En los primeros minutos del encuentro, el equipo de Pizzi mostró mucho protagonismo y potencia, encontró su juego, mientras que, por el lado de Sporting no podía ingresar al área del rival, la ultima línea estaba solida y didáctica.

Con una mala salida del arquero, Duarte Preuss, Racing consigue dar el primer aviso, Piatti quiere rematar al arco pero rebota, hacia Julián López que remata al arco pero pega en el travesaño y se termina desviando. Aunque no faltaría mucho para que el resultado cambie,  desde un tiro libre de Lovera sobre Cáceres quien cabecea de una forma espectacular al segundo palo, abriendo el marcador y empezando con ventaja en Avellaneda. 

Racing consiguió velocidad, violencia y precisión, su actitud era totalmente otra, de a poco demostró lo que es capaz, pero luego de varios minutos Sporting comenzó a condicionar mucho a La Academia, bajo su rendimiento, el cansancio también jugaba en contra, Piatti, Lovera y Alcaraz ya no creaban, ni aparecían tanto en estos últimos minutos del primer tiempo. El equipo visitante tuvo un remate al arco muy peligroso pero la reacción de Gabriel Arias salvó al equipo de Pizzi quien perdió la tenencia de la pelota y ya no era dueño del encuentro. Copetti tampoco lograba dominar tanto la pelota y se dieron vuelta los roles. Al comienzo, el equipo peruano entró dormido y Racing se aprovecho de eso, ahora es al revés.

Los primeros minutos de la segunda parte fueron de igual rendimiento, se veía venir el descuento a los 52' eligiendo bien el camino, Carlos Riquelme da un centro hacia Christofer Gonzales que remata hacia el primer palo y empata el marcador, poniendo el 1 a 1 en el Cilindro.
Racing definitivamente se metió atrás dejándole todo el protagonismo a Sporting. 

Una jugada de pura suerte llega para dar un ultimátum a este partido, con Copetti desde el lateral derecho, pase a Miranda que tira un centro calzado para Chancalay que da un cabezazo de calidad poniendo el 2 a 1 para cerrar y liquidar un partido de muchas idas y vueltas, el equipo de Pizzi nuevamente ganó de milagro, ahora solo hay que poner en pie un par de cosas más y volver al ruedo.