Hoy no se puede hablar de los sucesos futbolísticos en cuanto a técnica, a quien tuvo la posesión, de cuántas veces llegaron los equipos al arco rival, de quién brindó el mejor espectáculo deportivamente y los hechos estadísticos más importantes de un partido de fútbol. El regreso del público a 'El Campín' luego de año y medio tuvo una previa llena de emoción e ilusión de volver al lugar que consideraban su segunda casa sin saber el desenlace que tendría.

En las calles y las afueras del estadio los aficionados se volvían a reunir con amigos, familiares para ver a su equipo nuevamente en vivo y en directo a pesar de su situación deportiva, el estadio recibió a 8. 561 personas en sus gradas, expectantes de lo que sería el encuentro entre Independiente Santa Fe y Atlético Nacional. El primer tiempo transcurrió con tranquilidad el calor de las hinchadas arropaba con cánticos a los equipos respectivamente, el verdadero sonido ambiente había vuelto al Campín. Lo futbolístico no tiene cabida en esta ocasión, si, podríamos decir que el liderazgo y seguridad de Leandro Castellanos le dio una mejor versión a Independiente Santa Fe y que Aldair Quintana incidió mucho en que el local no fuera arriba en el marcador en el primer tiempo pero todo quedó en el olvido cuando esa alegría se transformó en angustia y zozobra.

A pocos minutos de haber finalizado la primera parte donde se supone es tiempo de socializar la acciones del juego y registrar recuerdos en fotos del regreso, el público tuvo que presenciar un hecho bochornoso y maquiavélico, el que marcaría el resto de la noche en el Estadio 'El Campín'; ‘hinchas’ de Atlético Nacional ubicados en Oriental Norte invadieron la tribuna familiar (Norte) de la hinchada de Santa Fe, se subieron las barandas que separaban la tribunas para arremeter con palos, arma blanca y sillas atentando contra la vida de niños, ancianos y familias que corrían para salvaguardar su vida y los padres la de sus hijos mandándolos a la tribuna occidental sin importan la pared que los dividía así era el nivel de acorralamiento a los que estaban sometidos.

Los hinchas de Nacional alegan que primero hubo provocación y acorralamiento de hinchas de Santa Fe y que eso fue lo que desencadenó todo, escudándose en la famosa frase: "lo que está quieto se deja quieto", como si tuvieran derecho sobre la vida del otro justificando actos de intento de homicidio como el de aquel hincha de Santa Fe que entre cinco desadaptados sin sevicia le patearon la cabeza y el cuerpo hasta dejarlo inconsciente, es una de las imágenes más fuertes que dejó este episodio; Edison Ducuara quien fue el hincha brutalmente agredido fue diagnosticado con trauma craneoencefálico trasladado a la Clínica Meredi donde registraron horas después que estaba fuera de peligro con inmensa fortuna.

La situación se agudizó mucho más cuando "La Guardia Albirroja Sur" bajó de su tribuna y atravesó toda la cancha hasta llegar a norte al enfrentarse a los hinchas de Nacional, para frenar lo que sucedía en la tribuna familiar pues la fuerza pública reaccionó muy tarde ante la situación, cuando ya habían heridos y la situación estaba fuera de control, sin contar que había muy pocos agentes para lo que requería un evento como estos, todo pudo terminar en batalla campal en medio de la cancha pero minutos después la hinchada de Santa Fe acató la orden de volver a su tribuna y así de a poco todo volvía al orden mientras se decidía si continuar con el juego o suspenderlo.

Pasó casi una hora desde lo sucedido hasta la decisión de volver a reanudar el partido a pesar de todo lo sucedido, lo que pasó en el segundo tiempo es historia, la alegría de volver al estadio se transformó en impotencia, tristeza, zozobra y dolor, hasta el resultado adverso para Santa Fe pasó a segundo plano el encuentro finalizó sin pena ni gloria.

La alcadesa Claudia López quien estuvo presente en el estadio dio a conocer las sanciones ante lo sucedido después de reunirse con la Comisión Local de Seguridad; se suspende el ingreso a los estadios hasta nueva orden, también confirmó que la hinchada de Nacional no tendrá acceso a los estadios de Bogotá por un año y adicional a esto no se permitirá el acceso de la hinchada visitante por lo que queda del año. Mientras por otro lado siguen las investigaciones para la captura de los responsables de lo sucedido, las redes sociales fueron de gran ayuda para reconocer a los agresores, dos de ellos con un proceso de homicidio agravado y libres en las calles.

El regreso de la hinchada al Estadio Nemesio Camacho 'El Campín' desafortunadamente pasará a la historia junto a ese trágico 2005 donde la violencia se apoderó del espectáculo del fútbol, donde la vida no tiene valor y la intolerancia por un color diferente en la camiseta se volvió una enfermedad incurable. Solo el que asistió al estadio sabe de la angustia e incompetencia que se vivió esa noche, el 3 de agosto de 2021 el fútbol perdió hinchas, nadie va querer volver al estadio ni vestir su camiseta con tranquilidad.