7 de diciembre de 1974, un día cualquiera, menos para todo el pueblo gasolero. Así arrancaba la editorial recordando aquel ansiado ascenso a Primera División del cual pasaron 46 años, en la que contó con un formato peculiar y contra varios pronósticos en contra. Temperley asciende tras empatar 1-1 contra Unión de Santa Fe en la cancha de Sarmiento de Junín, estadio al cual pudo asistir gran parte de la gente del Sur, gracias a la habilitación de una ramal del Ferrocarril Roca que estaba en desuso especialmente para ese día que conectaba directamente con el estadio.

Horacio Magalhaes, capitán de aquel equipo inolvidable que logró el ascenso, recordó junto a los periodistas de Temperley VAVEL lo que fue llegar a ese partido contra Unión, el partido y los festejos.

- ¿Qué recuerdos se te vienen a la cabeza todos los 7 de diciembre a partir de 1974?

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 Bueno, un poco resumido lo que dijiste al presentarme, un ansiado ascenso lo que rodeaba a todo el mundo Temperley en esa época. Estaba tan pendiente la gente de jugar en primera que realmente fue maravilloso poder llegar a esa situación y que Temperley en el año 75 pueda haber participado en el campeonato de Primera División por varios años. Para nosotros fue un halago, sigue siendo un halago importante estar en la historia del club, hablo en nombre de todos, algunos muchachos ya no están, y siempre recibimos el cariño, el afecto todos los años desde hace 46 porque evidentemente la gente no se olvida de esa situación, de ese premio que tuvieron también ellos porque la gente de Temperley es muy pasional, llenaba las canchas, nos acompañaba a todos lados y creo que eso fue un motor importante para lograr el ascenso.

- ¿Te veías capaz de esa locura que logró el hincha gasolero de ir en tren hasta Junín, de toda la movilización que llevo a esa ciudad?

- Sabíamos por partidos anteriores que iba a ir mucha gente pero en ningún momento nos imaginamos tanto. Fue muy emocionante cuando llegó el tren, nosotros estábamos en un hotel en la Avenida Principal, la que sale de la Estación de Junín y ver toda esa marea celeste fue un momento inolvidable. También, para mí representa un momento así difícil de olvidar el hecho de asomar la cabeza por el túnel y ver la gran cantidad de gente hincha de Temperley que estaba en las tribunas que no solo fue en el tren, sino que fue en otros medios y fue un momento maravilloso.

- ¿Cómo fueron esos momentos previos al partido frente a Unión a nivel del plantel? ¿Cómo lo venían llevando ante una posibilidad tan importante de que un club que nunca había podido jugar en Primera División tenga esa posibilidad?

- En principio fue una semana que parecía interminable, que nunca llegaba el día del partido. Pero anímicamente teníamos quizás un respaldo enorme en el hecho de haber dejado a equipos como Lanús, que eran serios candidatos, pocos daban por valedero que Temperley podía ascender. Entonces haber llegado a ese último partido, y más con la posibilidad de que con un empate nos alcanzaba para ser campeones anímicamente nos había fortalecido. Ahora el paso de los días fue de mucho entrenamiento. Teníamos un técnico que era muy meticuloso en el tema de las pelotas paradas y nos entrenaba hasta el cansancio los días previos para que no cometamos errores adentro del campo y mira hasta que punto también esos trabajos son valederos que el empate nuestro fue de un tiro libre. Mucha táctica, Unión de Santa Fe era un equipo difícil, también uno de los candidatos mas haya de Temperley, con un poco de esa sensación que los días pasaban lentos hasta el día del partido. Ya cuando viajamos y estuvimos en Junín estábamos metidos en lo que era la gente, lo que quería todo el mundo, eso que decían al principio de la ansiedad de poder saber si ese año se iba a dar si podíamos ganar el campeonato.

- ¿Cómo fue el después, cómo fueron los festejos y el desahogo ante el gol de Di Bastiano?

- Lo posterior fue apoteótico. El regreso a Temperley, la gente a la madrugada esperándonos, el balcón de la sede repleto también de gente, creo que no durmió nadie. Fue un momento así te digo imperdible, difícil de olvidar. Ahí sabíamos que habíamos cumplido una cuenta pendiente.

