Tiempos en donde el fútbol femenino se profesionalizó en Argentina, el seleccionado volvió a una Copa del Mundo, consiguió los primeros puntos y estuvo a un paso de clasificar a octavos de final por primera vez, Alma Mora Adamo debe esperar a tener 9 años o quizás 14 para ingresar a las categorías infantiles.

Con 7 años, la pequeña de Ituzaingó; provincia de Buenos Aires, comenzó este año a practicar futsal en el club Santa Teresita, siendo convocada por FernandoPequeGarnica. La elección del deporte fue porque no hay fútbol 11 para su edad. Asimismo, la iniciación deportiva se dio a los tres años y medio en la escuela infantil del Club Atlético Argentino, cuando la familia, luego de una extensa búsqueda de instituciones consiguió contactarse con Rodolfo Gallucci; quien permitió que Alma Mora Adamo entrene con los nenes.

Dos años más tarde y por la necesidad de crecer a nivel futbolístico y la no aceptación en la liga a la cual pertenecía el club, llegaron los cambios. El director técnico del Club Social y Familiar Juventud de Castelar, RodrigoRoloBernengo la invitó a formar parte del equipo de varones, que integra la Asociación de Fútbol del Oeste.

Antes del fútbol, como en cualquier historia de jugadora, hoy destacada en el ambiente había empezado danza ya que su hermana mayor realizaba la misma disciplina. En diálogo con VAVEL Argentina, Guadalupe Mora Adamo, familiar de Alma comentó: “Probó una clase y a la siguiente se negó a asistir ya que no era lo que le gustaba. Lo mismo sucedió con natación y trapecio”. Además agregó: “Por voluntad propia nos dijo que quería jugar al fútbol. Salimos en busca de un club para que comience pero debido a ser nena, y por su edad no la aceptaban en ninguno”. También expresó: “Su elección fue algo innato. Al empezar a practicarlo descubrió que es su pasión”.

 Alma Mora Adamo y Constanza Vázquez; jugadora de Boca
Alma Mora Adamo y Constanza Vázquez; jugadora de Boca

La defensora simpatizante de Boca y fanatica de Alex Morgan; delantera de la Selección de Estados Unidos transita su día a día entre las actividades del colegio José Manuel Estrada, los entrenamientos de martes y jueves en el club Juventud, los miércoles de futsal, los sábados de baby fútbol con varones y viernes/domingos de partidos femeninos. Envuelta en inocencia aún y con las ganas de salir a una cancha sin miradas de rechazo, entiende la necesidad y la lucha de las mujeres por poseer los mismos derechos que los hombres, dentro y fuera de un campo de juego, pero tal vez, la dimensión de la causa va más allá y no es algo que en este momento deba analizar una niña.

Ella, como la generación que abrió camino en el Mundial de 1971, las “Guerreras” del repechaje ante Panamá; la Copa América Chile 2018 y las que levantaron el marcador ante Escocia, en el último encuentro por la Fase de Grupos de la reciente cita mundialista, ya no quiere escuchar más el -no te puede pasar así- , -una nena no debe sacarte la pelota– u otros comentarios que hacen pensar ¿Fue un error elegir ser futbolista