América de Cali llegó al estadio Olímpico de la UCV con una necesidad, sumar puntos. Venia ya de dos derrotas frente a Cerro Porteño y Atlético Mineiro, por lo que una nueva decepción significaría desechar casi toda posibilidad de clasificarse, aun siendo apenas la tercera jornada de esta Copa Libertadores. Además, había otro condicionante, pues era el primer partido de Jersson González al frente de los escarlatas tras la salida de Juan Cruz.

El primer tiempo empezó con un América de Cali impreciso, con los mismos miedos de partidos anteriores y con un claro ritmo inferior a lo que la Copa Libertadores exige; de nuevo, Joel Graterol salvó el marcador y lo cerró en las ocasiones claras del local. Sobre el final del primer tiempo, América se fue acomodando en la cancha y poco a poco avanzo a la portería de Carlos Olses, todo esto, apoyándose en Adrián Ramos, el líder del juego americano.

La segunda mitad fue un cambio de mentalidad en América, se sintió dominador del partido y empezó a tener las opciones más claras. Así llegaría a opción más clara del partido, un mano a mano de Santiago Moreno que terminaría estrellado al larguero y que imposibilitaba la apertura del marcador. Aunque América terminó con un 70% de posesión, no logró plasmarlo en el resultado y al igual que en Brasil, el sabor al final es amargo, siendo conscientes de que pudo ser más.

América sigue sumergido en el fondo del grupo H, apenas un punto de nueve es el balance de los escarlatas. La única esperanza de la mechita ahora, es ganar sus dos partidos restantes de local y buscar lo que sea en Paraguay. Todo esto, con dos incertidumbres diarias, la situación en el país y lo que podría repercutir en el futbol, y el flojo nivel que aun demuestra en muchos tramos de los partidos.