El Baloncesto Fuenlabrada finaliza la temporada con los deberes de siempre cumplidos, pero divisando desde abajo las cumbres a las que aspiraba el nuevo proyecto de José Quintana. El dinamismo y la lentitud, la garra y la debilidad. La cara y la cruz de la moneda alternándose en la cancha. Una plantilla capaz de romper las caderas de los rivales en el uno contra uno, de defender con oficio y culminar transiciones en milésimas de segundo. Una plantilla capaz de estar 5 minutos sin anotar, de cometer fallos en las ayudas, en las marcas o cubriendo el rebote. Así se podría definir al conjunto madrileño esta temporada.

Los nombres hacían presagiar una revolución en la pista

El equipo fuenlabreño venía de cosechar un aceptable bagaje a las órdenes de Trifón Poch, con 12 victorias y 22 derrotas que les permitieron eludir el farolillo rojo.

Este balance no era suficiente para el presidente del club, José Quintana, que quería devolver a Fuenlabrada esos momentos de gloria de Playoffs y competición europea. Su afán por devolver al Fuenla a los tiempos de Perasovic, Calderón, Walter Herrmann o la etapa de Salva Maldonado en el banquillo le llevó a hacer un saneamiento completo de la plantilla: solo Javi Vega y Feldeine siguieron defendiendo la camiseta naranja esta temporada.

José Quintana quería devolver a Fuenlabrada esos momentos de gloria de Playoffs y competición europea

La llegada de figuras de prestigio como Carlos Cabezas o Andy Panko servía como cimiento de un proyecto aparentemente sólido que se iba a sostener en la dirección de Chus Mateo. Su Curriculum como segundo entrenador lo avalaba como un entrenador idóneo para traer alegrías y triunfos a la afición del Fernando Martín. La agridulce meta de la permanencia parecía quedar atrás.

Chus Mateo (Foto: Samy Ataoui-Vavel)

El comienzo no fue fácil para el entrenador madrileño. Faltaban centímetros en el poste bajo. Taylor Smith ofrecía muchas dudas y finalmente salió por la puerta trasera del Fernando Martín. Tras mover ficha, Marcus Arnold se transformaba en el “5” referente de un equipo renqueante en el rebote.

Luces, sombras y permanencia asegurada

La mayoría de los jugadores llegaron tarde a la preparación de la pretemporada debido a sus compromisos europeos y el culebrón de Sergiy Gladyr finalizó con su salida al Nanterre y la llegada de Ivan Paunic a última hora con el comienzo de la ACB a la vuelta de la esquina.

El debut de Chus Mateo fue bastante gris. El talento y la explosividad individuales chocaban radicalmente con la falta de tensión y de concentración de una plantilla entumecida con poquísimo rodaje.

La victoria en el derbi de la 6ª jornada ante el Tuenti Móvil Estudiantes maquillaba el mal comienzo de los fuenlabreños, que solo habían cosechado un triunfo en 5 partidos. El Fuenlabrada acusaba en exceso la falta de concentración que experimentaba en algunos periodos de los encuentros: Defensa blanda, despistes, fallos infantiles, malas selecciones de tiro, debilidad en la pintura…

Algunas figuras como James Feldeine y Andy Panko evidenciaban su potencial con grandes actuaciones y otras más jóvenes como Moussa Diagne o Dani Pérez pedían paso demostrando una progresión exponencial en su juego. No obstante, jugadores como Cabezas o Montáñez aportaban menos de lo esperado. El bloque no era consistente. Faltaba feeling, regularidad, concentración.

El paso de las jornadas fue mostrando a un Fuenla más consistente, que, por momentos, conseguía demostrar el potencial esperado y esconder sus carencias en el rebote (finalizó siendo el peor equipo en esta faceta con 29,97 por partido). Vargas llegaría a Madrid para dotar de músculo a un endeble juego interior, mientras que Adrián Laso viajaría rumbo a Las victorias ante La Bruixa d’Or y FIATC Joventut *(enlaces crónicas) daban alas a un equipo en progresión ascendente. Una maquinaria cuyos engranajes se engrasaban poco a poco con la esperanza de dar el tan esperado salto de calidad que la directiva esperaba.

El Fuenla finalizó siendo el peor equipo en esta faceta con 29,97 por partido

Los hándicaps aparecían por doquier y esta vez fue el calendario el que le puso las cosas difíciles a los de Chus Mateo. Los cruces ante Guipuzkoa Basket, Unicaja, Herbalife, Barcelona y Real Madrid hundían a los madrileños en una racha de 5 derrotas consecutivas que los acercaba preocupantemente a los puestos de descenso. El Fernando Martín subió de decibelios para levantar al equipo fuenlabreño, que consiguió tres triunfos consecutivos en casa, incluido un dramático choque ante el Laboral Kutxa con un final no apto para cardiacos, en el que Panko dio el triunfo a los suyos con un triple sobre la bocina:

A pesar del salto experimentado, las carencias del Fuenlabrada siguieron lastrando sus resultados en pista y una dinámica de 3 derrotas consecutivas colocaron a Chus Mateo en el punto de mira. El entrenador madrileño estaba al borde del abismo. Sus métodos no convencían. Se le tachaba de ser muy blando con los jugadores. No conseguía frenar los apagones de un equipo que acusaba una excesiva presión mental.

