El 9 de abril de 2002, el club Independiente Rivadavia sufría uno de los momentos más crítico y triste de sus 108 años de historia al descender al Federal A, luego de perder la promoción con su clásico rival Godoy Cruz en el estadio Malvinas Argentinas, que terminó con incidentes entre hinchas Leprosos.

Esa noche de martes, los Caudillos del Parque necesitaban una victoria para mantenerse en la categoría, por lo que se lo vio mejor posicionado, aunque no pudo traslucir ese dominio en el marcador. El Tomba, por su parte, llegó al único gol del encuentro sobre el final del primer tiempo de la mano de Alejandro Abaurre, luego de un remate de cabeza.

Más allá de la adversidad, el Azul buscó en todo momento y recién pareció bajar los brazos cuando pudo igualar el encuentro desde el punto penal, pero Adrián Czornomaz falló su remate y a partir de allí la historia parecía sentenciada.

Ya en el complemento, el equipo dirigido en ese momento por Alberto Castro, no tuvo fútbol para dar vuelta la historia y descendía de la mano de un Godoy Cruz que venía de una campaña milagrosa bajo la conducción de Luis Manuel Blanco, quien hizo zafar al equipo de un casi seguro descenso metiéndolo en el Reducido por un ascenso a Primera, el cual luego perdería con Arsenal de Sarandí.

El encuentro se dio por finalizado a los 42 minutos del segundo tiempo por falta de garantías de seguridad.

En aquel entonces, Godoy Cruz formó con: Sebastián Torrico, Leopoldo De la Vega, Rafael Iglesias, Gabriel Nasta y Daniel Oldrá; Pablo Corti, Mariano Torresi, Felipe Canedo y Rodrigo Maldonado; Gabriel Caiafa y Alejandro Abaurre.

Mientras que Independiente se integró con: Luciano Busso; Carlos Azcurra, Horacio Acosta, Julio Marinilli y Ezequiel Andreoli; Hernán De la Fuente, Miguel Guerra, Héctor Teri, Carlos Araujo; Pablo Cameroni; Carlos Paratore y Adrián Czornomaz.

El árbitro del encuentro fue: Cristian Villarreal.

 

Al pasar los años, esa jornada sigue siendo recordada frente a los ojos del mundo del fútbol. Con afiches y vídeos que toman protagonismo en las redes sociales, donde se festeja el descenso del eterno "¿enemigo?" Tombino. Formando parte este estilo de situaciones del ingenio popular argentino, de la cultura del honor, del folklore del deporte que lo vuelve tan colorido, apasionante y atractivo.