El 29 de junio del 2004, Leo vistió la celeste y blanca en un duelo improvisado con el objetivo de asegurar su presencia con la Argentina y que no forme parte de la selección juvenil de España. El partido se disputó en la cancha de Argentinos Juniors, en la Paternal. El elenco comandado por Hugo Tocalli venció 8-0 al conjunto guaraní.

El estadio Diego Armando Maradona recibió a un joven de tan solo 17 años que venía desde Barcelona con pinta de crack.  La “Pulga” ingresó con el número “17” por Pablo Barrientos en el entretiempo y marcó un gol sobre el final del encuentro.

La movida fue de Julio Grondona, presidente de la AFA en aquel entonces, quien vio unos videos entregados por el padre de Messi, junto a Tocalli, quien había sido informado de la calidad de este joven pero no estaba del todo convencido hasta que vio los archivos y entendió que aquella joya no se les podía escapar.

Por supuesto, el resultado es anecdótico ya que todos los ojos estaban en aquel chico nacido en Rosario, provincia de Santa Fe, que viajó a España y marcaría un antes y un después en la historia del fútbol argentino. El “10”, la “Pulga”, el mejor del mundo, quien luego de un amistoso improvisado, se transformó, poco a poco, en el referente de la Argentina. Aquella noche se inició la historia de Messi con la “Albiceleste”.

Hoy, aquella “joya” es el jugador con más presencias con la camiseta argentina: 148 partidos, el máximo artillero de su país: 75 tantos, y quien más asistencias dio: 44 pases gol.