La derrota en casa ante el CAI Zaragoza por 72-81 en la jornada 21 precipitó lo inevitable. Los gritos de “Chuso vete ya” hacían ver que las horas de Chus Mateo como entrenador estaban contadas.

Llegaría al banquillo un viejo conocido del club como es Luis Casimiro, que, con su nueva filosofía de trabajo introdujo cambios en el equipo, siendo capaz de cerrar el agujero en el rebote y dar mayor intensidad defensiva al equipo. La derrota en su debut en Manresa fue un mero espejismo, ya que el Baloncesto Fuenlabrada sumó 3 victorias en los siguientes 4 encuentros. Vargas fue ganando protagonismo en el esquema y Panko seguía erigiéndose como principal baza en ataque desde el perímetro y la zona.

Se podían observar brotes verdes en el Fuenlabrada: mejora en la intensidad defensiva, mayor seguridad en defensa…, sin embargo, la irregularidad en el juego seguía siendo un lastre para un conjunto que volvió a acusar la dureza del final del calendario.

Las 4 derrotas consecutivas ante Barcelona, Herbalife, Real Madrid y Unicaja devolvieron a la realidad a un Fuenlabrada que, por momentos, pudo estar cerca incluso de los puestos de Playoff. El conjunto de Luis Casimiro se despidió de su público con un aceptable triunfo ante el colista y con los deberes hechos, aunque lejos del nivel que esperaba el proyecto de José Quintana: 15ºs en la clasificación con 12 victorias y 22 derrotas.

Análisis individual plantilla 2013/2014

5 - Dani Pérez:

Este joven base ex canterano del F.C.Barcelona ha comenzado a dar sus primeros destellos de calidad en su primera temporada en Liga Endesa. Ya en LEB Oro se convirtió en el máximo asistente de la competición en su etapa en River Andorra y las expectativas se van cumpliendo con el paso de los partidos.

Veloz, explosivo en el uno contra uno, con buena dirección del juego, sin errores graves, su progresión ha sido moderada pero marcha por el buen camino. Su registro de 5,1 puntos, 2,1 asistencias y 5,8 de valoración es bastante discreto, pero en múltiples ocasiones ha llegado a quitarle el puesto a Carlos Cabezas en el quinteto titular, demostrando saber llevar con oficio las riendas del equipo.

7 – Andy Panko:

La estrella del equipo sin ninguna duda. Capaz de hacer daño jugando de espaldas al aro, desde el perímetro y con un tiro infalible desde media y larga distancia. Tanto Chus Mateo como Luis Casimiro han sabido aprovechar su polivalencia para convertirlo en el referente ofensivo en la pista.

Su estelar actuación a lo largo de la temporada ha sido clave en la permanencia del conjunto madrileño. No en vano ha sido nombrado MVP de la Liga Endesa del mes de enero, siendo además el máximo anotador de la competición doméstica con 17,9 puntos por partido. Los años parecen no pasar por el ala-pivot de Harrisburg, que es el tercer jugador más valorado de la ACB con 16,9 puntos, tan solo por detrás de Justin Doellman y Tibor Pleiss.

8 – Román Montáñez:

El veterano escolta de Sant Joan de Vilatorrada no ha tenido el protagonismo esperado en cancha y su participación ha ido decreciendo con el paso de los partidos. Montáñez promedió 3,5 puntos y 1,1 asistencias en 13 minutos de juego por encuentro.

Sin duda es uno de los jugadores más castigados en los partidos en los que la plantilla no ha dado el nivel esperado. Quedó relegado a la sombra de jugadores con roles más importantes en su posición como Feldeine o Iván Paunic

En ocasiones ha llegado a jugar de base con relativa solvencia para afrontar los problemas de faltas de Dani Pérez y Carlos Cabezas.

9 - Javi Vega:

Uno de los dos supervivientes de la temporada 2012/2013. Sus discretas estadísticas engañan: 3,5 puntos en 15 minutos por encuentro.

Javi Vega ha sido un jugador importante para el Fuenlabrada en labores defensivas, siempre ejerciendo una gran labor en el poste bajo.Es un defensa polivalente capaz de cumplir tanto en el rebote y en la pintura como defendiendo a jugadores exteriores. Coraje, lucha y oficio puro. Su poca aportación en ataque y algunas malas actuaciones en cancha han provocado que perdiera minutos con el paso de las jornadas.

