El Gasolero tiene que sumar de a tres para acercarse a los puestos que otorgan una plaza en el reducido. Por el lado del Ciruja, ocupa el cuarto puesto de la Zona A y de momento está ubicado en el pelotón de los que pasan al reducido. El director técnico del “Santo”, Pablo De Muner, dio a conocer esta tarde la lista de concentrados para el encuentro que se disputará desde las 14. 

Los convocados que viajan al sur, Ignacio Arce, Juan Jaime, Hernán pellerano, Maximiliano Martínez, Lucas Diarte, Agustín Sandona, Nicolas Sansotre, Hernán Lopes, Gustavo Abregu, Emanuel Cuevas, Gonzalo Gutiérrez, Matías Ballini, Leandro Vella, Juan Imbert, Ariel Chaves, Santiago Gallucci, Lucas Cano, Gonzalo Rodríguez, Lucas González y Marcelo Estigarribia.  

El equipo tucumano necesita sumar de a tres para ratificar su buen momento y para no bajarse de la zona de clasificación. Su ultimo resultado fue una victoria, San Martin de Tucumán 2 – 1 Estudiantes de Rio Cuarto. Estigarribia fue el encargado de marcar el doblete y que el equipo sumara nuevamente tres puntos que se quedaron en casa. El Santo se impuso en un durísimo partido ante Estudiantes de Río Cuarto gracias a dos golazos del ex Belgrano que empieza a saldar su deuda con el arco. El equipo de De Muner extiende a seis su racha de partidos sin perder y sigue escalando en la tabla de posiciones. 

El partido empezó parejo con dos equipos que manejan bien la pelota e intentan atacar, pero sin generar demasiadas situaciones. A los 17, San Martín tocó la pelota de un lado al otro, de derecha a izquierda y de nuevo a la derecha, para que Sansotre cambie el ritmo, se la da a Imbert que metió un centro perfecto que Estigarribia anticipó con un cabezazo de pique al suelo que dejó parado al arquero. A los 16 del complemento llegó el empate de la visita gracias a una gran pivoteada de Ibrahim Hesar que se la bajó de pecho a Damián Adim que le rompió el arco a Arce. A 10 minutos del final, llegó una segunda joya de Estigarribia que empalmó de lleno un centro preciso del recién ingresado Ariel Cháves. La pelota voló como un rayo que apareció colgada del ángulo ante la mirada del arquero que no atinó ni a moverse. Golazo soberbio, cambio y a descansar con la tranquilidad de la tarea cumplida.