Desahogo total de media Avellaneda. Por la vigésima tercera fecha, Racing venció 2-1 a Lanús y logró, por lo menos, espantar el aura negra que lo persigue hace dos partidos. A pesar de la victoria el equipo tiene mucho que mejorar, principalmente cuando se pone en ventaja. Hubo dos equipos, uno durante el primer tiempo, que superó a su rival, y otro en el segundo, donde la necesidad de ganar llevó a que los futbolistas se paren exageradamente atrás. 

 

Los roles durante la primera mitad estuvieron claros. La Academia fue la encargada de marcar el ritmo del partido, de manejar la pelota saliendo desde abajo, una marca registrada de los equipos de Gago, o al menos es lo que intentan. Lanús supo esto y por eso presionó mucho a Aníbal Moreno, el futbolista que conectaba la defensa con la mitad de la cancha. 

Racing trató de romper líneas de marca con pases de los centrales y de Moreno, para que luego entren en acción Alcaraz y Chancalay. Lo cierto es que este último debió dejar la cancha, lesionado, a los 28´ del primer tiempo por un fuerte golpe que recibió en su rodilla izquierda. En su lugar ingresó el delantero Javier Correa.

El local, antes de que el marcador se mueva, tuvo dos situaciones, y las dos en manos de su capitán, Lisandro López. Un cabezazo y posteriormente una volea, pero ambas estuvieron lejos de tener destino de red.

Transiciones rápidas, velocidad en ataque y eficacia fue en lo que se basó el juego del Granate. Aunque ciertamente el gol llegó de la manera menos pensada. Un error no forzado de Gastón "El Chila" Gómez, que, por querer agarrar un centro, se le escapó la pelota y el siempre presente "Pepe" Sand se lo hizo pagar demasiado caro. Arriba por uno Lanús y un clima caliente en Avellaneda por el presente del equipo celeste y blanco.

Ya sea por la euforia de los gritos, o por meras cuestiones del fútbol, cuando parecía que el partido se le venía cuesta abajo a Racing, los caminos empezaron a aparecer. Tan solo dos minutos más tarde del gol visitante, a los 37´, tras un centro y consecuente taco de Sigali, Lisandro López apareció por detrás de todos y de cabeza selló el empate en la tarde de Avellaneda. Explosión de todo el estadio, menos de Gago, que sabía que esto servía para poner en partido al local pero que aún faltaba mucho.

 

 

Finalmente, cuando parecía cerrarse el primer tiempo, cuando todos pensaban que la acción había terminado, un remate de Sigali desde fuera del área puso el 2-1 a favor de Racing. Lautaro Morales, el arquero de Lanús, al estar totalmente tapado, no pudo ver la pelota que tuvo destino de red.

 

 

Final de un primer tiempo que, arrancó dejando una imagen distante de lo que se esperaba de ambos equipos, pero que terminó entregando lo que en la previa se podía esperar. Lo que hay que decir es que, a pesar de los errores propios, la predisposición y el ritmo del partido siempre lo manejó Racing.

El comienzo de la segunda mitad indiciaba que el cotejo continuaría por la misma tónica, pero el instinto de conservación le ganó al equipo de Gago. En un momento de crisis, tanto institucional como deportiva, los 3 puntos eran imperiosos para igualar a Unión en el último puesto que clasifica a la Copa Sudamericana. El problema fue que a partir de los diez minutos de la segunda mitad todo fue de Lanús.

Racing, a pesar de que sea difícil creerlo, aguantó casi 40 minutos encerrado en su arco. Lanús le ganó el mediocampo con un Esquivel que parecía omnipresente, y todas las segundas pelotas eran del equipo del sur de Buenos Aires. El problema del Granate estuvo en la finalización de las aproximaciones. La mayoría terminaban en centros para José Sand y José Manuel López

La falta de confianza hizo que La Academia estuviera arrinconado en su propio arco. Le quemaba la pelota a los jugadores celestes y blancos. El visitante intentó y a los 13´del segundo tiempo casi obtiene su recompensa, pero "Chila" Gómez salvó al local. La falta de creatividad de cara al arco rival le jugó una mala pasada a Lanús

 

 

El sufrimiento finalizó un poco antes de lo esperado, a los 42´ del segundo tiempo. Alcaraz ya había avisado en el primero con un remate de tiro libre que pegó en el palo. En la segunda chance que tuvo, el joven del predio Tita no perdonó. Tiro raso que tuvo destino de red. Parecido al convertido ante Colón dos partidos atrás. 

 

 

Darío Herrera se llevó el pito a la boca y finalizó el encuentro en el Cilindro de Avellaneda. Felicidad en Racing por poder, al menos, lograr la victoria en un contexto para nada favorable. La Academia peleará hasta el final el ingreso a Copa Sudamericana. La próxima parada será el sábado 21:30 frente a Huracán

 

VAVEL Logo