Los Angeles Lakers siguen en su fase de reconstrucción. Después de la adquisición de Julius Randle, la franquicia angelina logró hacerse con los servicios de D'Angelo Russell, un base de primer año que sorprendió a la NCAA gracias a su capacidad para el pase y su manejo del balón. Sin embargo, el exjugador de Ohio no está realizando una temporada para tirar cohetes. Pero todo hay que decirlo, es joven y tiene una capacidad de mejora muy prometedora. Byron Scott es el encargado de tutelar a Russell en este proceso de adaptación y mejora en la mejor liga de baloncesto del mundo.

Y como buen proceso educativo que es, tiene su proceso de ensayo y error. En el partido ante los Dallas Mavericks del pasado martes, D'Angelo realizó un partido muy ofensivo. El base tiró a canasta hasta en doce ocasiones; con un acierto del 33% por ciento, eso sí. Aún así, el base de Los Angeles Lakers no se amilanó en ningún momento, mostrando una gran confianza en su juego. Quizás demasiada. Por ello, Scott decidió sentar al jugador a dos minutos y medio del final. El partido se acabó decantando del lado de los Mavs, con un game-winner de Dirk Nowitzki. Y todo mientras Russell miraba el encuentro desde el banquillo.

El entrenador Scott explicó después las razones por las que había sentado al joven de 19 años en el banquillo. "Ví que en los últimos minutos estaba intentando ganar el partido el solo, y eso todavía no es responsabilidad suya". Además, justificó de manera técnica esta decisión. "Quería que se moviera la bola un poco más y pienso que nos estaba atascando un poco. Estaba intentando hacer tiros increíbles y cosas de esas. Lo entiendo, pero para mí no está listo todavía". Como dejó claro en numerosas ocasiones, Byron Scott está feliz con la confianza de D'Angelo, pero aún no se fía de su calidad para los momentos importantes del encuentro. Habrá que ver la evolución del jugador bajo el mando de Scott, un entrenador que según Stephen Jackson, no sabe tratar con jugadores jóvenes.