Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que el camino de la Selección Argentina hacia Rusia 2018 ha sido poco menos que un calvario. En primera medida por el desfile de técnicos que vinieron luego de la salida de Alejandro Sabella post Brasil 2014, y en segundo lugar por el contraste de estilos de los sucesores del ex DT de Estudiantes de la Plata que han imposibilitado afianzar una idea de juego en un plantel plagado de estrellas.

Repasemos

Gerardo Martino es designado como entrenador de Argentina en agosto del 2014. Los equipos del “Tata” se han caracterizado por el buen trato del balón, un gran porcentaje de posesión y la búsqueda constante del arco contrario, aunque muchas veces descuidando el propio. Su ciclo en Argentina constó de 29 partidos. Tuvo una efectividad altísima, aunque las dos finales perdidas vs Chile por Copa América y las desprolijidades de AFA le hicieron dar un paso al costado.

Edgardo Bauza asume tras la salida de Martino y queda al frente del combinado nacional por un puñado de partidos. Su pobre campaña (3 victorias, 2 empates y 3 derrotas) lo puso en el ojo de la tormenta. El “Patón” nunca encontró el equipo y el peligro de quedar afuera del Mundial aceleró la salida del ahora DT de Rosario Central. Bauza intentó, sin éxito, imponer un estilo de juego más conservador, un equipo equilibrado que se apoyara en la solidez defensiva. Los jugadores nunca se amoldaron a su idea, lo que propició su salida.

Jorge Sampaoli llega a la Selección a cuatro fechas de finalizar las Eliminatorias y con Argentina en serio riesgo de quedar afuera de la máxima cita. A esa altura era más importante la consecución del objetivo que las formas. Tres empates al hilo y la recordada victoria de visitante ante Ecuador le dieron el boleto a Rusia al combinado nacional. Sin embargo, el equipo demostró poco en cuanto al juego y más allá de la alegría por la clasificación, quedó en evidencia que Sampaoli iba a tener mucho trabajo por delante. El oriundo de Casilda es catalogado como un técnico “bielsista”, sobre todo por la continuidad del legado del rosarino en la Selección chilena. La obtención de la Copa América lo elevó al plano mundial y pronto le llegó la chance de dirigir en un histórico club de Europa. Sampaoli dio muestras de ser un entrenador capaz de potenciar las cualidades técnicas de sus jugadores e inteligente para leer los partidos y sus rivales.

En resumen, fueron tres los técnicos que pasaron por el banco de la Selección en estos últimos cuatro años. Tres estilos diferentes y un entorno complicado para trabajar explican en gran parte el bajón futbolístico de la “albiceleste” en esta etapa. El único motivo por el que Argentina llega con chances a Rusia es por el peso de sus individualidades y quizá también por ser un histórico en la competencia. Aunque es imposible negar que los candidatos por trabajo y presente son otros.

Esquema

Si bien la alineación titular todavía es un enigma, podemos mostrar un dibujo aproximado teniendo en cuenta los últimos partidos de Eliminatorias y los amistosos previos.

En una de las últimas conferencias de prensa, Sampaoli sostuvo que el esquema madre era el 2-3-3-2; algo inusual a lo que el ambiente futbolero está acostumbrado pero que evidentemente es uno de los planteos que el ex técnico del Sevilla tiene en mente. Veamos qué hay detrás de esto:

La primera línea de está conformada por los dos zagueros centrales. El porte físico y el buen juego aéreo son dos de los atributos que busca el entrenador para estos puestos. La duda pasa por saber quién será el acompañante de Nicolás Otamendi, de gran presente. Entre Fazio y Marcos Rojo saldrá el segundo defensor central.

A continuación, vemos una línea de tres que es algo engañosa; por los extremos se ubican los defensores laterales que Sampaoli considera fundamental a la hora de pasar al ataque. Pudimos ver en los amistosos previos esa función desempeñada por Salvio sobre derecha y Tagliafico por izquierda. Pasaron al ataque en varias oportunidades y se mostraron siempre como alternativa. Sin dudas será de las posiciones con más desgaste físico del equipo. La verdadera prueba de fuego se verá a la hora del retroceso, con el equipo volcado al ataque, los relevos serán fundamentales para equilibrar estas permanentes subidas de los marcadores de punta. En medio de estos dos, entendemos que se ubicara el volante de contención que decida Sampaoli. Mascherano o Biglia son dos de los que pueden cumplir esa función, aunque el “Jefecito” es el que más aceitado tiene el trabajo de relevos.

La siguiente fila será las de los volantes de juego. La idea del entrenador es que por las bandas aporten velocidad y desequilibrio en el mano a mano. Con esas características puede contar con Pavón y Di María, aunque también resultaba interesante lo que pudiese aportar Lanzini, que a base de buenos rendimientos se había ganado un lugar en la lista. El jugador del West Ham parecía tener todo listo, pero su lesión terminó cambiando todos los planes y Gio Lo Celso, de gran temporada de PSG, sería la alternativa para ser el socio del '10' argentino. Por el sector central, se ubicará el volante que pueda cumplir la función de creador, evitando que todas las pelotas pasen por los pies de Messi, pero que al mismo tiempo pueda retroceder unos metros cuando el equipo no tenga la pelota y acompañar al volante defensivo. En la delantera, Sampaoli imagina a un único punta que saldrá de Agüero o Higuaín.

