Con uno de los equipos jóvenes más prometedores de toda la NBA, Golden State Warriors se plantaba en 2013 con un récord de 21-10 y con toda la NBA enamorada del estilo de juego de los de Mark Jackson. La franquicia de Oakland estaba por fin decidida a jugar de nuevo Playoffs tras seis años sin aparecer por ellos.

La temporada 2012-2013 comenzó mejor de lo esperado los Warriors que se impusieron a franquicias como Miami o Clippers, serios aspirantes al anillo dejando una buena imagen y deslumbrando a propios y extraños con uno de los mejores arsenales ofensivos de la NBA. Estos buenos primeros meses dejaron a Golden State con un balance de 21-10 con el que afrontaban los meses decisivos como serios candidatos a estar arriba en la clasificación del Oeste. El mes de enero terminó por confirmar que Golden State podía ser una alternativa a equipos como San Antonio Spurs o Memphis Grizzlies, imparables durante toda la temporada. Curry y compañía siguieron sorprendiendo a todos con victorias sobre Clippers, en dos ocasiones, u Oklahoma dejando claro que iban muy en serio. Febrero sería recordado por las dos derrotas contra Houston, especialmente, el partido en el que los Warriors cayeron por 140-109 e intentaron por todos los medios evitar el récord de triples en un mismo partido, algo que consiguieron.

Los siguientes meses dejaron a Golden State Warriors con un balance de 47-35, sextos de la conferencia oeste y emparejados con Denver Nuggets en la primera ronda de Playoffs. La mala noticia, la lesión de David Lee, que se iba a perder en un principio las fases finales. Denver Nuggets era claramente favoritos y lo demostraron llevándose el primer partido con un Andre Miller sensacional con 28 puntos. Los Warriors dieron un paso al frente y se llevaron los siguientes tras partidos liderados por Curry que promedió 30 puntos por partido, dejando la eliminatoria prácticamente sentenciada y cerrándola en el sexto partido en casa ante un Oracle Arena que literalmente se caía.

Los de Mark Jackson llegaban lanzados a semifinales de conferencia, donde acabaría su sueño contra los veteranos Spurs intratables año tras año. El joven e inexperto equipo pecó de ingenuo en algún partido. Como ejemplo el primer encuentro en el que Golden State ganaba de 10 a falta de dos minutos y después de dos prórrogas perdía con un triple de Ginobili en el último segundo. Finalmente cayeron eliminados por 4-2 pero dejando mucho optimismo en el futuro de la franquicia.

Pasado el verano, llegaron buenos movimientos desde las oficinas de la bahía de Oakland. Sin duda el refuerzo más llamativo fue el de Iguodala, que se ha convertido en un hombre clave en la franquicia en defensa. Los Warriors con él en pista encajan diez puntos menos de media. Además el alero en ataque pese a estar anotando menos que otros años, está con los mejores porcentajes de su carrera en tiros de campo. Otro de los que aterrizó en Oakland fue Jermaine O`Neal. El ala-pívot llegó con la difícil papeleta de dar descanso a los hombres altos de Mark Jackson y de momento está cumpliendo con creces. Si a esto se le suman otros refuerzos como el de Toney Douglas o Marreese Speights el equipo es ahora más completo que otros años.

En el capítulo de bajas, se fueron jugadores que rindieron muy bien como Jarret Jack o Carl Landry pero a los que no se está echando de menos este año. Además con un gran movimiento, los de Oakland de deshicieron de Biedrins y Jefferson que no contaban para el entrenador y que dejaron margen salarial en la franquicia.

Con el inicio de la nueva temporada, Golden State comenzó muy bien con un balance de 4-1. Sin embargo con el paso de los partidos, la franquicia ha ido dejando algunas dudas al caer contra equipos como Charlotte o Phoenix Suns y encajando muchos puntos con la ausencia de Iguodala. Pese a todo, hay muchas razones para ser optimistas en la bahía de Oakland.

