Este domingo 30 de mayo, Egan Bernal escribió una nueva página bañada de oro en el ciclismo colombiano. El escarabajo se coronó campeón de la edición 104 del Giro de Italia, competencia que vuelve a ver a un cafetero adjudicarse la maglia rosa, algo que ya había hecho Nairo Quintana en 2014.

Fueron 21 días a una enorme exigencia, algo normal en una carrera de tres semanas, pero desde el comienzo, Egan se mostró en buena forma, manteniéndose a la par de sus principales rivales, João Almeida (Deceunink - Quick Step), Aleksandr Vlasov (Astana - Premier Tech), Remco Evenepoel (Deceunink - Quick Step) y Mikel Landa (Bahrain Victorious). Estos dos últimos se retiraron en el transcurso de la competencia.

Si bien la primera semana casi en su totalidad la dominó el húngaro Attila Valter (Groupama FDJ), fue en la novena etapa, donde el bogotano empezó a mostrar su fortaleza, imponiéndose contundentemente en Campo Felice, donde tomaría la maglia rosa, que no volvió a soltar.

Egan aguantó y mostró un buen estado físico. Cabe recordar lo que sufrió en los últimos meses con las lesiones en su espalda, problemas con los que tuvo que lidiar y que lo marginaron de la pelea por el Critérium du Dauphiné e intentar revalidar el título del Tour de Francia (en ambos abandonó).

Todo siguió siendo favorable para Egan, cuando llegó el momento de subir el mítico y brutal Monte Zoncolan, donde finalizó cuarto, pero siguió arañando segundos valiosos respecto a sus rivales alejándose aún más en la general. Pero la gran estocada la dio en la decimosexta etapa, con un ataque brutal en el Passo Giau, donde amplió sus diferencias a casi dos minutos y medio en Cortina d'Ampezzo, mandando un contundente mensaje a sus rivales, que debían batirse a fondo si querían bajarlo.

Sin embargo, el esfuerzo hecho hasta ahí empezó a pasarle cuentas de cobro a Egan Bernal. Primero fue Simon Yates (Team BikeExchange), el que intentó ponerle firmeza a su intento de asaltar la maglia rosa del colombiano y luego Damiano Caruso (Bahrain Victorious), que tras la salida de landa, tomó las riendas del equipo, pero a Bernal le apareció un ángel de la guarda: su compatriota y compañero de equipo Daniel Felipe Martínez, que fue su voz de aliento cuando el cuerpo empezaba a ir al límite. La tenacidad de 'Dani' lo llenó de valor para dar su último aliento en las últimas jornadas y fruto de ello, llegó con una ventaja de 1'59" a la contrarreloj de la última jornada.

La tensión fue protagonista en la última jornada. Como era de esperarse, el italiano Filippo Ganna (Ineos Grenadiers) se impuso en la crono, esta vez con dramatismo por un pinchazo que sufrió y porque el segundo en la etapa, Rémi Cavagna (Groupama FDJ), se cayó en el último kilómetro. La diferencia entre ellos, fue de 12 segundos.

Hablando de los favoritos, Daniel Martínez cumplió una prueba fenomenal y se trepó al quinto lugar de la general, bajando al francés Romain Bardet (Team DSM). a Aleksandr Vlasov solo le alcanzó para mantenerse en el cuarto lugar, a Simon Yates no le dio el tanque para intentar quitarle el lugar a Damiano Caruso, que se había jugado la última carta el día para jugarse su posición en el Giro, pero este solo pudo recortarle 30 segundos a Egan Bernal, que desde que entró en la recta final en Milán se supo ganador y levantó los brazos para gritar campeón.

Al final, Egan Bernal se adjudicó además de la maglia rosa, la camiseta blanca que distingue al ganador de la clasificación de los jóvenes. El eslovaco Peter Sagan ganó la maglia ciclamino, en la clasificación de los puntos, Geoffrey Bouchard se hizo con la azzurra, de la clasificación de la montaña y el INEOS Grenadiers ganó la clasificación por equipos, premio más que merecido por el trabajo en conjunto, que llevó a su 'capo' a hacia el título.

Egan Bernal suma con este giro la quinta vuelta grande para Colombia. Lucho Herrera fue el que inauguró este cuadro ganando La Vuelta en 1986; luego Nairo Quintana sumó el Giro de 2014 y La Vuelta de 2016 y el propio Egan Bernal puso su granito de arena cuando salió vencedor del Tour de Francia 2019. ¿Cuántas páginas doradas más le faltan a este libro?