La penúltima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas a Catar 2022 ofrecía en Barranquilla el choque futbolero entre Colombia y Bolivia, la tricolor con el público a su favor quería sacudirse de la crisis que le había aquejado las jornadas anteriores, mientras que los del altiplano ya eliminados acudieron con una camada de juveniles en su mayoría. 

Luego de los actos protocolarios con la entonación de los himnos de las respectivas selecciones, se sorteó la escogencia de arranque de partido y lado de campo de inicio, se produjo el silbatazo que de inmediato mostró que la selección anfitriona iba a abalanzarse sobre predios de su rival para el logro lo antes posible de la balanza a su favor.

Hasta el minuto 38 tras una salida limpia de Juan Guillermo Cuadrado que lanzó el balón, controló Luis Díaz con su humanidad, sobrepasó a un adversario a través del uno contra uno y remató cruzado para vencer al portero visitante. Se cortó  la sequía de 685 minutos sin marcar gol, un gol se volvía a cantar en el Metropolitano Roberto Meléndez con efusividad a flor de piel. 

En efecto los locales sabían que tenían que buscarle una mayor tranquilidad al asunto y no perdieron de vista el pórtico de Bolivia, pero antes del final de la primera parte el segundo tanto no llegó, al descanso se fueron con ojos puestos de los aficionados en los partidos restantes de las Eliminatorias. 

Llegó el momento del arranque de la fracción complementaria donde Colombia se le hacia complejo llegarle con claridad al arquero, el partido en cierto sentido se tornó pasmoso, la visita salió a defenderse con casi todos sus hombre y solo apelaron al contragolpe que muy poco se les dio y eso fue reflejado en la no actuación de David Ospina por las toldas colombianas. 

Hay que reconocer que Colombia activó el ataque nuevamente con las dos primeras sustituciones desde su bando, las opciones se generaron y fue Luis Díaz quien estaba como protagonista de nuevo, esta vez de asistidor con perfil zurdo, muy astutamente Miguel Ángel Borja conectó de cabeza y la mandó al fondo de la red contraria. El delantero cordobés desde el alma lo gritó yéndose a festejarlo inicialmente muy cerca a la tribuna norte del estadio y posteriormente con sus compañeros.  

En el curso del juego se notó el compromiso de varios de los jugadores de la selección local, con reconocimiento especial para los defensores centrales de turno Carlos Cuesta y William Tesillo que le dieron seguridad al fondo cafetero, un trabajo silencioso, pero muy equilibrado de Gustavo Cuellar en zona medular, siendo el volante tapón que decoró con acertadas entregas de pelota.  

En el epilogo del encuentro, más exactamente en el minuto 89 Juan Fernando Quintero se apoderó de una pelota quieta ofensiva de costado que fue como con la mano a la cabeza de Jefferson Lerma la trayectoria del balón se al travesaño, el rebote lo capitalizó con su testa el volante Matheus Uribe que por cierto estaba de cumpleaños y decretó el puntillazo final en el marcador. Un abultado 3-0 que le posibilitó a Colombia disminuir el gol diferencia o cero. 

Tras el triunfo esperanzador y con la mano de los resultados dados en los partidos que acontecían en otras ciudades del cono sur del continente, la tricolor se ubica en la sexta posición de la tabla a solo 1 punto de Perú y llegar con posibilidades matemáticas del cupo a repechaje, al todo o nada en Puerto Ordaz deberá ir Colombia el martes 29 a las 6.30 pm. 

Por supuesto que la figura del partido tiene apellido con tinte vallenato y porque no guajiro, se trata de Luis Díaz que inició la goleada y se reportó con asistencia en el segundo gol colombiano, la ovación recibió el talentoso jugador que fue sustituido en el minuto 84, para el regocijo de muchos y aplausos de todo un estadio.