"Fer". "Cave". "CaveGol". "Gordo"."El Torito". "Goleador Amor". Apodos hay miles para referirse al último ídolo de la casa, que hace poco más de un año nos dejó con una despedida magnífica. Aquel jugador que en sus inicios enamoró a todos los hinchas millonarios, y hoy es recordado con el mayor de los respetos y el cariño por su incesante muestra de amor hacia la camiseta de River. Algunos lo llamaron por ahí el Labruna del Siglo XXI. Lo claro es que como él no va a haber ninguno en la historia. Hoy es el décimo goleador histórico del club con 112 tantos.

Su debut y apariciones más importantes en el primer ciclo

Cavenaghi llegó a los 9 años a River. Claro está que de sentido de pertenencia no le van a venir a hablar jamás. A los 16 subió a la Primera División y debutó, años más tarde, por Copa Libertadores ante Guaraní el día 6 de Marzo de 2001. Hizo un gol y una asistencia a Javier Saviola. Buen arranque.

Más tarde, con 18 años y cuatro meses de edad, el "Tolo" Gallego lo lanzó para que debute por el Torneo Argentino. Aquel día River venció a Estudiantes de La Plata 6-2 y nuestro ídolo ingresó faltando poco más de seis minutos para el final. Luego, cuando asume nuevamente Ramón Díaz, vuelve a bajar de categoría pero se muestra como una de las figuras del equipo Sub-19 campeón en la Copa Chivas de México y logra tener su lugar en el primer equipo otra vez.

Poco tardó en llegar el éxito para "el Torito" que en su primer temporada cosechó un total de 17 goles en 23 partidos. Y además, se proclamaba campeón, por primera vez, de un torneo en Primera División. Fue aquel Clausura del 2002 que vendría acompañado por el Apertura 2002, a pesar de que en este último sufrió una lesión.

En el Clausura 2003, el Cavegol volvería a ser el goleador de River con 13 tantos y tercero en la tabla general de goleadores. Un dato no menor es que solo uno de esos 13 goles fue de penal y que Fernando terminó siendo campeón de aquel torneo. En 2004 llegaría el momento tan ansiado para todo jugador de River: Convertirle a Boca y en la Bombonera. Fue un cabezazo después de un córner y ante Abbondanzieri. Tras aquella tarde, River bajaría de la punta a Boca y se subiría para no soltarla hasta el final. Después de eso, al equipo millonario le costó casi diez años volver a ganar en esa misma cancha.

Con un total de 72 goles en 122 partidos, el gran jugador de las inferiores de River se iba rumbo al Spartak de Moscú. Sin embargo, en un receso del torneo ruso, Cavenaghi volvió a la Argentina y no dudó ni un segundo, se subió a la Sívori con "Los Borrachos del Tablón" y alentó al equipo desde la popular. "Yo los llamé para que me dejaran ir con ellos, fue algo que siempre quise hacer", declaró sentimental ante la polémica.

Su vida en Europa

En el 2004/2005, Cavenaghi jugó en Rusia para el Spartak de Moscú donde consiguió 17 goles en 63 partidos. Luego en 2006, fue transferido por 12 millones de dólares a Girondins de Bordeaux, en donde firmó por 4 años y medio. Sus goles en Francia conquistaron a los simpatizantes del equipo y además, ayudaron a hacer caer al Olimpique de Lyon tras 7 años seguidos ganando la Ligue 1. Allí cosechó un total de 105 partidos y 46 goles, sumando también 5 títulos.

Tras eso tuvo su fugaz paso a préstamo por Mallorca y por Inter de Porto Alegre, pero el deber llamaba. River pasaba el peor momento de su historia y decidió volver a ayudar al club. Rescindió contrato en Brasil y volvió a la Argentina.

De jugador a ídolo

Es claro que River no pasaba un buen momento, el club económicamente era un desastre y eso se veía en la cancha. Cavenaghi volvió para dar una mano en la segunda categoría del fútbol argentino. Nos hizo emocionar a todos los hinchas con su entrega dentro del campo y consiguió el ascenso siendo el goleador del equipo. Luego, Almeyda tras renovar su contrato no lo incluyó entre los jugadores para la próxima temporada. En esa etapa, "el Gordo" dejó en claro que su huella en el club sería imborrable y que su figura de ídolo empezaba a edificarse. Sin embargo, Passarella -Presidente del club- le dio la espalda y su frase fue contundente: "A River no vuelvo más si está Passarella".

El delantero volvió a España donde jugó en el Villarreal tras quedar libre de River pero no era lo mismo. Salió del lugar donde era feliz y eso lo reflejaba en su juego. Tras eso jugó en Pachuca de México y aparecería nuevamente en el radar de River tras la asunción de Rodolfo D'onofrio al poder y Ramón Díaz a la dirección técnica.

Última etapa y multicampeón de todo

El 2 de Enero de 2014 se anunciaba que el 9 de River sería Cavenaghi. Con el Torito y Ramón las cosas no podían salir para nada mal. En ese año River logró el Torneo Final 2014 con Cavenaghi como estandarte, goleador y capitán del equipo. Luego de ese Torneo, Ramón Díaz renunció a la dirección técnica del millonario siendo el DT que más títulos tiene en la historia del club, para darle paso al nuevo gigante: Marcelo Gallardo.

Con el Muñeco, a pesar de no poder concretar el Bicampeonato local, River logró un título internacional tras una gran cantidad de años: La Copa Sudamericana dejando a Boca afuera en las Semis de dicho certamen. Además, meses después ganó una Recopa Sudamericana y la tan ansiada Copa Libertadores 2015, jugando los 90' de la Final ante Tigres. Tras levantar la Copa junto a Barovero, Cavenaghi no se veía entre los once titulares debido a la edad y sus respectivas lesiones por lo que decidió irse del club rumbo al Apoel de Chipre, donde se retiró definitivamente del fútbol.

Hoy y siempre, el delantero será recordado por sus logros pero más que nada por volver cuando el club más lo necesitaba. Representante del amor a la camiseta y del sentido de pertenencia. Ama a River como ningún otro y River también lo ama a él. Fernando Cavenaghi, el goleador amor, el jugador-hincha que todos quisimos ser.