Dúo Curry - Thompson

Sin duda es la mejor noticia de toda la temporada. Stephen Curry se está erigiendo como uno de los mejores jugadores de toda la NBA. Esta temporada está promediando 24 puntos, mostrando a todo el mundo que es imparable en ataque. Además está organizando a su equipo mejor que nunca dando 9 asistencias por partido de media, mejorando sus estadísticas de temporadas pasadas. Sin embargo, su punto débil sigue siendo la defensa. Todos los bases rivales siguen anotando mucho en cada partido frente a él y no parece que esa dinámica vaya a cambiar en toda la temporada.

La otra gran noticia es el escolta Klay Thompson, la elección de draft del 2011 de los de Oakland. El joven, nacido en Los Ángeles, se fue asentando en la NBA la temporada pasada y este año ha dado un paso adelante convirtiéndose en un jugador clave en la rotación de Mark Jackson. Promedia casi 20 puntos por partido y está en sus mejores porcentajes de las tres temporadas que lleva en la NBA, siendo letal desde la línea de tres puntos. Ambos jugadores se han complementado muy bien en este inicio y son el mejor dúo anotador de toda la NBA.

Juego interior

Desde la llegada de Mark Jackson la primera opción de los de Oakland siempre ha sido buscar tiros claros y rápidos desde el perímetro aprovechando la cantidad de jugadores buenos que tienen en esa faceta. Sin embargo esta tendencia parece ir cambiando poco a poco una vez David Lee y Bogut están mostrando sus mejores versiones. El ala-pívot está siendo uno de los mejores jugadores en su posición promediando 18 puntos y 10 rebotes por partido, tirando mucho y dominando la pintura. Además sus recursos ofensivos y sus continuaciones en el Pick&Roll le hacen fundamental en el esquema de Mark Jackson.

Por otro lado Bogut parece dejar de lado definitivamente las lesiones y comienza a recordar al pívot de Milwaukee Bucks. El center es uno de los mejores reboteadores, promediando más de 10 por partido, pero no está contando casi en tareas ofensivas para los de Mark Jackson. El australiano tira poco más de 5 tiros por partido con un alto porcentaje de acierto, pidiendo a gritos más protagonismo para dar así muchas más variantes ofensivas a los Warriors. En defensa, es el pilar sobre el que gira todo el entramado defensivo y con su envergadura ayudas e intimidaciones da la solidez necesaria a una franquicia aún por pulir en defensa.

Mark Jackson, un entrenador a medida

El exjugador de la NBA llegó con la difícil papeleta de hacer competitivo a un equipo en reconstrucción. Su primera temporada fue de transición, con el Lockout y muchos refuerzos el balance no fue positivo. Sin embargo la temporada siguiente, consiguió llevar al equipo a los Playoffs. Desde que llegó ha conseguido implantar un estilo de juego único en la NBA y que enamora a los espectadores. Su pasión por el juego ofensivo basado en posesiones cortas y que saca el máximo partido al talento de sus jugadores hace de los Warriors uno de los equipos más anotadores de la NBA. Su talón de aquiles quizás sea la defensa, a la que Mark Jackson no da mucha importancia y no exige lo que debería. Sólo Bogut e Iguodala son especialistas defensivos y prácticamente los demás jugadores sufren en defensa. Mark Jackson ha conseguido que su equipo sea conocido y respetado en la NBA, siendo una alternativa más que real en la conferencia oeste.

Objetivo: final de conferencia

Con un equipo cada vez más asentado y unos jugadores cada vez más comprometidos, las expectativas de los Warrios son más que ambiciosas esta temporada. El final de la pasada campaña dejó un buen sabor de boca en la franquicia, capaz de competir hasta el último partido con los que fueran subcampeones de la NBA, San Antonio Spurs. El objetivo claro marcado desde las oficinas es la final de conferencia y a partir de ahí ver de lo que es capaz del equipo. Una franquicia que sin lesiones y en racha es capaz de todo.