- En el entretiempo, ¿cómo se vivió haber estado abajo y como salir al segundo tiempo?

- El entretiempo fue pesado, fue duro, en realidad cuando te pasan ese tipo de resultados en contra en una situación tan decisiva que no hay marcha atrás no queres ni entrar al vestuario, te queres quedar en la cancha jugando el partido para tratar de empatarlo. Pero a veces hacen bien esos 15 minutos, porque te aclaran las ideas, porque el técnico puede variar algunas cosas que no estábamos haciendo bien y creo que de alguna manera nos sirvió para volver a la cancha convencidos de que la finalidad era empatarlo, que empatándolo sabíamos que ascendíamos. Después tuvimos la posibilidad de ganarlo, erramos el penal pero bueno ya son circunstancias del juego. Yo siempre digo que el futbol tiene lógica por donde lo mires menos en los resultados y el primer tiempo terminamos perdiendo y quizás no era el resultado de lo que reflejaba en el campo. Y en el segundo tiempo por esas cosas empatamos enseguida, tuvimos la posibilidad de ganarlo y no lo hicimos. Por eso te digo que lo lindo del fútbol es esa sensación y esas cosas que tienen permanentemente de un vaivén de situaciones que las saca provecho el que está mejor parado y que soluciona los problemas que te planteaba el rival. 

- ¿Cuál es tu vinculación actual con la institución, si estás en contacto con la dirigencia y con el plantel?

- No, no, a veces voy a la cancha a ver unos partidos, sobre todo porque tengo un nieto chico que me impulsa a ir también, algunos amigos que me invitan, gente que me conoce de antes. En general he ido muchas veces que nos han hecho homenajes y algunos partidos que los he visto y si no los miro por televisión normalmente.

- ¿Cómo fue en aquel torneo, vos como Capitán principalmente, decirle a tus compañeros que tenían que volver a enfrentar a Unión, contra quien jugaron seis veces y Lanús cinco veces, cómo era volver a jugar tantas veces contra esos equipos?

- Sí, era un poco insólito, ya conocíamos virtudes y defectos nosotros de ellos y ellos de nosotros. Lo que pasa es que la AFA actualmente programa torneos que están fuera de toda lógica. Para nosotros fue un año muy duro como para todos, para Unión, Estudiantes (BA), Lanús, que llegaron a instancias finales porque entre un campeonato y otro lo iniciamos bárbaro tuvimos un inicio muy bueno, y después empezamos a decaer, se fue el técnico, Jorge Ginarte, vino el vasco Iturrieta, los cambios de técnico son un fusible que no sabes para donde va a disparar en este caso el Vasco ordeno el equipo, nos saco un poco de esa penumbra en la que estábamos porque el equipo era el mismo pero habíamos bajado notablemente el rendimiento, y quizás no sé, se me ocurre hoy, el hecho de jugar siempre contra los mismos otro campeonato similar al anterior, esperar hasta fin de año a un torneo final te desgasta. A veces te pasan lesiones o expulsiones que te dejan afuera de lo que más queres, eso fue una situación bastante atípica, y anteriormente los torneos de la B eran de una importancia grande porque habían equipos como Quilmes, Lanús, Unión de Santa Fé, el mismo Estudiantes de Buenos Aires, Arsenal, Morón, eran partidos realmente que parecían de Primera División con cancha llena. Se hacía difícil ascender, nosotros ya lo habíamos padecido el año anterior cuando perdimos con Banfield entonces durante el año tuvimos varios bajones y por suerte para todos, el equipo realmente levanto durante los partidos finales, en los decisivos, y creo que por eso ganamos el campeonato.

- ¿Cuándo crees que el equipo pudo llegar a pensar realmente en el ascenso?

- Me parece que cuando empatamos con Lanús en la cancha de Racing el equipo jugo muy bien, estuvo muy bien parado en la cancha y es como que se empezó a vislumbrar que podíamos ascender. Después le ganamos a Estudiantes de Buenos Aires no te digo que categóricamente pero 3 a 1 en partidos de ese tipo así finales es un resultado abultado si querés decirle, pero teníamos la posibilidad de llegar a jugar con Unión con esa ventaja que nos daba el hecho de que con empatar ascendíamos. Así que a partir del partido con Lanús hubo una sensación de que podíamos ganar el campeonato.