A lo que hoy se lo denomina "Mundial de Clubes", en la década del 80 todavía se lo llamaba Copa Intercontinental. Esa Copa que hoy reina dos veces en las vitrinas de la sede social de Mitre, en Avellaneda. El campeón de América ante el campeón de Europa. Así como venció a la temible Juventus en 1973, ésta vez Independiente se enfrentó al poderoso y más grande equipo de Inglaterra y el Reino Unido, el Liverpool FC de Joe Fagan.

Liverpool fue campeón de la UEFA Champions League de 1983/1984, derrotando en el Estadio Olímpico de Italia a la AS Roma.

Foto: EMPICS


La alegría de los ´Reds´ tras conquistar su primera Champions League.

Por su parte, Independiente venía de ser campeón de la Copa Libertadores de 1984 ante el Gremio de Porto Alegre.

El Rojo y su séptima Libertadores.

Burruchaga, Trossero y el mágico Bochini alzan la séptima Libertadores de Independiente.



El 9 de diciembre se vieron las caras en el Estadio Olímpico de Tokio. Final a partido único determinaría quién era el mejor equipo del mundo. A las 19:30 de Japón, el árbitro brasileño Romualdo Filho dio comienzo al partido.

Independiente formó con: Goyén; Clausen, Villaverde, Trossero, Enrique; Giusti, Marangoni, Bochini, Burruchaga; Percudani y Barberón.
Liverpool comenzó así: Grobbelaar; Neal, Nicol, Kenney, Hansen; Gillespie, Dalglish, Molby, Rush; Johnston y Wark.

Si bien el partido fue duro y trabado en mitad de campo, el gol no tardó en llegar. Luego de una serie de rebotes y pelotas divididas en la mitad de la cancha, la pelota le quedó al excelso pie derecho del fino Marangoni quien colocó una gran hablitación por encima de la línea defensiva inglesa para Percudani, quién quedó sólo a 30 metros de la portería rival y tras la corrida definió con delicadeza al costado izquierdo del arquero sudafricano. 1 a 0 en tan solo 6 minutos para los dirigidos por el eterno y entrañable José Omar Pastoriza. Aquí el gol:



Posteriormente, Pastoriza ordenó a sus jugadores bajar la intensidad del mediocampo y permitir que Liverpool maneje el partido y los tiempos del mismo. La idea del "Pato" estaba dando resultado, ya que la línea defensiva del Rojo era impasable por abajo y por arriba. La categoría, el carácter y el gran condición de la zaga Villaverde-Trossero, sumado a la presión y el buen estado del mediocampo, impidieron al Liverpool marcar. El segundo tiempo fue igual, ya que los ingleses se desesperaron con el correr del tiempo. Independiente aguantó de manera inteligente, recuperando balones y generando contraataques a cargo del ídolo Bochini en busca de Barberón o Percudani, como en el gol del principio.

Así transcurrió el resto del partido hasta el pitazo final. Independiente venció al gran Liverpool de Inglaterra y conoció la gloria una vez más.
El Rojo, campeón del mundo por 2° vez.
El pitazo final dio rienda suelta a una alegría inmensa. Los héroes Rojos se estrechan en un abrazo infinito.

Quizás no de la manera en la que fue campeón de América, quizas no de la manera en la que la historia manda ni la que estaba acostumbrado a jugar. Pero valieron lo mismo y son parte de la gran y rica historia de este majestuoso Club de Avellaneda. El Rojo fue campeón una vez más y el mundo conoció otra hazaña del Rey de Copas. La Intercontinental del 84 fue el título internacional Nº 12 de los 16 que constituyen al insgine y prestigioso Independiente.