El día llegó... Hoy con tristeza tengo que aceptar la partida de un ídolo, de un caballero, de un crack, del capitán del equipo de mi corazón. El diez en su espalda, la pelota a sus pies y el corazón pintado de azul, ese eres tú Mayer Candelo. 

Me tomaré el atrevimiento primero de tutearte, porque siento que nos conocemos de hace mucho tiempo, y segundo de escribirte unas líneas muy sinceras y desde el fondo de mi corázon. Pero no sin antes saludarte, capitán.

Hoy abandonas al equipo que orgullosamente llamas el más grande de Colombia, porque a pesar de ser hincha de otro equipo nunca negaste que a Millonarios lo amas con el corazón.

Nunca olvidaré esa zurda maravillosa que te regaló la vida ni todos los momentos que nos hiciste vivir en El Campín, tu casa. Porque cuando tenías la pelota, el mar azul como llamabas a esta hinchada no hacía más que estremecer con cada gambeta o gol que hacías. 

Yo no creía en la magia hasta que te vi jugar Mayer, porque a pesar de que los años pasaban la magia seguía intacta. Volviste para ser campeón y hoy te vas siendo un ídolo, un referente. 

Cometiste errores, claro, todos somos seres humanos, pero de eso nadie se acordará. Porque fue más lo positivo que hiciste desde que llegaste a esta gran familia y con eso me quedaré. Nos devolviste la gloria como solo un ganador puede hacerlo. La Copa, la 14, todas esas alegrías que quedarán guardadas en el baúl de mi corazón. 

Gracias por el liderazgo que supiste transmitir tanto fuera como dentro de la cancha. Porque ahí brillabas, en la cancha, con el balón. Hacías lo que se te daba en gana, disfrutabas jugar al fútbol.

No olvidaré el día que estreché tu mano y aceptaste fotografiarte a mi lado. Como de mi memoria tampoco se borrará tu frialdad para cobrar el penal que nos dio la Copa en 2011 ni la imagen tuya levantando la 14. 

Diez párrafos para un auténtico diez, para ti ídolo que hoy te vas pero que vivirás por siempre en el corazón y en el recuerdo de esta hinchada. Recuerda que esta siempre será tu casa.

Con esta carta no pertendo más que agradecerte a ti todo lo que hiciste por esta institución y sé que es poco, muy poco, porque te mereces mucho más. Hoy te doy las gracias, infinitas gracias, porque más que los títulos o los goles que nos regalaste, partido a partido dejaste en claro que a Millonarios lo amas de verdad.