Brasil es sinónimo de playa. Al pensar en Río de Janeiro es inevitable no imaginarse descansando sobre las arenas blancas de Copacabana o Ipanema, refrescarse con una rica caipiriña mirando el mar desde la costa. Pero por unos días, el relax de la ciudad se vio invadido por los nervios, la competencia y la pasión por alcanzar el objetivo final: colgarse la presea dorada.

Fueron dos semanas donde las famosas playas de Copacabana fueron las testigos principales de como veinticuatro parejas, entre duplas femeninas y masculinas, lucharon para conseguir la gloria olímpica. El escenario del beach vóley fue el Arena de Voleibol Copacabana, estadio transitorio que se construyó especialmente para los Juegos Olímpicos y que albergó a 15 mil espectadores por partido disputado.

Hay que destacar que es una de las pocas veces en las cuales no se debió importar arena de otras playas. “En Copacabana la arena es perfecta”, sentenció Giovane Gávio, voleibolista más famoso del país anfitrión meses antes de que Río se vista de fiesta para recibir a los deportistas de todo el mundo. En Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012 los organizadores debieron armar los estadios de beach vóley con arena de otros lugares ya que las locales no tenían el gramaje perfecto para desarrollar el deporte; lo que no ocurrió en Río ya que la arena cumplía con todos los requisitos.  

El voleibol de playa se desarrolló entre el 6 y el 18 de agosto, día en el que los hombres disputaban la final por el oro; mientras que la dupla femenina campeona se consagró el día anterior.

La final femenina enfrentó a la dupla local, integrada por Ágata Bednarczuk – Bárbara Seixas, y a las alemanas, Laura Ludwig – Kira Walkenhorst. Las locales no pudieron imponerse y tras ser derrotadas por las europeas por 2-0 se llevaron la medalla plateada. En la disputa por el bronce, Brasil tampoco resultó victorioso ya que la dupla local, Franca – Antunes, fue vencida por 2 a 1 ante las estadounidenses, Kerri Walsh Jennings – April Ross.

A diferencia de lo ocurrido el día anterior, los hombres llevaron la bandera de Brasil a lo más alto y la dupla, Alison Cerutti – Bruno Oscar Schmidt, consiguió el oro ante un Arena de Voleibol repleto de camisetas verdeamarelas. Los locales se consagraron campeones olímpicos al derrotar a los italianos, Daniele Lupo – Paolo Nicolai, por dos sets a cero. La medalla de bronce fue para Holanda, con Alexander Brouwer – Robert Meeuwsen, que derrotaron a la dupla rusa por 2 a 0.

Argentina tuvo representantes femeninos en el beach vóley. La dulpa integrada por Ana Gallay y Georgina Klug defendieron la celeste y blanca mientras pudieron. Se despidieron de Río de Janeiro sin haber conseguido un triunfo y abandonaron la competencia en la Fase de Grupos al ser derrotadas por España, República Checa y la dupla local, que luego obtuvo la medalla de plata.