Martín Palermo fue uno de los jugadores más influyentes de la historia de Boca Juniors. A lo largo de más de 10 años vistiendo la camiseta Xeneize convirtió 236 goles oficiales en 404 encuentros.

Su último gol con la casaca de Boca fue frente a Quilmes, el 5 de junio de 2011 en un encuentro correspondiente a la fecha 17 del Torneo Clausura 2011. En este partido, el Xeneize perdía 2-0, pero apareció Martín con un espectacular zurdazo de 25 metros que tuvo su destino en el ángulo izquierdo del arquero Emanuel Trípodi, que nada pudo hacer.

Luego de ese cotejo, Palermo jugó dos partidos más: ante Banfield en La Bombonera y contra Gimnasia de visitante, pero no pudo marcar. En el último encuentro frente al Lobo asistió a Christian Cellay para que este convirtiera el gol del empate que obligó a Gimnasia a jugar un desempate por la promoción frente a Huracán.

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