Finalizó el primer semestre de este torneo largo, el saldo para Rosario Central es mucho más que positivo, parte de este gran presente es gracias a Eduardo Coudet, primera experiencia como Dt nada más y nada menos que en su amado Canaya, demostrando y dejando en claro en solo 16 partidos (15 por el torneo local y 1 por Copa Argentina) cual es su idea de juego: salir a ganar en cualquier lugar.

Así es, sin miedo a sufrir una goleada, o que su arco sea bombardeado, Coudet desde el primer día presentó formaciones ofensivas pero al mismo tiempo equilibradas con una idea de juego clara, pelota al pie sin desesperación, un equipo que sea corto y preciso, que ejerza presión desde los delanteros para así recuperar la pelota en campo contrario y poder generar mas chances de gol, un equipo ancho con jugadores que juegan pegados a la raya de costado demostrando como principal característica su velocidad, y un delantero goleador que cierre la columna vertebral del equipo.

Todo eso no solo lo planteó sino que lo llevó a cabo, cumplió con la parte mas difícil de todas, transmitirle a 30 jugadores como va a disputar cada encuentro ahora Rosario Central, recuperando su idiosincrasia histórica.

Coudet consiguió mezclar juventud con experiencia, y logró contagiar su amor por la camiseta a los que ya estaban, a los nuevos y a los jugadores Canayas que estaban jugando en otros lugares. Por eso formó una columna vital con Caranta como su arquero, con Donatti siendo el líder en la defensa pero que a su costado tiene la juventud de Yeimar y la experiencia y devoción por la camiseta de Pablo Alvarez y Cristian Villagra, seguido por Damian Musto y Nery Dominguez, el que marca y el que distribuye respectivamente. Encontró en Jonas Aguirre su wing perfecto, con velocidad y verticalidad, en Franco Cervi frescura y guapeza y en la línea de delanteros tiene una mezcla de todo lo anterior dicho con Marco Ruben, Cesar Delgado y Franco Niell.

Lo que logró Coudet en 6 meses no lo consiguen muchos técnicos y sin duda alguno esto tendrá que ver por el sentimiento que tiene el platinado por la azul y amarilla de Arroyito. Hoy se puede ver un plantel totalmente comprometido con una idea de juego y con estos dos colores que tanta pasión generan.