Atlético Nacional logró sacar tres puntos vitales para sus aspiraciones de cara a su participación en la Liga, y un subidón anímico previo al cierre de la llave contra Guaraní en Copa Libertadores. Fue 1-0 el resultado que selló la victoria como local del equipo verde en un encuentro que se ha convertido en uno de los clásicos más picantes del rentado local.

Un once mixto para un partido de alto voltaje

Los anuncios de que Alexandre Guimarães iba a disponer de un equipo titular mermado de titulares se cumplieron. Nacional saltó a la cancha con cinco jugadores suplentes respecto al equipo de gala. Nombres como Jonathan Marulanda, Juan David Cabal y Michael Chacón, por ejemplo, tuvieron la oportunidad de aparecer desde el arranque del partido debido al poco tiempo de descanso del resto de jugadores tras el viaje desde Paraguay.

De esta manera, y con Andrés 'El Rifle' Andrade como principal novedad en el banco de suplentes, los verdolagas iniciaron el partido con un ritmo cansino en zaga defensiva, donde los constantes errores en salida dejaron mal parados principalmente a los dos laterales que, al no ser habituales titulares, sufrieron la falta de partidos frente a una pareja de ataque bastante experimentada como Borja-Teófilo.

Al minuto 8 llegó una de las jugadas más claras del rival: error en salida de la defensa tras una presión alta del bloque alto del Junior, que desembocó en un tiro libre en los linderos del área defendida por Aldair Quintana. Falta cometida por Yerson Mosquera que se repuso sacándole el balón del ángulo a Sebastián Viera y ahogando la celebración del uruguayo en su partido número 700 como profesional.

La pareja de volantes conformada por Chacón y Gómez tuvo una conexión inefectiva en cuanto a organización de espacios y cohesión con o sin balón. Durante los primeros 45 minutos, el número 27, quién viene siendo figura desde hace varios partidos, tuvo que llevar adelante el trabajo de ambos, pues su compañero de zaga no gozó de una buena noche.

Más adelante, con Jarlan Barrera y Vladimir Hernández tirados a los costados y cambiando de posiciones entre despliegues constantes al medio del campo, trataron de darle profundidad al ataque verdolaga que en todo el primer tiempo no logró si quiera un acercamiento al arco de Viera. Por lo tanto, los toques de balón de Duque y Ángel, alejados siempre de la zona franca, fueron ineficaces y fluctuaron entre la posesión y el retroceso del balón.

Corría el minuto 22 y lo que hasta el momento era previsible terminó ocurriendo. Junior marcaba el primer gol del partido y ponía en ventaja a los tiburones: pase largo desde mitad de campo, Borja pica al vacío y Quintana sale en falso; ahí se genera una disputa entre delantero y guardameta cerca de la línea de fondo, Borja termina ganando y pone un centro al segundo palo que sobrepasa los tres hombres de Nacional y que termina siendo empujada por Teófilo Gutiérrez. Así, la figura del primer tiempo ponía el 1.0, y entre baile el equipo visitante celebraba la ventaja.

Sin embargo, el VAR realizaría su primera intervención en una noche que quedaría con su sello. Lo  que muchos previnieron desde un inicio se cumplió. Los asistentes revisaron la jugada y por una ventaja de poco más de un centímetro, Borja caía en posición antirreglamentaria, y se echaba atrás la ventaja en el marcador. Minuto 22 y el partido seguía 0-0.

Así, con llegadas del Junior y con un Nacional con funcionamiento opaco, el partido cumplía su primera etapa. La rotación de Guimarães no funcionaba, mientras que Fabián Ángel y Teófilo partían el esquema de Nacional, siendo los dos jugadores más destacados de los primeros 45 minutos en el Atanasio.

Segundo tiempo de cambios, riña, y VAR

La segunda parte del partido comenzó con una modificación en el local. El director técnico verdolaga enviaba al campo al creativo 'Rifle' Andrade en lugar del juvenil Tomás Ángel. Suma de experiencia y talento que sería la primera base para el triunfo de Nacional.

El local trató de imprimir control del juego en los primeros minutos, pero los de Barranquilla lograron frenar rápidamente el ímpetu verdolaga y siguieron dándole manejo al juego a su antojo. Nacional seguía replegado atrás y Junior acumulaba disparos al arco y aproximaciones ante un Aldair Quintana que no tuvo su mejor noche y por momentos lució inseguro.

Los primeros 15 minutos del segundo tiempo fueron casi que una copia de toda la primera parte: Nacional replegado y tratando (ineficazmente) de armar juego colectivo y unir líneas desde atrás, y un Junior ahogando con presiones altas y ordenamiento posicional en zona medular que impedían la correcta posesión del local.

