Fue un viaje sin fin. Luego de recorrer toda América para ganar la Copa Libertadores, el Millonario debía viajar a Osaka para la Suruga Bank, final que se ganó tras haber obtenido la Sudamericana 2014.

Marcelo Gallardo llevó a lo mejor de su plantel (a excepción de Lucas Alario y Rodrigo Mora) y rápidamente estableció el dominio del encuentro ante Gamba Osaka, que jugaba en su estadio y acostumbrado al clima (30 grados en el atardecer japonés).

A los seis minutos llegó la apertura del marcador, luego de una falta en el área sobre Nicolás Bertolo que Carlos Sanchez canjeó por gol, como ante Tigres en la final de la Libertadores.

Con el correr de los minutos, River dominaba a voluntad, mejor ordenado tácticamente y con espacios para desbordar. El local solo contaba con las ganas del brasileño Patric, que tuvo el empate tras un mal cálculo de Marcelo Barovero, que le dejó el arco libre pero luego se repuso y mandó la pelota al córner.

El segundo gol estaba al caer, dada la supremacía riverplatense en el campo de juego, ganando las pelotas divididas y apretado el acelerador de tres cuartos de cancha en adelante. A los 30 minutos, por intermedio de un tiro de esquina, Gabriel Mercado anotó de cabeza el segundo tanto, liquidando el trámite.

El local no tenía respuestas, más allá de un tiro libre que Endo aprovechó (distracción de la defensa) y dejó a Patric solo para definir, pero Trapito resolvió sin priblemas. En el epílogo de la primera parte, Javier Saviola se le sirvió en bandeja a Sánchez, que de volea reventó el travesaño.

En un partido donde cada entrenador disponía de seis cambios, en el complemento el Muñeco aprovechó para hacer descansar a algunos de sus titulares, pensando en al seguidilla que arrastran, y puso en cancha a Leonardo Pisculichi, Gonzalo Martínez y Tabaré Viudez, para darle velocidad al equipo y hacer circular la pelota.

Del lado de Gamba Osaka, los ingresos de Fujiharu y Kurata le dieron más aire y ataque a los locales, que tuvieron chances de achicar la evntaja, pero sin eficacia. La más importante fue los 3´ de la segunda etapa, cuando Lins (el otro brasileño del equipo japonés) hizo una gran jugada individual pero su remate se fue apenas desviado.

Es así que el Pity, cuando iban 15´ del segundo tiempo, tiró una diagonal y definió con clase, de zurda, cruzado y al ángulo, para poner el pleito 3-0.

Con los ingresos de Luis González y Camilo Mayada, corrieron los minutos y River resignó el ataque, donde de notaba el cansancio por el viaje. El equipo de Osaka pudo llevarse al menos un gol, primero por medio de Akamine y luego por Kurata, pero Baroovero estaba lúcido y mantuvo su valla en cero.

Fue final del partido, con goleada incluida y demostrando la jerarquía indididual y colectiva del Millonario. Noveno título internacional de su historia para River y cuarta Copa consecutiva en la era Gallardo: Sudamericana, Recopa, Libertadores y Suruga Bank. Además, se convirtió en segundo equipo argentino en obtenerla (tras Arsenal, en el 2008; Independiente y Lanús no la consiguieron). Una Copa más, con aroma japonés, de Osaka a Núñez.

Los goles: