Veinticuatro años pasaron de aquel 11 de agosto en que Gabriel Batistuta decidió dejar de jugar en Boca para irse a jugar al fútbol europeo. Si bien su paso por el club fue bastante corto, es un jugador muy recordado y querido por los hinchas xeneizes.

El Bati llegó al club a mediados de 1990, proveniente de River, el eterno rival, donde no tuvo una gran actuación (4 goles en 24 partidos jugados). Su debut con la camiseta azul y oro no fue el mejor: Boca perdió 2-1 con Rosario Central en la Bombonera, y Gabriel erró un gol con el arco vacío.

Sin embargo, con la llegada de Óscar Washington Tabárez como DT en 1991, Batistuta comenzó a explotar y su nombre se convirtió en sinónimo de gol. Ya en el primer partido con el uruguayo en el banco, fue el encargado de convertir el segundo gol en la victoria 3-1 frente a Platense. Además, es recordado por los tres goles a Racing en la goleada 6-1, y los dobletes al Corinthians de Brasil y River en la Copa Libertadores de 1991.

Gracias a todos los goles convertidos, Batistuta fue convocado a la Selección mayor por Alfio Basile para disputar la Copa América 1991. Ya en el primer partido, mostró su condición de goleador y marcó dos goles en la victoria del conjunto albiceleste sobre Venezuela. El resto es historia conocida: Argentina se coronó campeón y El Bati fue el goleador del torneo. Desde allí no paró, y hasta el día de hoy sigue siendo el máximo goleador de la Selección.

A mediados de 1991, Gabriel Batistuta terminó su estadía en el club de la Ribera y fue vendido a la Fiorentina, equipo italiano que militaba en la Serie A. Lamentablemente, el delantero no pudo despedirse de la mejor manera: Boca cayó frente a San Lorenzo en la Liguilla 1990/91 y no pudo convertir ningún gol.

En total, El Bati jugó 47 partidos (34 en torneo local y 13 internacionales) y convirtió 19 goles (13 en torneo local y 6 internacionales). Además, logró coronarse campeón en el Torneo Clausura 1991, título que Boca ganó de forma invicta y con sólo 6 goles en contra en 19 partidos. Sin embargo, la convocatoria a la Selección no le permitió jugar las finales frente a Newell's.