Un evento único en el mundo. Argentina se revoluciona y los planetas se alinean cuando los dos clubes más grandes del país disputan un clásico, una final aparte que tiene un valor muy grande, aún más cuando es por copas internacionales. El Millonario vuelve a enfrentar al eterno rival y buscará vengarse del último enfrentamiento fuera del ámbito local, cuando cayó en la semifinal de la Copa Libertadores 2004 por penales. 

Los protagonistas varían, los árbitros van y vienen pero es la camiseta la que perdura a través de los años y se impone ante cualquier circunstancia. Los resultados se mantienen en la retina del hincha y, a veces, se suele agarrar de los antecedentes para prever lo que puede suceder ante cada evento de esta magnitud. El Millonario enfrentó a Boca por copas internacionales en 24 ocasiones, 22 en Copas Libertadores, en las cuales triunfo en 6 contra los 10 de la vereda del frente, el resto fueron empates. Hay que viajar al año 1966 para remontarse al primer encuentro entre ambos, el equipo de la Banda ganó el partido por 2 a 1, por la primera fase y con goles de Sarnari y Baro. 

El historial no beneficia a las aspiraciones de River pero está claro que las estadísticas están para romperse y la historia la escriben los propios jugadores dentro de la cancha. De las tres veces que se enfrentaron mano a mano, Boca siempre salió victorioso. Por su parte, el equipo de Gallardo sabe lo que es enfrentar al eterno rival este año y no le conoció la cara a la derrota en 6 encuentros disputados, con tres triunfos y tres empates. 

El conjunto de Núñez va por otra final, con sed de venganza y mucho por ganar. Como en 1986, cuando Antonio Alzamendi le daba la victoria por 1 a 0 en la primera ronda de la Copa Libertadores, para después consagrarse campeón de América por primera vez. Un encuentro aparte, un espectáculo único que se guardará en lo más importante del fútbol argentino. Por el pasado y por el presente, el Millonario va en busca de la gloria copera.