Sin dudas que uno de los recuerdos imborrables para el hincha de Rosario Central fue, es y será la llave disputada con América de Cali por los cuartos de final de la Copa Libertadores 2001. Hoy se cumplen 14 años de aquella gran "hazaña en Cali" y esa noche de una alegría inmensurable perdurará por siempre en las retinas auriazules.

En dicha edición de la Copa, el Canalla formó parte del Grupo 1 junto a Junior de Barranquilla (Colombia), Vélez Sarsfield y Universitario de Deportes (Perú), obteniendo el primer puesto con 13 puntos, producto de cuatro triunfos, un empate y una derrota, con 13 goles a favor y 4 en contra.

LOCAL RESULTADO VISITANTE
Junior 3 - 1 Rosario Central
Rosario Central 6 - 0 Universitario
Rosario Central 2 - 0 Vélez Sarsfield
Universitario 1 - 1 Rosario Central
Rosario Central 1 - 0 Junior
Vélez Sarsfield 0 - 2 Rosario Central

De esta manera los dirigidos por Edgardo Bauza clasificaron a los octavos de final, instancia en la que debieron enfrentar al Cobreloa de Chile. En tierras trasandinas el Canalla se impuso 3-2 con goles de Loeschbor, Cuberas y el 'Equi' González, mientras que en Rosario fue empate 1-1 con un tanto de De Bruno, logrando así el pasaje a los cuartos de final.

El 22 de mayo Central recibía al América de Cali en el Gigante de Arroyito y con un gol de Juan Antonio Pizzi daba el primer paso pensando en las semifinales. Pero el partido revancha en Colombia iba le aguardaba al Canalla una noche de muchas emociones y sufrimiento, más allá del final feliz.

Aquel 29 de mayo del 2001 la historia comenzó torcida en el Estadio Pascual Guerrero, ya que en diez minutos los Diablos Rojos ganaban 2-0 con tantos de Herrera y Vázquez, y llegando a la media hora de juego González ampliaría la ventaja a 3-0 con un certero tiro libre.

Pero cuando parecía que estaba todo definido y los hinchas del Américaba gozaban lo que estaba ocurriendo con el famoso canto 'ole, ole', Juan Antonio Pizzi se convertiría en uno de los héroes al marcar dos goles en dos minutos para empatar la serie y definir la clasificación a través de los penales.

Foto: La Capital

Y desde los doce pasos, quien se llevó todas las luces fue Laureano Tombolini, el arquero auriazul se lució tapando cuatro penales y con un resultado final de 4-3 Rosario Central hizo historia en Cali, eliminó al conjunto colombiano y avanzó a las semifinales de la Copa Libertadores, donde luego sería eliminado por el Cruz Azul de México.

Aquella noche gloriosa los dirigidos por Bauza formaron con Tombolini; Marra, Loeschbor, Díaz, Lequi; Moreno y Fabianesi, Erroz, Cuberas; Equi González; Pizzi y Maceratesi. En los penales fallaron Lequi, Cuberas, De Bruno y Moreno y Fabianesi, mientras que Díaz, Vespa, Pizzi y Erroz anotaron sus disparos.

SEGUNDO TIEMPO

PENALES

El año pasado, Laureano Tombolini en contacto con el Sitio Oficial de Rosario Central recordó aquella memorable hazaña y expresó: "Si bien el partido de ida fue difícil, porque la diferencia era mínima, por el equipo que teníamos, estábamos convencidos de que podíamos hacer un buen papel jugando como visitante. Ellos se pusieron en ventaja demasiado rápido y es como que, empezaron a manejar el partido y a nosotros se nos hizo muy difícil. Aunque uno no se entrega, daba para pensar que era el final de la Copa para nosotros, pero suceden esas cosas inexplicables que tiene el fútbol, el hecho de no entregarse, de tener el corazón que tenía ese grupo. Por ahí cuando vos metes un gol a los 45 minutos del segundo tiempo, lo primero que pensás es ‘¿alcanzará para la hazaña?’. Después para colmo, ellos sacaron desde el medio y tuvieron una jugada en la que quedaron mano a mano dos jugadores: primero pateó uno y tapé, y en el rebote volví a tapar, de ahí nace lo que es el segundo gol nuestro, fue la locura de todos, festejos, correr hasta el banco, saludarnos entre todos. Encima el técnico del rival empezó a hacer cambios para cuidar a sus jugadores para el próximo partido, pero se terminó quedando sin nada".

Foto: La Capital

"Estaba tranquilo, pero entré a desesperar cuando se terminaron los cinco penales para cada lado, porque yo veía que atajaba, pero venía un compañero y erraba. Ya en el segundo penal de la tanda mano a mano me empecé a desesperar, pero por suerte pude atajar el último y Erroz pudo definirlo y desatar la locura que fue, porque ese grupo era una gran familia. Fue uno de los mejores grupos que tuve en mi carrera. Esa noche fue algo que se vive muy pocas veces en la vida y muy pocos pueden llegar a vivir algo así. Tuve la suerte y el privilegio de estar en ese momento tan especial como fue el pase a semifinal, así como también como lo que fue la llegada al aeropuerto de Rosario desde México o lo que fue el viaje desde la concentración hasta la cancha de Central, con toda la gente colmando las avenidas… son los momentos más importantes para mi carrera".