Racing no logra salir de la crisis, y partido a partido la preocupación en las periferias del Cilindro es mayor. Su verdugo esta vez fue Defensa y Justicia. 5 minutos fatales echaron a perder el aceptable partido que estaba haciendo el equipo de Gago. El momento deportivo asusta, y la clasificación a Copa Sudamericana entró en total riesgo.

 

Desde el primer minuto era sabido que el rival de Racing saldría a disputarle un partido de igual a igual. El salir "a no perder" es algo que no se ve en los equipos de Beccacece, independientemente el rival que tenga enfrente, y esta no fue la excepción.

En el primer cuarto de hora Defensa dejó bien en claro la postura previamente mencionada. Presión alta, abrió muy bien la cancha con sus extremos, y por el otro lado Racing intentó interrumpir sus circuitos de juego también con presión en área rival. En varias ocasiones esto funcionó para los dirigidos por Gago. El afán fundamentalista de salir jugando por abajo complicó al visitante en varias oportunidades. Mauricio Martínez a los 7 minutos tuvo la mas clara de Racing en el partido, al no poder abrir el pie su remate salió recto y a metros del arco rival. 

A medida que fue pasando el tiempo La Academia le agarró más la mano al partido y comenzó a tener la posesión de la pelota. Esto fue una tendencia general que se mantuvo por el resto del cotejo. Aunque lo cierto es que Racing fue más peligroso por errores del rival en su salida más que por aciertos propios. Abusó del recurso del centro, y más aún cuando no había un 9 de área referencial, ya que Lisandro funcionaba mas de mediocampista que de delantero.

Lo cierto es que la primera pare mostró un partido parejo. Exceptuando los primeros 10 minutos, luego Racing dominó y tuvo situaciones. Por supuesto que el rival también las tuvo y supo jugar con esto. El empate parcial era bastante justo. 

 

Ahora bien, ni el más pesimista hincha de Racing podía pensar lo que termino sucediendo ni bien arrancó el segundo acto. 5 minutos fatales fueron los que terminaron provocando la hecatombe y consecuente derrota celeste y blanca. 

Apenas pasado un minuto del arranque de los segundos 45 minutos, un error garrafal e infantil de Juan José Cáceres, en un intento de salir jugando desde propia área, le regaló la pelota a Walter Bou que eludió a Arias y no perdonó. Pero eso no fue todo. Tan solo 4 minutos mas tarde, tras un remate desde afuera del área de Hachen que pegó en el travesaño, Racing se durmió en el rebote y Paredes facturó el segundo para el visitante. Todo Varela festejó, mientras que Gago y compañía no podían entender como se en tan solo unos minutos se echó a perder el encuentro.

A partir de este baldazo de agua fría, lo que hay que resaltar es que futbolistas de Racing no se volvieron locos. De hecho crearon varias llegadas interesantes a partir de asociaciones colectivas y paciencia a la hora de atacar. Por el otro lado Defensa se resignó a atacar y, a pesar de no ser frecuente esto en el equipo del sur de Buenos Aires, el objetivo pasó a ser defender el 0-2. Racing fue a buscar el descuento y por supuesto que quedó expuesto a contrataques rivales.

El local pagó demasiado caro entra dormido al segundo tiempo. Lo mismo sucedió la semana pasada en Rosario. Este será un aspecto a corregir para el cuerpo técnico académico. 

Cuando parecía que la pelota definitivamente no iba a entrar, a los 27 del complemento, le cometieron penal a Copetti y el 9 de Racing lo convirtió en gol. Con el aliento de su gente y sin vergüenza deportiva, La Academia fue con todo por el empate. 

A pesar de intentar de diversos medios, y Gago hacer distintas variantes tácticas, a Racing no le alcanzó. Lo positivo es que siguió demostrando apego a la idea del DT, no fue un concierto de pelotazos como comúnmente sucede en la desesperación. 

 

Delfino pitó el final y Racing perdió nuevamente. El equipo de Avellaneda no logra salir de una crisis deportiva que hace rato no se vivía. Si bien se ve un cambio en el juego de La Academia, los resultados no están acompañando el proceso de "Pintita". 

 

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