10 Carlos Cabezas:

Uno de los nombres propios mayúsculos de la pretemporada. A diferencia de Andy Panko no ha logrado tener un rol decisivo en el equipo. Demasiado irregular, ha alternado grandes actuaciones con encuentros para olvidar. En ocasiones ha llegado a perder la titularidad en detrimento de un Dani Pérez cada vez mejor adaptado a la élite baloncestística.

Sus 8,7 puntos y 3 asistencias por encuentro se alejan del mejor Cabezas, aunque ha sabido ser pragmático en ataque y llevar la batuta del Fuenla con oficio. De cara al año que viene su regularidad será clave, ya que su calidad puede decidir partidos.

12 - Moussa Diagné:

Garra, lucha, intensidad, músculo, corazón. Son las señas de identidad del joven pivot senegalés, que en poco se parece a aquel recién llegado de Baloncesto Torrejón.

La confianza que le ha brindado Chus Mateo le ha permitido demostrar su nivel y su proyección, dejando atrás la falta de ritmo competitivo y la excesiva inexperiencia. Sin duda el mayor éxito del entrenador madrileño ha sido saber explotar y mejorar a Diagné.

Con el paso de los partidos su rol en el equipo ha sido cada vez más importante, exceptuando un paréntesis al inicio de la era con Luis Casimiro. Capaz de lidiar con los pivots más rocosos de la competición, su actitud y su rápida mejora hacen pensar que será un poste de gran nivel en muy poco tiempo. Sus dos asignaturas pendientes son la inmadurez en la cancha y el tiro libre. Todo hace pensar que en la siguiente campaña superará con creces los 3,5 puntos y 4,6 rebotes que ha promediado por choque.

14 - James Feldeine:

Venía siendo el hombre más destacado del Baloncesto Fuenlabrada en las últimas campañas y esta vez tampoco se quedó atrás. El escolta dominicano combina su gran intensidad defensiva con su infalible tiro exterior y su explosividad en el uno contra uno.

Ha sido uno de los pilares del conjunto fuenlabreño junto con Andy Panko, promediando 13,9 puntos y 3,2 asistencias por partido.

25 Marcus Arnold:

Su papel se antojaba muy importante para el devenir del Fuenlabrada: al inicio de la temporada era el “5” titular del equipo, aunque su baja estatura ofrecía algunas dudas. Su ramplona actuación llega al aprobado, no obstante, ofreció bastantes dudas y concedió rebotes de ataque a sus rivales al inicio de la campaña. El conjunto madrileño evidenció la falta de músculo abajo y finalmente optó por fichar a Vargas para subsanar las carencias de Arnold.

Con el paso de los partidos, el rendimiento del pivot de Illinois mejoró, demostrando sus múltiples cualidades ofensivas: luchador en el rebote, buenos movimientos para crearse su propio tiro, buena mano desde media distancia… Terminó la temporada con 7 puntos y solo 4 rebotes por encuentro. Su asignatura pendiente sin lugar a dudas.

30 – Eloy Vargas

Este joven pivot dominicano vino procedente de la NCAA después de un largo papeleo con el Alba Fehervar húngaro para conseguir su “transfer”. Vargas tardó en aclimatarse al equipo y al principio no gozó de muchos minutos con Chus Mateo.

La llegada de Luis Casimiro le sirvió como catalizador para ganar protagonismo y demostrar potencial. Excesivamente blando en el rebote en algunas actuaciones, Eloy Vargas puede llegar a ser un pivot de garantías para salvaguardar la pintura, aunque su aportación en ataque fue discreta: 5,5 puntos y 4,1 rebotes por partido. Se espera más de él para la próxima temporada.

31 – Ivan Paunic

Con su llegada se pretendía llenar el vacío dejado por Sergiy Gladyr y el objetivo se cumplió con creces: 8,3 puntos por partido y casi un 50% de acierto en triples. Veloz y explosivo en el uno contra uno. Letal en el tiro exterior. Supuso una baza importante en ataque, tanto para Chus Mateo como para Luis Casimiro.

Chus Mateo

Salió por la puerta de atrás del Fernando Martín. Por momentos consiguió sacar y aprovechar el potencial técnico de sus jugadores, pero no logró pulsar la tecla adecuada para solucionar los problemas de concentración del equipo. Se le tacho de blando durante muchos tramos de la campaña. Su mayor hazaña ha sido descubrir a Moussa Diagne y proporcionarle confianza y minutos.

Luis Casimiro

Cambió el chip del equipo. Inculcó su filosofía basada en la intensidad defensiva y la garra. El rendimiento del Fuenlabrada mejoró ligeramente bajo su mando, consiguiendo tapar los agujeros defensivos de los madrileños en el poste bajo. Su balance ha sido parejo al de Chus Mateo.