Después de una nueva derrota al mando de San Lorenzo, Paolo Montero habló en conferencia de prensa y aseguró que seguirá en el club. En la cuerda floja, las siete derrotas en 16 encuentros no lo favorece y su continuidad tambalea por la corniza. Los partidos con Lanús y el clásico ante Huracán serán claves para fortalecer el grupo o debilitarlo aún más.
Más precisamente el próximo partido en el Pedro Bidegain se pronostica que será una caldera al igual que contra Colón de Santa Fe, que terminó en caída por 2-1 para "Los Azulgranas". Además, si en el Ducó pierde contra su rival histórico, podrá ser el quiebre en su estadía.
Tras el 3-1 frente a River Plate declaró: “En estos casos, el responsable siempre es el entrenador y asumo esa responsabilidad.Les digo al hincha y a todos que el responsable soy yo, pero no me bajo del barco. Hay que seguir trabajando".
Seguro de sus decisiones confirmó que jamás dudó de seguir en el puesto: “En ningún momento dije que me quería ir. No se lo dije ni a Mauro (Cetto) ni a nadie. Le doy cara a esta situación”.
Sigue con fe para meterse en las copas internacionales y tiene confianza de que la situación es reversible: “El fútbol es así, se puede dar vuelta con un poco de suerte, pero hay que ayudarla mucho más de lo que lo estamos haciendo. Y así y todo, no estamos lejos de la clasificación a las copas”.
A pesar del apoyo de Mauro Cetto (Mánager) y de Horacio Arreceygor, presidente del club, los resultados y el juego de su equipo determinará si sigue o si se irá. Parece estar más afuera que adentro pero se determinará en las próximas semanas.