El fútbol es su vida, aunque está trabajando en sus negocios particulares, Iván Ramiro Córdoba no olvida esa ‘amante’ que lo ha venido acompañando a lo largo de su existencia. Desde sus comienzos en Santuario, pasando por Deportivo Rionegro, el salto a Nacional, el desafío en San Lorenzo y la consagración en el Inter de Milán, el ex capitán de la Selección Colombia ahora transmite sus vivencias en el fútbol a los demás y con esa sabiduría que lo dan los años, lo cuenta y se divierte con tranquilidad.

Córdoba habló en el auditorio de la Universidad Pontificia Bolivariana, esa experiencia que le dio el fútbol la trasmitió en un conversatorio realizado por Cápsulas de Carreño, un portal deportivo enfocado en el fútbol colombiano, donde habló de sus momentos en el fútbol, un deporte que pasó de ser su prioridad al complemento de su vida con el estudio.

“Mi prioridad fue jugar fútbol, pero el estudio era la capacidad para hacerlo mejor y ser una gran persona. Siempre me he guiado por estas palabras: humildad, disciplina, responsabilidad”, comentó Córdoba.

Para Iván, no había juegos amistosos, siempre quiso exigirse al máximo, “el partido es la esencia del trabajo de la semana”.

Sus padres fueron importantes para su desarrollo. “Todas las mamás tienen vocación de profesoras, porque enseñan con el instinto, mi papá me inculcó la educación en el dinero, él fue el que me hizo tener mi primera deuda en un apartamento que todavía tengo y ha disfrutado toda la familia”, señaló.

En cuanto a su paso por Atlético Nacional, a Córdoba le cambia la voz y se pone más sentimental. “Fue una época muy linda, después de jugar en la Selección Antioquia me vieron de Nacional y quisieron que yo estuviera en el equipo, era la época de Juan José Peláez, me querían para el segundo equipo, porque el principal estaba jugando la Copa Libertadores. A pesar que me querían para mitad de año del 96, yo insistí para llegar en diciembre, dejé seco a Juan José”, remarcó entre risas.

De su época breve pero concisa en el equipo ‘verdolaga’, recuerda a René Higuita y la calidad como persona que es. “Con René (Higuita) fue con el primero que concentré en Nacional, es una gran persona y tiene un gran don de gente. La primera vez que me convocaron, en la habitación con él ni me moví de la cama (risas), era una época donde a los jóvenes nos ponían con los veteranos, en el fútbol hay muchos códigos que deben respetarse”.

Otro detalle que recuerda con el ‘verde paisa’ fue el número en su camiseta cuando debutó en un partido ante Deportivo Pereira, “hubo muchos lesionados y Juan José (Peláez) me metió a jugar, ese día tenía la camiseta número 17”. Además, Córdoba dijo que fue Francisco Maturana quien le facilitó utilizar el número 2 en la Selección Colombia y en Nacional,

“Andrés era uno de mis referentes, por eso me gustaba jugar con el número 2, en una concentración con la Selección Colombia, ´Pacho’ me dice que juegue con la 2 y que pida el número también en Nacional, “pídasela al utilero antes que me arrepienta” (risas), Andrés (Escobar) era mi ídolo, quería jugar como él”.

Aunque no se refirió a la actualidad del equipo ‘verdolaga’, Iván Ramiro dejó un par de frases que tienen vigencia: “los grandes equipos y las victorias se manejan desde el camerino. El entrenador debe entender las capacidades de juego”. 

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