El reloj marcaba el minuto 60, y Nacional efectuaba dos cambios que le iban a cambiar la cara al equipo de gran manera. Salen Cabal y Chacón para dar paso a Banguero y Rovira respectivamente; entraban al terreno de juego de los de los titulares indiscutidos del equipo que, sin lugar a dudas, lograron reorganizar los bloques bajo y medio del verde.

La pelota rodaba de manera más clara y precisa respecto a las intenciones de Nacional. El 'timming' defensivo y de ordenamiento imprimido por estos dos jugadores, sumados a la liberación de Gómez y Andrade, hicieron que el equipo se volcara hacía arriba con mayor convicción, y comenzara a dejar sensaciones más comprometedoras de cara al área defendida por Sebastián Viera y su zaga defensiva.

Así, ahora con un juego más equilibrado, el ritmo se afianzó a una velocidad progresiva que empezaba a darle pinceladas de buen juego al partido. No obstante, al minuto 61, ocurrió un suceso que quebró el partido por completo.

Yerson Mosquera y  Didier Moreno cayeron al suelo tras colisionar fuertemente; ambos jugadores, tendidos en el suelo, y con claras muestras de dolor, se resentían mientras sus compañeros armaban un tumulto en el que los insultos iban y venían.  El árbitro observaba, mientras sostenía una tarjeta amarilla que iba a ser el preámbulo a la expulsión del joven zaguero del equipo antioqueño.

Regido a la norma, y castigando temeridad, el juez del encuentro dejaba a Nacional con 11 jugadores y pintaba lo que parecía ser la cuesta arriba para el verde de la montaña.

No obstante, una jugada que todos vieron en la transmisión, llamó también la atención de los AVAR, que comunicándole al árbitro central, devolvían las esperanzas a Nacional. Teófilo Gutiérrez, ajeno a la jugada principal, pero fiel a su espíritu canchero, tras una insinuación y posterior agresión a Jarlan Barrera, se iba a las duchas tras recibir la cartulina roja de manera directa. Junior también se quedaba con diez jugadores, y el partido seguía más vivo que nunca.

Falta, VAR y gol

Ya con un jugador menos por parte y parte, el partido, cada vez más acalorado, seguía aumentando su ritmo a grandes velocidades. Más por ímpetu que por planificación o cuestiones tácticas, Nacional cada vez se acercaba más al arco rival.

Al minuto 75, luego del cobro de un tiro de esquina provocado por el ¡primer disparo al arco de Nacional!, el 'Rifle' intenta un centro al área que termina en rechace y de nuevo posesión del verde. De inmediato, el árbitro detiene el juego y atiende a sus colaboradores que, tras revisar la jugada, lo llaman a la pantalla: el central certifica y es penal. Sujeción del defensa Ditta en contra de Geisson Perea que cae al suelo dentro del área chica.

Nacional, con apenas un disparo a portería contra más de media docena por parte de Junior está a las puertas del primer gol del encuentro. Frente al manchón blanco se pone el capitán y goleador Jefferson Duque; duelo de experiencia. Duque dispara fuerte y alto al palo de la mano izquierda de Viera que adivina el lugar pero no alcanza a llegar a la altura de la pelota. Nacional se adelantaba  en el marcador a los 79 minutos de partido y parecía sentenciar el encuentro.

En ese momento, restaban lo menos 20 minutos más para que Nacional sostuviera el resultado. Así transcurren los 11 minutos restantes del tiempo regular y los ocho de adición. Junior tiene una chance para empatar el encuentro pero Borja manda el balón por arriba del arco.  Choques, roces, disputas y desordenamientos de los esquemas resumen el final del partido. Un jugador de Junior termina entre sangre, otros tantos de Nacional adoloridos, y un árbitro que no se quiso sumar problemas dictaminó el final con los 98 minutos recién cumplidos.

De esta manera, con disputas e insultos entre ambos planteles, se dio fin a un duelo de altas tensiones entre dos históricos de nuestro fútbol. Dos propuestas diferentes, dos onces inicialistas completamente distintos, y un resultado que mantiene a Nacional en la parte alta de la tabla y a un Junior en el limbo de cara al complemento de la Liga.

El equipo de Guimarães no jugó su mejor partido, pero si obtuvo uno de los resultados más significativos hasta el momento. Le ganó a un rival directo, y se mantiene en la pelea por los primeros lugares. Además, de cara al compromiso internacional del próximo jueves, el equipo recarga energías y emociones para disputar los retos que vienen, y poder seguir mejorando sobre la marcha y obtener por fin un equipo con engranaje perfecto que se comporte de acuerdo a la historia y grandeza del club.