Este domingo, en casa, Tigre volvió a sonreír. En un certamen donde cada punto vale oro y no ganar significa retroceder casilleros en la tabla de posiciones, el Matador necesitaba imperiosamente revertir su imagen, ya que llegaba a este clásico con tres partidos sin sumar de a tres y relegado de la cima. Enfrente estaba Nueva Chicago, un rival diezmado por los contagios de Coronavirus, los que se fueron del plantel esta semana y los malos resultados, que además marcha último en la zona.

Con el estreno absoluto de Manuel Roffo en el arco en lugar de Felipe Zenobio (quien, tras un largo invicto, recibió nueve goles en los últimos cinco partidos jugados), el elenco local salió a ser protagonista y se vio un desarrollo lógico del juego: los de Diego Martínez dominando, controlando la circulación de pelota en campo rival y decidido a llevarse por delante a su rival.

El gol era una cuestión de tiempo, y así fue que a los 11 minutos de la primera etapa, tras un magnífico córner ejecutado por Lucas Menossi, apareció Ijiel Protti, que con un cabezazo magistral, dejaba parado al arquero visitante y establecía la apertura del marcador (ya venía de anotarle a Chacarita). El famoso gol de la tranquilidad.

Con el correr de los minutos, parecía que el Matador lo iba a liquidar rápido, pero estuvo muy ineficaz dentro del área rival. Con los desbordes de Protti y Lucas Blondel, más el juego de Menossi y Francisco González Metilli, más la amenazante presencia de Pablo Magnín, no faltaron ocasiones para incrementar el marcador, pero no lo logró. Por su parte, el Torito apenas apostaba por algún contragolpe para el solitario Horacio Martínez, o alguna pelota parada para incomodar a Roffo, quien se mostró muy seguro para salir y jugar con los pies.

En el complemento, el elenco de Mataderos salió más adelantado para buscar la igualdad, aunque sin profundidad ni ideas. Tigre contaba con campo para avanzar, jugar y generar acciones manifiestas de gol: esta tarde/noche, Magnín, siempre efectivo, estuvo particularmente errático, chocando con la figura de Alan Minaglia para impedir otra caída de su valla. El guardameta de Chicago se lució también contra Protti. Pasaban el tiempo y no llegaba el segundo gol.

El Matador visitará en la fecha 16 a Almirante Brown, el domingo 11/7

En los partidos anteriores ante Atlanta y Chacarita, Tigre estuvo en ventaja en el marcador, y no supo aguantarlo y se lo empataron. Sin embargo, la visita estuvo lejos de eso, más allá de que solo un gol lo separaba de cosechar un valioso punto. Estuvo sólido Sebastián Prediger y la zaga central, al igual que el arquero tigrense. Ingresaron Agustín Baldi, Diego Sosa y Enzo Díaz para oxigenar al equipo cerca del final.

Finalmente fue victoria para Tigre, que alcanza la cima con 28 puntos, superando por dos puntos a Gimnasia de Mendoza, que jugará este lunes ante Estudiantes de Río Cuarto; y tres más que Atlanta, quien hará lo propio contra Estudiantes de Buenos Aires. Así que se trata de una victoria más que importante: por el contexto, por el rival (acumula cuatro triunfos al hilo vs Chicago) y porque se aproxima el ecuador del campeonato y se achica el margen de error: solo importa ganar, aunque sea ajustadamente.

Síntesis:

Tigre: Felipe Zenobio; Lucas Blondel, Fernando Alarcón, Víctor Cabrera, Sebastián Prieto; Lucas Menossi, Sebastián Prediger, Diego Zabala (Agustín Baldi, min. 84), Francisco González Metilli (Diego Sosa, min. 87); Ijiel Protti y Pablo Magnín (Enzo Díaz, min. 87).

Nueva Chicago: Alan Minaglia; Matías Fernández, Enzo Lettieri, Alan Lorenzo, Diego Martínez; Gastón Espósito, Maximiliano Correa, Lucas López, José Luis Fernández (Aarón Martínez, min. 84); Rodrigo Aquino (Sebastián Matos, min. 89) y Horacio Martínez (Lucas Simón, min. 78).

Árbitro: Andrés Merlos.

Amonestados: Cabrera, López y H. Martínez.

Estadio: José Dellagiovanna.

El gol del partido:

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