Hoy estamos hablando del retorno de Patricio Toranzo al fútbol y de la pronta recuperación de Diego Mendoza, que ambos estarán en el banco frente a Lanús por la última fecha del Torneo.

El 10 de febrero ocurrió el accidente automovilístico que sufrió el plantel de Huracán en Venezuela; pero un milagro hizo posible que ninguno de los integrantes de la delegación del Globo haya perdido la vida. Los más afectados fueron Pato Toranzo y Mendoza, que preocuparon a todos con sus graves lesiones: uno perdió parte de la zona distal de los dedos de su pie izquierdo; el otro, gran parte de los tejidos de su tobillo.

El primero que pudo jugar de los dos fue Toranzo, le ganó a la vida, trascendió todas las fronteras la fuerza que sacó para la pronta recuperación, jugó el partido más importante de su carrera.  Por su parte Mendoza, tras haber vivido esta trágica experiencia con él, de hecho se mudó varios días a su casa, todavía sigue emocionado tras el retorno del ídolo quemero.  A su vez en una charla con Paso a Paso, contó “Tiene siete dedos y así y todo volvió a jugar muchachos. Solo nosotros sabemos lo que pasamos”.  

Se conocen hace muy poco tiempo, pero la amistad entre el volante y el punta del Globo forjó lazos muy fueres. Tal es así que Pato, luego del partido contra Unión confesó: “Le pedí a Mendoza que mire el partido dentro de la cancha porque si hacía un gol se lo iba a dedicar a él”. Ambos vivieron el partido muy emocionados, parecen hermanos, con ese sentimiento Mendoza también expresó: “Sé que para él es un volver a vivir. Eso es lo que yo voy a sentir cuando me toque jugar otra vez”.

Martín Nervo también vivió muy ansiado el regreso de Toranzo. El Capitán, fue quien concentró con él en la previa del partido, “Pato estaba muy ansioso. Me decía que no sabía si estaba listo para volver. El creía que iba a regresar recién después de la pretemporada. Lo que hizo Eduardo Domínguez estuvo perfecto. Que haya entrado para llevarse la ovación de la gente le va a hacer muy bien para lo que resta de la recuperación”, a su vez destacó: “Viví mi primer mes de recuperación al lado suyo y cuando me enteré que jugaba otra vez me puse muy contento. Le había prometido a su hermosa familia que iba a poder y lo logró”.