17-12-1991, Richfield Coliseum (Richfield, Ohio), estadio de los Cleveland Cavaliers. El público observa en la cancha lo que parece un partido más dentro de la larga temporada de su equipo. Miami, con un balance de 11 victorias y 11 derrotas, llevaba  tres victorias seguidas, precisamente la primera de ellas frente a Cleveland por 105 a 103, mientras que el equipo local, con un balance de 12-8, venía de perder 99-97 frente a Dallas.

El primer cuarto transcurrió de una manera normal, con Cleveland tomando una ventaja de 10 puntos 34-24. En el segundo cuarto, ambos equipos subieron el ritmo anotador pero los de casa sumaban diez puntos más que su rival y se distanciaba 73-53. Mucha anotación pero tampoco una diferencia exagerada (+20). El base Mark Price alcanzaba los 14 puntos en la primera mitad y en total, cuatro jugadores de Cleveland habían logrado al menos 10 puntos.

Los Heat se desinflaron en la reanudación y Cleveland siguió sumando puntos, los Cavaliers consiguieron 17 de los primeros 19 puntos del tercer cuarto y el entrenador de Miami Heat, Kevin Loughery, decidió cambiar a los cinco jugadores a mitad del período. En esos 12 minutos el parcial fue de 33-14. Los Cavaliers superaban la barrera de los 100 puntos a falta de un cuarto y la diferencia alcanzaba los 39 puntos, 106-67. El partido era tan cómodo que Cleveland repartió bastante los minutos entre los 12 jugadores, que no tuvieron piedad de su rival en el último periodo y pasaron por encima de los de Miami, sumando 42 puntos más a su marcador por sólo 13 puntos de Miami, la menor y mayor puntuación de los cuartos.

"Es bueno mantener la presión sobre ellos cuando estás arriba," dijo el jugador de Cleveland, John Battle."Después de un tiempo, simplemente no podíamos detenerlo. Y Miami no estaba encestando nada. Ellos estaban perdiendo todo, no pudieron pararlo."

Cleveland superó a los Heat por 75-27 en la segunda mitad. Este parcial conllevó el resultado final de 148-80, que significaba el triunfo por la mayor diferencia (+68) en un partido de la historia de la NBA.

El margen de 68 puntos superó la anterior marca de 63 puntos que conservaban los Lakers desde el 19 de marzo de 1972, cuando arrollaron a los Golden State Warriors por 162-99. El mes anterior al partido de Cleveland y Miami, los Warriors habían estado cerca de superar el récord venciendo 153-91 a los Kings el 2 de noviembre.

Los Heat tuvieron un pésimo 27 de 79 (34,1%) en lanzamientos de dos y terminaron con 23 pérdidas. Askins, su jugador con más minutos en cancha (25), acabó con 2/11 en tiros de campo mientras que Bimbo Coles falló sus ocho lanzamientos intentados y perdió siete balones. El novato Steve Smith con 15 puntos fue el único que dejó buena imagen. "No sé a lo que jugamos, pero no era baloncesto", dijo el jugador de los Heat Glen Rice.

Por el lado de los ganadores, la diferencia en porcentajes (57,2% tiros de campo), balones perdidos (9) y la diferencia en los rebotes 59 a 41, lo dicen todo.

Ocho Cavaliers terminaron con más de 10 puntos: Mark Price 18 puntos y 11 asistencias en 17 minutos, John Battle 18 puntos, Henry James 17 puntos en 15 minutos, Brad Daugherty 17 puntos, John Williams 16 puntos, Danny Ferry 11 puntos y 11 rebotes,  Jimmy Oliver 11 puntos y Winston Bennett 11 puntos y 10 rebotes que fue el cavalier que más minutos disputó (31) y curiosamente no acabaría la temporada en Cleveland sino en Miami, tras ser cortado y fichado por 10 días, jugó dos partidos con Miami y no volvió a jugar en la NBA.

Tamibén jugaron y anotaron Larry Nance (9), Terrell Brandon (8), Craig Ehlo (7) y Steve Kerr (5).

Los árbitros Mike Costabile, Ron Garretson y Ed T. Rush vieron de primera mano la mayor derrota de la historia de la competición junto a 10.487 espectadores.

John Battle: "Pero sabemos que no va a suceder así cada noche. Espero que todos los chicos se den cuenta de eso." Y efectivamente en la siguiente jornada, como si nada, Miami vencía 118-112 a Indiana y sin embargo los Cavaliers perdieron 93-102 frente a los Nets.

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