En el fútbol argentino de hoy en día, no es un trámite cualquiera conseguir refuerzos que con el tiempo respondan a las expectativas creadas previamente. No son muchos los jugadores que suele adquirir Independiente y que al poco tiempo ya se lo aplauda desde las tribunas por sus rendimientos adentro del campo de juego. Aunque éste sí es el caso del uruguayo Diego Vera.

Viruta, como se lo conoce popularmente, arribó al club en el mercado de pases de julio, tras ser uno de los anhelos del en ese momento nuevo DT, Mauricio Pellegrino. Él mismo lo había dirigido en Estudiantes de La Plata, por lo que tenía buenas referencias del atacante. En el Pincha, en el año y medio que estuvo, había convertido una gran cantidad de goles y en especial, varios importantes como en clásicos ante Gimnasia. Por eso mismo, más otras aptitudes, Vera fue cotizado en aproximadamente 15 millones de pesos. Y fue por esa cifra millonaria que la entidad de Avellaneda lo compró.

El futbolista nacido en Montevideo selló su vínculo por tres temporadas y se ilusionaba con conformar la vieja delantera tan redituable de Rafaela, con Lucas Albertengo. Y así fue, desde el principio comenzó a trabajar duro para ganarse la consideración del entrenador y con la cabeza puesta en jugar de titular el resto del año. A fuerza de goles y buenas actuaciones, consiguió su objetivo y, desde la lesión de su ex compañero en la Crema, se volvió indiscutible en el armado del equipo para el técnico. 

Como todo jugador charrúa, tiene ese "plus" de ser aguerrido, de no dar ninguna pelota por perdida y de ser reconocido por todos los simpatizantes. Sin embargo, en Independiente, es más que eso, más que un fubolista "huevero", en criollo. Es un goleador de raza, de esos que siempre están bien ubicados donde deben, de esos que saben a donde va a ir la pelota en un centro o luego de un rebote. Por eso mismo fue que obtuvo rápidamente resultados: sumando tanto competencias locales como internacionales, convirtió 6 tantos en nada más que 16 partidos con la camiseta del Rey de Copas.

Se espera que de la mano de sus gritos, Independiente pueda lograr la clasificación a la Copa Libertadores e intentar hacerse con ella después de tantos años sin consagrarse en ese ámbito... ¿Logrará Viruta, darle una mano al club para volver a gritar campeón?