Agustín Campomar debutó en Primera con la camiseta del Celeste el 4 de marzo de 2011. Luego tuvo un paso por Defensores de Belgrano y Brown de Adrogué, entre otros. Actualmente, integra el plantel de Don Bosco, equipo que participa en la liga más importante de Haití.

- ¿Cómo consideras tu paso por Temperley? Teniendo en cuenta que eran realidades muy distintas a las de hoy.

- Mi paso por el Club para mí fue bueno. De tantos jugadores, poder jugar en primera fue un sueño hecho realidad. Eran otros tiempos, muy malos y con una mala gestión, entrenábamos en cancha de tierra al lado de las vías esquivando piedras.

- ¿El gol frente a Barracas Central fue el más importante de tu carrera?

- Todos los goles son importantes, pero ese lo necesitaba más y se lo debía al técnico (Guillermo Duró) que me bancó. Después de haber sido expulsado por una mala reacción mía, apenas cumplí la sanción me citó.

- ¿Cómo fue tu salida del Club?

- Estaba todo bien, tenía que renovar el contrato y un día de la nada me llamaron y me dijeron que no vaya más. La verdad me dolió mucho, me dieron ganas de dejar el fútbol porque estaban jugando con mis sentimientos. Después de haberme sacrificado tanto por el Club y pasar momentos malos, cuando estaban por venir las buenas (Ya había asumido como presidente Hernán Lewin) que te hagan eso es feo. Yo quería estar en la cancha cuando se cumplían los 100 años de Temperley, pero es así el fútbol.

- ¿Pensás que la decisión que tomaron fue por algo en particular?

- No pienso en cómo fue. No le echo la culpa a nadie tampoco, pero yo dejaba la vida por esos colores. Me hubiese gustado que por lo menos me digan el por qué en la cara y no por teléfono. Después de 15 años en el Club fue feo salir de esa manera.

- ¿Cómo fue que llegaste a jugar en Haití?

- Un haitiano estuvo en Temperley en inferiores y siempre le gustó mi forma de jugar. Pasaron los años y él se fue a Haití a dirigir. Anteriormente me había ofrecido para venir para acá, pero yo esta con club, y este año me volvió a insistir y no lo dudé. Quería vivir la experiencia, y también fue gracias a mi familia.

- ¿Te costó adaptarte al país? Tanto en lo personal como en lo futbolístico.

- En lo personal me costó porque se extraña mucho a la familia, pero me pude adaptar. La gente de acá es muy buena, ellos te tratan como hermanos y me hacen sentir como uno más de ellos. En cuanto a lo futbolístico también cuesta, hasta que te vas conociendo con los compañeros. Los primeros días no me tocaban ni una pelota, pero son cosas que pasan.

- ¿Cuál es futuro futbolístico de Agustín Campomar?

- Tengo contrato hasta diciembre. No sé que pasara en el futuro. Pienso en el hoy, en dejar todo en cada entrenamiento y mejorar todos los días para que en mi futuro me vaya mejor.

- ¿Soñás con volver a jugar en Temperley?

- Sí, ojalá pudiera tener una oportunidad más. Me encantaría poder vestir de vuelta esa camiseta, volver a jugar en esa cancha hermosa con el estadio lleno como fue siempre. Me tocaron dos años muy duros estando en Primera, jugando sin cobrar, con cuatro meses atrasados, pero sin embargo, dejábamos todo en la cancha por la gente. Sería hermoso ir todos los días al Club, era como mi segunda casa.

VAVEL Logo
Sobre el autor