Más que la derrota, lo que le preocupa al técnico Luis Amaranto Perea son los errores o las pifias defensivas que han costado puntos en estas dos primeras salidas. Ante América se volvió a dar ventajas atrás que trajeron como consecuencia una nueva caída, esta vez en el debut liguero. La anterior fue ante Libertad de Paraguay en el partido de ida de …… de la Copa Sudamericana, en los dos encuentros han recibidos siete goles lo que ya se torna preocupante.

“Es una situación preocupante lo de la defensa. Desde el miércoles, ante Libertad, parece que cometemos todos los fallos. Creo que son situaciones individuales, más no colectivas. Tenemos que ajustar en esa zona, porque les estamos dando muchas ventajas a los rivales”, expresó.

Cabe anotar también, en aras de una búsqueda por un cuestionamiento “más justo”, que a este Junior de Barranquilla lo castigan los errores de sus propios jugadores. El juego contra el América lo mantuvo en control, con algunas afugias, hasta la expulsión de Gabriel Fuentes. Su salida por un codazo dejó el camino expedito al revulsivo americano.

A pesar de ese aspecto a mejorar, Perea cree que en general, el equipo tenía el partido controlado, por lo menos hasta el adiós de Fuentes: “Creo que la expulsión incide, no es lo mismo quedarse con un hombre menos. Podíamos contraatacar, teníamos más posibilidades, porque después Hinestroza va de lateral. Los dos primeros goles sabemos qué zonas ocupar, el esfuerzo nos quitó fuerzas al final. Después sufrimos más y ellos trabajaron mejor”, agregó.

Lo que vino después fue un señalamiento de una falla protuberante del equipo, más allá de la circunstancia adversa: Yo estoy muy lejos de la acción, pero una jugada en específico no puede determinar el futuro del partido. No nos podemos quedar en esa situación, el rival estaba debajo en el marcador y no se vino abajo. Esa no puede ser una excusa, estamos grandes”, explicó.

El entrenador considera que los errores defensivos, los que tanto lo tienen en el ojo del huracán, de fallas a nivel individual: “Cuando hay situaciones repetitivas, porque hay que tomar mejores decisiones a la hora de defender, damos al rival muchas ventajas”, concluyó.