Sin embargo, podemos afirmar que no es el único dibujo que el cuerpo técnico tiene en la cabeza. Así se vislumbró en las prácticas que el seleccionado mantuvo en Ezeiza hasta hace una semana y actualmente en Barcelona. Es evidente que aún existen algunas dudas en la alineación titular y esto se debe al poco tiempo de trabajo que tuvo “Sampa” en este proceso. Es una carrera en la que parte con una amplia desventaja si tomamos como referencia los procesos de Alemania o España, por ejemplo, que viene realizando un trabajo sostenido desde hace más de una década.

Renovación necesaria

Solamente 8 de los 23 convocados repiten luego del Mundial de Brasil 2014. El mito de que en la Selección Argentina juegan siempre los mismos se cae a pedazos con esta estadística. Pasando en limpio: Messi, Agüero, Higuaín, Di María, Biglia, Mascherano, Enzo Pérez y Rojo son los reincidentes. El resto del equipo son en su mayoría debutantes con la mayor. Apenas un puñado de partidos para Dybala, Pavón, Meza y Lo Celso con la albiceleste. El gran presente por el que están pasando en sus clubes, los colocaron en la lista final y serán los encargados de darle esa frescura y energía que Argentina estaba necesitando.

¿Cuáles son las opciones en cada sector para Sampaoli?

En esta nómina, Sampaoli se inclinó por jugadores polifuncionales que puedan jugar en más de una posición. Los casos más redundantes son el de Pavón y Salvio, dos de los nuevos; el delantero de Boca Juniors puede moverse por todo el frente de ataque. Su resistencia y velocidad hacen que el DT lo considere tanto de volante como de delantero por afuera. El caso del jugador del Benfica es similar. Sampaoli lo probó en distintas posiciones del sector derecho y el “Toto” convenció, pero está a la vista que el aspecto defensivo no es su fuerte.

La posición de volante central es quizá la más cuestionada. Cuando el DT cortó a Guido Pizarro, llamó la atención la falta de alternativas que tendría la Selección en ese sector. Salvo Mascherano y Biglia, no hay otros jugadores en el plantel que sientan esa posición -Enzo Pérez, incorporado tras la lesión de Lanzini podría sumarse a esa ubicación del campo-. Considerando que se trata del volante que está expuesto de manera permanente al roce, y en consecuencia a la acumulación de tarjetas. Mascherano ya no es un juvenil, sus 33 años encienden las alarmas y la duda de todos es si el ex Barcelona aguantará el desgaste que conlleva tantos partidos en pocos días.

El poder de fuego, el arma principal de Samapoli

La delantera argentina es quizá de las más fuertes del mundo. Los atacantes albicelestes han roto las redes de todas las ligas importantes y llegan en un gran momento. A esto hay que sumarle la presencia de Lionel Messi, el as de espadas. Argentina deposita todas sus esperanzas en lo que pueda generar el botín zurdo del rosarino. A diferencia de otros mundiales, Messi llega como el representante del fútbol total. Máximo goleador y asistidor de todas las ligas europeas, podemos decir que la injerencia del jugador de Barcelona en el equipo es determinante. Es el líder futbolístico de este plantel y ha sabido absorber las presiones que conllevan tener la '10' en la espalda. La buena temporada de Agüero en el City invitan a ilusionarse con esa dupla que nunca terminó de concretarse. El ex Independiente se preparó de manera especial para esta cita luego de que una lesión en su rodilla hizo sobrevolar los fantasmas de competencias anteriores para el “Kun”. No hay dudas que, si Agüero está bien, será el delantero titular de la Selección; pero con Higuaín en el banco de suplentes nadie puede confiarse.

Párrafo aparte para Dybala, el jugador llamado a ser el reemplazante natural de Lionel Messi. El talentoso delantero cordobés tendrá su primer Mundial. Una lesión a mitad de temporada y algunas declaraciones polémicas casi lo dejan afuera de la Copa del Mundo, pero a fuerza de goles y buenos rendimientos se puso solo en la lista final.

En resumen, Argentina no ha encontrado el funcionamiento que solemos ver en los campeones del mundo. Sin embargo, el peso de sus individualidades es imposible de subestimar. En un contexto para nada alentador, Argentina aterrizará en Rusia con prácticamente un mes de trabajo. El tiempo dirá si fue suficiente para terminar de conformar un equipo que este a la altura de los campeones del mundo. Sampaoli se encuentra ante el desafío de su vida y no quiere dejar pasar esta chance de quedar en la historia grande del deporte nacional.