La ilusión de calle Balcarce, está más latente que nunca y los hinchas de Godoy Cruz compraron todas las entradas para el duelo histórico de este miércoles frente Talleres buscando un lugar por primera vez en la final de la Copa Argentina. Este miércoles, una multitud de Mendoza, se volverá a mudar a 260 kilómetros de la provincia para ver el cotejo contra el club cordobés en San Luis, donde podría escribir otro capítulo más en su historia.

Los simpatizantes del “Expreso”, ya conocen esa ruta, en el antiguo Torneo Clausura 2011 por arreglos en el Malvinas Argentinas previo al arranque de la Copa América se trasladó la localía a la ciudad puntana. En los pocos registros que tiene en ese recinto, el conjunto “Bodeguero” cosechó dos triunfos y una derrota, un lugar que le sienta cómodo. ¿Cómo fueron esos antecedentes? Repasa uno por uno.

Por la fecha diez de aquel Clausura, su primer cotejo fue ante Argentinos Juniors, una de las revelaciones de este torneo y los ex dirigidos por Jorge Da Silva se impusieron por la mínima diferencia. La única alegría del compromiso, fue convertido por Diego “Pipa” Villar, a los dos minutos del primer tiempo después de un pase largo de Sebastián Torrico y el ex volante por derecha eludió la salida de Nicolás Navarro.

Por otro lado, dos jornadas más tarde, el “Tomba” recibió un duro revés y cayó goleado por cuatro a uno contra Arsenal de Sarandí, en una derrota inesperada para los comandados por el “Polilla”. Los tantos fueron anotados por Lisandro López, Adrián González y Mauro Óbolo por duplicado; mientras que Álvaro Navarro descontaba de manera transitoria para el local.

La última vez que ocurrió estos registros, se produjo en el espectáculo frente Quilmes y en la última función en La Punta se quedó con los tres puntos. Las alegrías fueron por medio de Rubén Ramírez y “Pipa” Villar, ambos en los primeros 45’.

En fin, Godoy Cruz buscará dar el golpe y enfrentarse a Boca Juniors, en la final que se llevará acabó en Santiago del Estero. La calle Balcarce, intentará seguir dando que hablar en perfil bajo y en silencio, soñando con lograr la ansiada primera estrella en el escudo.