero eso no sería todo: luego y tan solo en unos minutos despues, se quedaría con 9 por expulsión de Sambueza.

Las emociones parecían haber terminado de una vez, pero todavía faltaba mucho. A los 89’ del ST Franco Cángele realizó algo impensado al desbordar por izquierda ante la marca de Juan Fernández y meter un centro bajo y rasante para que Tevez marqué el 1-1 a dándole la clasificación a Boca. El recordado festejo de Tevez, haciendo ante 70 mil personas “la gallinita”; festejo que termino con la expulsión del ‘Apache’.

El tan recordado festejo de Tevez. (Fuente: www.goal.com)

Todo Boca festejaba, y todo River sentía la angustia de no haber llegado al menos a los penales. Transcurría el minuto 93’ del ST y River disponía de la última jugada: un tiro libre: centro y gol de Cristian Nasuti, que marcaba el 2-1 y forzaba a los penales. El Monumental estalló en ese instante.

El central de River, Cristian Nasuti, corriendo gritando su gol. (Fuente: es.paperblog.com)

Como si todo lo anterior pasado en el partido era poco, faltaban los penales:

El chileno Salas maracaría y pondría la definición 1-0. Por el lado de Boca el primer penal, pateado y convertido sería gestado por Schiavi.

El 2-1 para River lo ponía el Rolfi Montenegro, mientras que Pablo Alvarez, convertía para Boca y la serie estaba 2-2.

Era el turno de Cavenaghi, quien no iba a romper la racha de penales convertidos y se sumo a los demás, 3-2 para River. El margen de error cada vez era mayor, Pablo Ledesma para Boca, marcó el parcial 3-3.

Le tocaba ahora a quien había marcado el primer gol del encuentro de la vuelta, Lucho Gonzalez, que tampoco fallaría, 4-3 la serie estaba para River. Nicolas Burdisso tomaba la pelota y caminaba hacia el área donde los esperaba Lux agazapado; el central de Boca no fallaría e igualaría en cuatro la serie.

Solo faltaba el ultimo penal para cada equipo, hasta el momento la efectividad de los pateadores era del 100%, pero… el turno fue para River, específicamente para Maxi Lopez, que sin la suerte de los demás, y por la excelente estirada de Abbondanzieri, erraba su penal, o mejor dicho, el Pato le atajaba su disparo.

Toda la presión pasó para Javier Villarreal, encargado de patear el 5to y definitivo penal para Boca; con toda la experiencia Villarreal convirtió su penal y enmudeció a 70 mil almas que se encontraban en el Monumental, dandole a Boca su pase a la final en la épica y tan recordada semifinal del 2004 de la Copa Libertadores.

El gol de Villarreal para que Boca elimine a River. (Fuente: cabj-blog.blogspot.com)

Resumen de la vuelta en el Monumental: