Ante la atenta mirada de 36.204 aficionados Atlético Nacional recibió el pasado jueves a Deportes Tolima en el compromiso válido por la cuarta fecha de la liga Betplay 2022-I. Los dirigidos por Alejandro Restrepo no pudieron descifrar la maraña defensiva planteada por los pijaos y, aunque inclinaron la cancha y tuvieron la posesión del balón, generaron pocas situaciones claras de gol y no las aprovecharon.

En una noche asaltada por las nubes que presagiaban lluvia, la hinchada de Atlético Nacional colmó su estadio y armó un lindo recibimiento para darle la bienvenida a su equipo, el cual venía de derrotar a Millonarios el pasado sábado en el superclásico del fútbol colombiano. La expectativa era alta, Tolima se perfilaba como uno de los rivales más difíciles del torneo, no solo por la contratación de jugadores de primer nivel como Andrés Ibarguen, Michael Rangel y Alexander Domínguez, sino también por la reciente superioridad en el historial que ejercen los dirigidos por Hernán Torres sobre el conjunto verdolaga.  

Declaración de intenciones 

El juego comenzó con un ritmo frenético en el que Tolima, fiel a su estilo, presionó intensamente la salida de Atlético Nacional obligándolo a cometer imprecisiones y haciéndolo ver incómodo con la pelota. Sin embargo, el verde no renunció a su estilo de juego y con paciencia logró encontrar la salida clara con el pasar de los minutos e ir metiendo al visitante en su propio terreno. Nacional subió su bloque e intentó jugar la mayor cantidad de tiempo posible en campo enemigo, ejerciendo una intensa presión tras pérdida que por momentos fue efectiva. 

Los locales le apostaron a crear superioridad numérica por el costado derecho cuando Yeison Guzmán se cerró a jugar por el carril interno y Yerson Candelo explotó la espalda del lateral Junior Hernández obligando al extremo Andrés Ibarguen a colaborar en defensa. Con esta fórmula Nacional encontró en varias oportunidades espacios por la banda, sin embargo, Candelo no estuvo preciso con los centros y los defensores del visitante los controlaron de buena manera. 

El conjunto vinotinto, fiero y aguerrido como siempre, tuvo algunas aproximaciones al arco de Kevin Mier luego de transiciones rápidas de defensa a ataque en las que, la capacidad individual de Andrés Ibarguen, complicó al sistema defensivo de Nacional, sin embargo, los centrales Aguilar y Cabal supieron apagar los incendios y controlar el peligro. 

Nacional tuvo dos opciones de gol en la primera parte. Un remate de media distancia del volante Yeison Guzmán que, a pesar de la potencia que llevaba y del pique de la pelota, pudo desviar el guardameta William Cuesta sin dejar rebote. Posteriormente Juan David Cabal se levantó en un impresionante salto para ganarle el cabezazo a José Moya, la pelota rebotó en la defensa del Tolima y le quedó servida a Jefferson Duque quien remató a portería desde el área chica estrellando el balón contra Junior Hernández quien logró evitar la caída de su portería al sacar la pelota de la raya. 

Segundo tiempo: gol lapidario 

Ambos equipos salieron a la segunda mitad siendo fieles a su planteamiento, Tolima continúo presionando alto y provocó algunos robos de balón muy cerca al área de Nacional, sin embargo, no tuvo aproximaciones claras ya que los centrales y el portero respondieron apropiadamente. Nacional continúo buscando generar fútbol asociativo, con paciencia y circulación de la pelota, pero no pudo descifrar la maraña que Hernán Torres planteó en la mitad de la cancha. 

Al minuto 60 el ‘Rifle’ Andrade recibió la pelota de espaldas en el círculo central, de inmediato Juan David Ríos lo presionó robándole el balón con una barredora, el esférico quedó en los pies de Gustavo Ramírez quién sin pensarlo dos veces remató al arco con potencia, pero sin mucha colocación. El tiro sorprendió al portero Kevin Mier quién retrocedió dudosamente y no supo cómo perfilarse quedando totalmente desequilibrado y dejando pasar el balón entre sus piernas. Gol de Tolima, baldado de agua fría para Nacional. 

La reacción en ambos bancos no se hizo esperar, inmediatamente Hernán Torres refrescó su nómina y mandó a la cancha al volante Raziel García y al extremo Steven Lucumí quienes remplazaron a Yohandry Orozco y a Luis Miranda respectivamente. Así mismo, Restrepo llamó a Gio Moreno y la tribuna se levantó a aplaudir su regreso después de 11 años. Esta euforia rápidamente se transformó en enojo cuando la voz del estadio anunció que el que se retiraba era Daniel Mantilla, el jugador más incisivo que tuvo Nacional a lo largo de todo el partido. 

Un minuto después ingresaron Dorlan Pabón y Álvaro Angulo para tratar de recomponer el camino y buscar el gol de la remontada. Nada más lejos de la realidad, lo que Nacional venía haciendo bien lo dejó de hacer y el desespero se apoderó del conjunto antioqueño. La elaboración se cambió por juego directo en el que, los fornidos defensores de Tolima son especialistas, el equipo se tornó desordenado y caótico facilitándole el trabajo a los visitantes.  

Moreno recibió varias veces la pelota muy alejada del arco rival y, aunque eludía rivales, era correctamente escalonado por los volantes del Tolima y era obligado a retroceder. Las bandas perdieron su trascendencia con la salida de Mantilla y de Andrade, Dorlan y Guzmán no fueron lo suficientemente influyentes en el juego y perdieron varios balones.  

Con más ganas que fútbol, Nacional se alcanzó a ilusionar con el empate en el tiempo de adición luego de que Guzmán capturara la pelota después de una serie de rebotes en el área rival y la mandara a la red, sin embargo, el VAR intervino para anular el gol debido a un claro fuera de lugar de Angulo. Partido terminado y triunfazo del Tolima que le sigue complicando las cosas a Nacional. 

Lo que se viene 

Nacional no tiene demasiado tiempo para corregir ya que visitará al Deportivo Pasto el próximo domingo a las 8pm en condición de visitante. Partido complicado pero perfecto para levantarse, demostrar jerarquía, corregir aspectos en el juego y traerse los tres puntos de Nariño. Alejandro Restrepo no se puede dar el lujo de perder dos partidos seguidos debido a la situación en la que se encuentra. La caída del equipo en el campeonato pasado y las malas decisiones en el banco técnico lo tienen caminando constantemente sobre un delgado hilo que solo puede sostener a base de resultados y de juego. Su más severo juez es el hincha. 

Por su parte Tolima ajusta su tercera victoria consecutiva y se prepara para recibir a Bucaramanga el próximo domingo a las 4:05 pm en su estadio. Posteriormente deberá visitar al Deportivo Cali en el marco de la Superliga. Si bien los resultados acompañan el proceso de Hernán Torres, el aficionado pijao espera ver un equipo que proponga y sea más alegre en su juego, esto teniendo en cuenta que tiene una de las mejores nóminas del país. 

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