Era el partido de ida en la llave de octavos de final de la Copa Aguila, que enfrentaba a Independiente Santa Fe y Atlético Nacional, y la situación que venía arrastrando el equipo cardenal era digna de ser enmarcada como una auténtica pesadilla.
Aquel encuentro tuvo un manto de sucesos bastante complejos que eran un giro más en esa espiral de malos resultados que no dejaban de venir, cual lluvia a cántaros, para todos en el equipo albirrojo de la capital.
Un inicio complejo, marcado por una lesión
Antes de ese encuentro, se vivieron horas agitadas en lo deportivo y administrativo. Un inicio de Liga que hacía eterno un año invadido por los malos resultados, y que aún seguirían llegando; por otra parte, la situación administrativa era caótica: se conocía la renuncia de Juan Andrés Carreño como presidente del club, dejando líos y declaraciones cruzadas; también, dudas sobre la llegada de Eduardo Méndez en reemplazo de Carreño; y la crispación que dejaba el desempeño del equipo bajo la batuta de Patricio Camps.
Pero faltaba un par de golpes más. Santa Fe cayó goleado 3-0 ante el equipo verdolaga en una muestra más que clara de nulidad en su fútbol, en un partido más en el que Camps evidenciaba su poca capacidad para plantear los partidos. Además en esa goleada, se iría lesionado Fabián Sambueza, uno de los refuerzos esperados y bienvenidos por la afición cardenal. Un desgarro en los isquiotibiales de su pierna derecha lo obligó a salir a los 20 minutos con evidente ira e impotencia el campo de juego del Atanasio Girardot.
Los gestos de "bronca", de dolor, pero sobre todo de impotencia que dejaba ver el chino en ese momento, eran el presagio de lo que le esperaba a una hinchada que no calculaba la dimensión de lo que significaría su ausencia. La ida del jugador argentino al departamento médico cercenaba toda posibilidad de creación de juego en un equipo que en ese entonces ya era estéril en ese aspecto.
Sin Sambueza, las cosas empeoraron
Más allá de lo mal que andaban las cosas, era en Sambueza en donde se refugiaban algunos vestigios de buen fútbol en zona de gestación, en un mediocampo sin solución. Aquello, se sustenta en los más que pobres resultados y el escaso fútbol que exhibió Santa Fe en los partidos en los que el N°23 estuvo al margen de la disciplina del equipo.
Los resultados avalan lo ya mencionado: derrotas ante Alianza Petrolera por 0-1, y ante Deportes Tolima por 4-0 en una deplorable salida que marcó el fin de un lacónico e imperceptible paso del que fuera entrenador de delanteros de José Pékerman en Selección Colombia (paradoja, ya que no se anotó un solo gol en su etapa como DT).
Luego, un empate que calmaba las cosas ante Patriotas y con Harold Rivera como nuevo tominel. Pero después, nuevas caídas ante Junior de Barranquilla, América de Cali, y Águilas Doradas de Rionegro. Ante estos dos últimos rivales, Sambueza apareció como sustituto y titular respectivamente. El argentino recién volvía, luego de un mes, a entrar al circuito de juego que estaba intentando armar el nuevo DT, con un equipo que mostraba mejor juego, pero que no lo acompañaban los resultados. Faltaba algo más.
Volvió Sambueza, volvió el fútbol, y llegó la primera victoria; el inicio del nuevo Santa Fe
Consciente de que había que dar un giro drástico a la situación futbolística del equipo, el técnico rivera no titubeó en volver a contar con el chino en cuanto estuviera totalmente recuperado. Más allá de la derrota ante el conjunto escarlata, que fue cuando regresó, se veía que le imprimía algo más de dinamismo al mediocampo del equipo, y que podría cambiarle la cara si persistía la idea y los nombres que lo acompañaran.
Rivera ajustó algunas piezas, y con la idea de aplicar un fútbol más directo alimentado con la velocidad de Maicol Balanta y Jhon Velásquez, y la seguridad y respaldo en jugadores intensos y que aportan también a la creación de jugadas como Andrés Pérez y Daniel Giraldo, se empezó a conformar una nueva estructura con Sambueza como líder.
Llegó entonces el partido por la fecha nueve ante Independiente Medellín, y en su segunda salida como titular, las cosas comenzaron a dar un giro de 180 grados, afortunadamente, del lado que todos querían en Santa Fe.
