Nuevamente el fútbol reunirá en un campo de juego a Lionel Messi y a Neymar pero no con la misma camiseta sino en sus selecciones ya que el próximo sábado la Selección Argentina y Brasil se verán las caras en la final de la Copa América.  La única vez que se enfrentaron en una final, fue en diciembre de 2011, en el último duelo de esa edición del Mundial de Clubes. En esa jornada el Barcelona de Messi superó al Santos de Neymar por 4 a 0. En ese encuentro que se disputó en el estadio Internacional de Yokohama, el conjunto catalán generó la primera situación de peligro pero no pudo abrir el marcador. Unos minutos después, el equipo dirigido por Pep Guardiola en la segunda oportunidad no perdonó, con la clase de Xavi a la hora de dar el pase y  la Pulga con una definición antológica (ensayó un sombrero) anotó el 1 a 0.

En la siguiente jugada, Dani Alves se vistió como un viejo puntero y le dejó el balón a Xavi en el centro del área para que aumente las cifras en el elenco blaugrana. A pesar del buen resultado obtenido, el Barça continuó con su propuesta y creó nuevas ocasiones claras. Por su parte, la formación brasileña se escapó de ese dominio  de Barcelona pero no pudo vencer al arquero Víctor Valdes.

Igualmente ese ataque del Peixe no le provocó un susto a la alineación catalana, al contrario, en la siguiente llegada aceleró y concretó el 3 a 0 en los pies de Cecs Fabregas. Con este dominio del juego, el combinado culé redujo la intención de Santos que no tuvo respuestas para ofrecer. La primera parte contó con un extraordinario Messi, por su velocidad y por su habilidad, siempre al servicio de Xavi, Fabregas e Iniesta.

El complemento volvió a ser un monologo del elenco comandado por Guardiola ya que el portero Rafael volvió a ser exigido en más de una ocasión. Sin embargo el Peixe sacó a relucir su propuesta y demostró en el terreno de juego porque fue el campeón de esa edición de la Copa Libertadores. En ese pasaje Neymar con toda su juventud a cuesta y su habilidad innagotable intentó desajustar a la defensa blaugrana, pero la portería era invencible.

Luego de esas posibilidades, Lio Messi volvió a brillar y con su velocidad a prueba de balas se lanzó en ataque y lo finalizó con una definición exquisita. Con un gran rendimiento de su joven estrella, Barcelona se consagró campeón del Mundial de Clubes de 2011 y el ciclo de Guardiola vivía sus últimos momentos felices. Nueve años después, en otro escenario y competencia, los dos futbolistas se verán las caras como rivales y seguramente el mundo del fútbol estará pendiente de sus actuaciones.