66.500.000 pesos, ese fue el número de la muerte, el número que rompió el corazón de miles de hinchas. El presidente de la institución en aquel entonces, sabía que esa deuda no se podía pagar, por lo que solicitó un pedido de quiebra al Juzgado Civil. Este pedido fue aceptado el 13 de julio de 1998, y a partir de aquel día quedó en manos de la Justicia, que decretó como encargada a Liliana Ripoll.

Los días pasaban, y la deuda seguía intacta. Una tormenta de malas noticias llegaba a una parte de Avellaneda. El 04 de marzo de 1999, Ripoll se hizo cargo de esta abrumadora noticia para el mundo académico. ''Racing Club ha dejado de existir'', hinchas enojados, dolidos, y otros que hasta no caían que esta noticia podía ser cierto.

Daniel Lalín, salió a aclarar en que situación estaba el club, pero no fue bien recibido. Silbidos, insultos, y también los hinchas le tiraron un bombo en su cara que le dejó sangrando la cara.

Pero el problema no pasaba solamente por lo institucional, también por lo futbolístico, porque a causa de esta deuda Racing no estaba habilitado para jugar el Torneo Clausura. Sin embargo se amplió el fallo, y la Cámara de Apelaciones de La Plata autorizó a que pudiera disputar el campeonato, siempre y cuando el club ordenará la liquidación de sus bienes.

Jugadores como Rubén Capria, Diego Latorre, Claudio Ubera, José Chactruc, vivieron este momento visitiendo la camiseta albiceleste.

''Era incierto para nosotros, no sabíamos que iba a pasar o como terminaba todo. De hecho, un grupo de futbolistas fuimos hasta el Congreso pero no teníamos los argumentos jurídicos válidos como para exponer frente a las autoridades'', explicó en su momento el volante ex Estudiantes.

Mismo Latorre que llegaba del conjunto Xeneize contó: ''Había mucha desorganización, no estaba claro quien era el que tenía que dar las órdenes, era como un club chico dentro de un club grande, la realidad era que no había infraestructura. El estado del club era como el 2001 en Argentina, un desastre, peor no podíamos estar''.

Con mucho orgullo, inflandose el pecho, el hincha viste día a día esta camiseta. Porque Racing vivió una época muy mala, y ellos estuvieron siempre al pie del cañón. Inflan el pecho, y con mucha fuerza y ganas cantan una de las canciones que identifica su historia: ''No me olvido ese día, que una vieja chiflada decía, que Racing no existia que tenía que ser liquidado''.