En la última fecha del todos contra todos del Torneo Finalización de 2008 se volvía a revivir la última final que se había disputado: América de Cali vs. Boyacá Chicó, la cual le había dado a mediados de dicho año en curso y que dejó la única estrella que tiene hasta el momento el ajedrezado, después de dos empates en los 90 minutos, ambos por marcador de 1-1 y en que el vencedor fue el conjunto de Tunja tras la definición desde el punto penal.

Pero llegaba la revancha para el equipo de Diego Edison Umaña, después de 17 jornadas en donde se había hecho fuerte de local, al no haber perdido partido alguno en esta condición. 

Sin embargo, había algo de nervios en la fanaticada roja, al saber que Chicó había sido recientemente verdugo de los diablos rojos. Sería el domingo 16 de noviembre el encuentro en el que los rojos lograron abrir el marcador en el primer tiempo e irse al descanso con el 1-0, gracias a un penal ejecutado por el volante creativo, Harrison Otalvaro. 

Sobre la segunda parte vendrían los goles de Adrián Ramos que con un doblete contribuyó a la clasificación de su equipo, Paulo César Arango haría también presencia en el marcador. La visita descontaría y de penal colocaría el 4-2 definitivo que le dio a la mechita, la oportunidad de clasificar a los ocho, como cuarto en el campeonato con 29 unidades. 

Mientras hasta ese momento el vigente campeón del campeonato, con Alberto Gamero como adiestrador no había podido tener un buen semestre y quedaría fuera de la fiesta de fin de año. Después todo sería historia, América de Cali sería el mejor equipo de ese 2008 y en diciembre se coronaría campeón colgando la estrella número trece en su escudo ante Independiente Medellín.