En Philadelphia desde hace un par de años, su General Manager, Sam Hinkie, decidió dejar de ser un equipo mediocre. No entraban en Playoffs o lo hacían como últimos, y eso tampoco les dejaba demasiado margen para maniobrar en el draft. Por lo que se decidió renovar la plantilla de arriba a abajo y darle el cuadro de mandos a un rookie, Michael Carter-Williams, y a partir de ahí hacer crecer la franquicia.

Una segunda mitad de temporada infructuosa

El año nuevo tenía de punto de partido un récord de 9-21 en lo que iba de campaña. Y el resto de la temporada no iba a ser menos, 10 victorias y 42 derrotas. Lo que les convirtió en el segundo peor equipo de la liga únicamente por delante de los Milwaukee Bucks.

De los 23 jugadores que llegaron a formar parte de esa plantilla, en la 2014-15 solo permanecen cuatro jugadores, Michael Carter-Williams, Tony Wroten, Hollis Thompson y Henry Sims. También tenemos que tener en cuenta que Nerlens Noel, adquirido a través de New Orleans Pelicans, estuvo todo el año sin jugar un minuto por la rotura en el ligamento anterior de la rodilla izquierda.

Philadelphia tiene el Rookie del Año

Quizá el único culpable de que consiguieran 19 victorias fue Michael Carter-Williams, secundado por Thaddeus Young. El joven de la Universidad de Siracusa disputó 70 partidos con unos números dignos de un jugador consolidado en la liga, 16.7 puntos, 6.3 asistencias y 6.2 rebotes por partido. Pero lo que más sorprendió a los seguidores de los Sixers fue el liderazgo que demostró y el buen clima que intentaba crear en el vestuario en una situación tan delicada.

Los dos grandes favoritos al galardón eran Victor Oladipo, jugador de los Orlando Magic, y él. Finalmente, el premio se decantó del lado de Philadelphia con una gran diferencia sobre el de la franquicia de Florida. Y es que MCW se había convertido en el tercer jugador de la historia en liderar a los rookies en puntos, asistencias y rebotes tras Oscar Robertson (1960-61) y Alvan Adams (75-76).

El ansiado draft

En Philadelphia tenían grandes expectativas para el draft 2014 tras la lotería de las elecciones que había resultado con un tercer y décimo puesto en la primera ronda. El 26 de junio había llegado y era la hora de elegir tras Cleveland que eligió a Andrew Wiggins, y Milwaukee Bucks que eligió a Jabari Parker. Los Sixers arriesgaban y volvían a elegir al que parecía que se iba a disputar el número uno con los otros dos anteriores, pero que había sufrido recientemente una lesión en el pie al igual que ocurrió con Noel, Joel Embiid, procedente de la Universidad de Kansas y nacido en Camerún. Embiid había sido una de las sensaciones de la liga universitaria el pasado año con 11.2 puntos, 8.1 rebotes y 2.6 tapones por partido.

Además recalaban en Philadelphia, Dario Saric, que actualmente está jugando en Europa en Anadolu Efes, K.J. McDaniels, una de las sensaciones en la actual campaña y Jerami Grant, como jugadores más destacados.

Un verano convulso

A lo largo de esos meses se sucedieron continuos debates sobre el rumbo de la franquicia, las elecciones del draft, el entrenador y los directivos. Pero parece que al final se llegó a un punto en común, este es el único camino hacia lo que Sam Hinkie y su equipo quieren conseguir, aspirar a ser una gran franquicia en tres o cuatro años. La confianza en Brett Brown es ciega y los jugadores están encantados con él. Los aficionados parecen haber aceptado que es la única vía y empiezan a defender este proceso que se está llevando a cabo, conocido como tanking. Se trata de conseguir un récord muy negativo para poder optar a una mayor elección del draft a la vez que liberan espacio salarial para futuros agentes libres importantes que deseen unirse a un proyecto con jugadores jóvenes con talento.

Por otra parte las lesiones no hicieron fácil la planificación para el cuerpo técnico. Michael Carter-Williams con el hombro, Jerami Grant el tobillo y el veterano Jason Richardson el pie. Los dos primeros ya han disputado algunos partidos en la presente temporada pero Richardson no ha sido capaz de volver a las pistas y es el último atisbo de veteranía del que goza el equipo.

Foto: philly.com

La 2014-15 no tiene mucha mejor pinta

Hasta la fecha los Sixers han cosechado cuatro victorias y 26 derrotas, peor equipo de la liga. Aún así, el equipo tiene algunos partidos en los que parece dar destellos de unión y química. Pero el camino es muy largo y el resto de los encuentros se ve a un conjunto sin compenetración, con muchos errores en ataque y en defensa, y alicaídos.

Brett Brown dice estar contento con sus jugadores y la afición parece que no está en desacuerdo, básicamente porque es lo que hay. Eso sí, de vez en cuando nos regalan alguna que otra jugada espectacular y el reflejo del crecimiento de futuras estrellas como K.J. McDaniels, Nerlens Noel, Tony Wroten, Michael Carter-Williams, y uno de los jugadores que más ha aportado a este equipo, entre todo el vaivén de altas y bajas en estos tres meses, Robert Covington.

Foto: philly.com
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Sobre el autor
Martín López Moreno
Nos gusta saber las cosas que pasan y por qué pasan. Basketball is everything. Cada día atrae más la NFL. Estudiando Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Rey Juan Carlos. Un placer poder escribir sobre a lo que uno le apasiona.