Una nueva mala salida por parte del Deportes Tolima en su propio escenario ante un aguerrido Deportivo Pasto que necesitaba imperiosamente de los tres puntos para mantener viva la chance de clasificar a los cuadrangulares.

Continuidad de la jornada 16 de la Liga BetPlay 2022-I en el estadio Manuel Murillo Toro, donde los pijaos recibían al elenco pastuso en un encuentro con repercusiones importantes para ambos combinados: el local en búsqueda de la primera posición de la tabla y el visitante tratando de mantenerse con signos vitales en el lote de posibles clasificados a instancias finales.

Un primer tiempo con pocas emociones para hacer levantar a la tribuna y a los espectadores que presenciaban el cotejo a la distancia, ya que el dueño de casa mantuvo una cautela cancina sin afán, mientras que los foráneos en tierras ibaguereñas esperaban el momento adecuado para producir daño al adversario; cosa que no paso en los 45 minutos del primer episodio.

En el entretiempo ambos equipos recibieron un cachetazo anímico por parte de sus entrenadores porque la actitud dentro del gramado distó con respecto a lo que entregaron previamente. No era una lluvia recia de llegadas por bando pero si un despliegue de avistamientos con cierto peligro latente en las inmediaciones de las áreas.

La más clara de los musicales apareció cuando el reloj marcaba los 70’ en una salida rápida vinotinto y oro luego de un pase frontal para Anderson Plata que encendió la moto para quedar frente al portero, pero su generosidad y espíritu colectivo le permitió descargar la pelota a un Gustavo Ramírez que era la ejemplificación perfecta del llanero solitario; tan en soledad se encontraba con el arco vacío que el miedo se apoderó de él, y este mandó la esférica al cañón del Combeima de manera inconcebible. Dilapidación increíble del paraguayo que en esta ocasión no se vistió de goleador sino de despilfarrador.

Y como dice el adagio popular futbolero “el que no los hace los ve hacer” se hizo más vigente que nunca en fortín tolimense: un puñado de minutos después, el ariete del Pasto, Duvier Riascos, le desfaso la cadera a José Moya con un enganche hacia la izquierda para darle lugar a un remate portentoso que vulneró la guarida defendido por el guardameta William Cuesta. Gol de los volcánicos a los 77’ que celebraron desaforadamente en el banco con brazos entrelazados y gritos de júbilo

A partir de ahí, los dirigidos por Hernán Torres entraron a la sala del pánico y desespero para tratar de conseguir el tanto del empate que jamás llegó frente a la barrera impenetrable del tricolor y las triquiñuelas del visitante para consumir tiempo. No hubo lugar para la épica ante los pocos aficionados que concurrieron al Coloso de la 37 y si hubo espacio para la recriminación de la escaza presencia en las tribunas por el nuevo revés del Tolima que no levanta cabeza en el plano nacional ni en el internacional.

Con esta derrota el Deportes Tolima se estaciona con 32 puntos con lo oportunidad derrochada del alcanzar la cúspide de la tabla de clasificación. Por su parte, el Deportivo Pasto con 18 unidades no suelta la esperanza de aferrarse a un hipotético avance a los playoffs.