Nació en 1902 y se despidió del mundo el 22 de noviembre de 1978, a los 76 años. Un hombre tan honorable que no merecía menos que el Monumental, por eso así se llama el estadio desde 1986 que, gracias a él, se mudó de Alvear y Tagle a la ubicación actual sobre Figueroa Alcorta 7597 desde el 25 de mayo de 1938. Cuatro mandatos, que significaron 20 años dirigiendo al club, fueron más que importantes para la historia de River. 

Su primera gestión fue llevada a cabo desde 1933, pero ya desde antes aportó su grano de arena. Fue ídea suya, en 1932, haber comprado a los jugadores Carlos Peucelle y Bernabé Ferreyra, el último por una suma de 35.000 pesos que en ese momento significaron una barbaridad, por lo que hoy, y desde ese momento, la institución toma el mote de "Millonario". También fue Liberti quien cambió el uniforme a bastones por el de la banda roja, que fue usada por primera vez ante Chacarita en ese mismo año.

Además, con él al mando El Más Grande ganó tres campeonatos de Primera División (1945, 1947, 1952), dos Copas Aldao (1945, 1947) y una Copa Ibarguren. También fue el gran impulsor del fútbol espectáculo en los años 60', debido a las compras de los extranjeros Domingo Pérez de Uruguay, Pepillo de España y Moacir, Delém y Roberto Zárate de Brasil.

Sin dudas que gran parte de la historia que lleva el manto sagrado se debe a sus proyectos dirigenciales. Aunque se apartó del club en 1967 por los pocos éxitos deportivos, recordados como la gran sequía de 18 años, el amor propio de Antonio le dieron una identidad a River que lo hizo un gigante y nunca nadie llevó tantos años el mando institucional, eso refleja el respaldo que tuvo siempre y lo importante que fue.