Fue victoria por 2-0 con un juego sólido, de primera intención, y en donde las jugadas tuvieron en los pies del argentino un paso obligatorio. Aquí, se percibía realmente un nuevo estilo de juego que por fin encontró en resultados lo que venía armando.
No es coincidencia que a partir de ese momento, todas las piezas engranaran de la mejor manera para hacer funcionar de nuevo la maquinaria de un expreso que se sabía tenía potencial, pero que necesitaban ser ajustadas de forma precisa para que comenzaran a funcionar correctamente.
Desde esa victoria, y la aparición permanente de Sambueza dentro de un esquema que se puede memorizar, Santa Fe no ha hecho más que obtener buenos resultados, llegando a hilvanar nueve victorias y dos empates en lo que es la mejor racha invicta histórica del león. Lo mejor de todo, con él en cancha, la producción ofensiva del equipo cambió de un extremo al otro.
Juego directo, apertura hacia los costados, manejo de los tiempos y sacrificio
Partido a partido, y mientras se sumaban las victorias, se ha visto permanentemente en Sambueza un rendimiento digno de ser destacado como el encargado de que en mitad del campo se note fluidez y movimientos como arrastre de marcas, diagonales, apertura del equipo con distribución hacia los costados, en lo que es un funcionamiento quirúrjico de Santa Fe.
El premio esperado: dos goles y dos asistencias en dos partidos consecutivos
Como si se tratara de un cierre cinematográfico al andar de Santa Fe en este semestre en la fase todos contra todos, Sambueza ha podido estampar su rúbrica, decir 'presente', en la tabla de goleadores del equipo antes del final de las 20 fechas.
Los dos partidos más recientes del Primer Campeón, ante Unión Magdalena y Millonarios, han sido dos auténticos estallidos de alegría para la hinchada y su chino, portador de ese mítico N°23 que siempre que es posible, se hace presente ante el rival de patio para demostrarle clase y superioridad. Un gol en la victoria ante el cuadro samario, y otro tanto, más dos asistencias ante el equipo embajador, han puesto a Santa Fe con pie y medio en los cuadrangulares semifinales.
Justo premio para un jugador que ha estado presente en todo este nuevo proceso victorioso.
Los mejores números de Santa Fe con Sambueza.
No cabe duda de que con Fabián Sambueza como líder del mediocampo en cancha, Santa Fe ha sido un antes y un después en esta Liga Aguila II.
el argentino ha sido el hombre que ha marcado los tiempos del equipo, distribuyendo balones, bajando la intensidad cuando se necesita, y apoyando a la defensa en labores de marca y cobertura, imprimiendo su cuota de sacrificio e intensidad. Estos, son sus principales números en Santa Fe desde su llegada.
- Es el séptimo jugador con más partidos jugados en el equipo (15), contando con una lesión que lo ausentó seis enc. Adelante de él están L.Castellanos (19), F.Torijano (18), Daniel Giraldo (18), J.Velásquez, J.Duque y M.Balanta (17).
- Es el jugador de nacionalidad argentina N°96 en anotar gol con la camiseta de Santa Fe. El último jugador de este país en anotar, fue Omar Pérez en noviembre de 2017 en el triunfo del león 4-0 ante Jaguares de Córdoba en la vuelta los cuartos de final de la Liga
- Es el jugador N°520 en anotar gol con la camiseta de Santa Fe en toda su historia
- Es el lider de asistencias junto a Maicol Balanta (4). Prueba fundamental del juego por costados y de diagonales
- Es, de la zona de volantes y delanteros, el segundo con mayor cantidad de pases ejecutados con 464, y una precisión de 76%, solo por debajo de Daniel Giraldo, quien tiene 613 pases y una precisión de 82%. Es el tercero de todo el equipo; el líder es Fáiner Torijano, con 804 pases y 80% de precisión (teniendo en cuenta su posición y su mayoría de toques en corto).
- Su precisión de tiro lo ubica entre los tres mejores (3°). Con un 50%, se ubica por debajo de Daniel Giraldo (55%), y Jefferson Duque (57%).
Todos estos datos y reseña de lo que ha sido el aporte de Sambueza para el momento que vive Santa Fe, y sobre todo después de su lesión, lo hacen merecedor de todos los elogios del entorno que rodea al equipo capitalino. Además, lo hacen indispensable en el funcionamiento del equipo, donde expresa gratitud al decir que:
¡Gracias Chino, por ser parte del resurgir del león, dándole buen fútbol, sacrificio, gran visión de juego, y ahora, goles.